(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 2012. Al año siguiente, comencé a usar un teléfono celular para hacer llamadas esclareciendo la verdad sobre Dafa.
Normalmente pasaba toda la tarde en tales llamadas. Me mantuve enviando pensamientos rectos y esperaba que todas las personas con las que hablaba entendieran la verdad.
Las personas que contestaban las llamadas escuchaban durante bastante tiempo y, en promedio, alrededor de seis personas renunciaban al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles diariamente.
En ese tiempo mi mente era muy pura. Antes de salir, les decía a los dos teléfonos celulares que usaba: “Ustedes son mis instrumentos del Fa. Me ayudan durante la rectificación del Fa. Deben permitir que los seres conscientes escuchen la verdad y ayudarles a renunciar al PCCh”.
Cuando mi mente era pura, mis teléfonos celulares funcionaban bien, pero cuando sostenía nociones humanas, ellos eran interferidos. Por ejemplo, cuando fui a un centro comercial de productos extranjeros, mis teléfonos se silenciaron cuando entré. No podía hacerlos funcionar. Me quedé perpleja y me fui. Una vez que salí del centro comercial, los teléfonos comenzaron a funcionar de nuevo.
¡Qué cosa tan sagrada fue eso! Me disculpé rápidamente y dije: “Es necesario estar atenta para poder salvar a la gente. Solo con una mente pura podemos salvar a la gente. Gracias por recordármelo”.
Otra vez, caminé hasta una parada de autobús y vi dos billetes de cinco yuanes en el suelo. Los recogí y pensé en comprar una tarjeta de crédito para hacer llamadas con ese dinero. Ambos teléfonos dejaron de funcionar.
Me di cuenta de que los teléfonos me recordaban que no debí haber recogido el dinero de otra persona, incluso si lo iba a usar para aclarar la verdad. Devolví el dinero al piso, reinicié los teléfonos y todo volvió a la normalidad.
Ahora cambié a un teléfono inteligente. Aunque ya no uso los dos teléfonos viejos, siempre los he guardado porque me acompañaron durante un período de validación del Fa. Y tal como lo hice con los teléfonos viejos, ahora hablo con los teléfonos inteligentes.
Buscando apegos en el interior
Después me uní a un grupo de estudio del Fa. Nos reuníamos en la mañana y por la tarde tres de nosotras salíamos a hablar con la gente sobre Dafa.
En un crucero, Anran le estaba contando a una mujer de mediana edad los hechos sobre Falun Dafa, y yo estaba cerca enviando pensamientos rectos. Anran me pidió que hablara con el joven que estaba a mi lado, quien renunció al PCCh después de hablarle.
Luego hablé con una señora, que también renunció al PCCh. Cuando volví a buscar a los otros practicantes, se habían ido. Cuando finalmente los encontré de nuevo, Anran dijo: "Ten cuidado. No te quedes en un lugar por mucho tiempo”.
Me molesté y me pregunté por qué ella se había ido en lugar de enviar pensamientos rectos para mí. La practicante Bei me recordó no permitir que eso me afectara y no permitir que las viejas fuerzas crearan una brecha entre nosotras. Estaba intranquila en ese momento, y sé que me veía infeliz.
El Maestro nos dijo:
“Les voy a decir, no importa cuál sea el conflicto que surja, o el tipo de situaciones que emerjan, será seguramente debido a que existen brechas dentro de nosotros mismos. Y esto es seguro. Si no existiera brecha nadie podría aprovecharse” (Exponiendo y enseñando el Fa en el Fahui del Área Metropolitana de Nueva York 2003).
Me sorprendió y pensé: "¿No es este el palo del Maestro para despertar?" Miré hacia dentro y descubrí que estaba muy apegada al resentimiento y no quería ser criticada. Yo estallaba cuando era criticada.
¿No era este el apego a la competencia? ¿Cómo podía tener un apego tan fuerte y no darme cuenta aun? ¿Seguía siendo una practicante? Estaba decidida a eliminar estos malos apegos.
Cuando nos reunimos al día siguiente, quería decirle a Anran: "Me equivoqué", pero no dije nada. Salimos de nuevo para hablar con la gente sobre Dafa, pero sentí que había una pared entre nosotras, y estaba muy incómoda.
En el camino a mi casa, encontré mis apegos, a salvar la cara y a la envidia. Cuando cooperé con ella, me sentí segura y relajada, y mi mente era pura. Sentí que había un campo compasivo a nuestro alrededor. Sin embargo, también encontré los apegos a la dependencia y sentimentalismo hacia ella. También hubo apegos al fanatismo y a la ostentación. Pensé que era difícil iluminarse, ya que todo tipo de apegos bloqueaban mi cultivación.
Mientras eliminaba los apegos, mi corazón dolía. En un sueño que tuve una noche, estaba con mucha gente caminando hacia adelante, pero había un hoyo a mis pies. Crucé sobre él y vi a Anran riéndose de mí con una expresión pacífica. Me conmoví mucho y me desperté. Sabía que el Maestro me estaba alentando.
El Maestro nos explicó:
“Por eso, de ahora en adelante, cuando encuentres conflictos, no los tomes como accidentales. Porque cuando se producen los conflictos, estos aparecen repentinamente, pero no existen por casualidad; eso es para que eleves tu xinxing” (Cuarta Lección Zhuan Falun).
Comprendí que el conflicto fue arreglado para nosotras, para mejorar nuestro xinxing y eliminar apegos.
Recientemente, ella señaló mis defectos nuevamente y dijo que yo era egocéntrica, no planificaba las cosas, no prestaba atención a la seguridad y no corregía después de que me lo recordaran múltiples veces.
La escuché y estaba muy tranquila. Quiero eliminar las nociones humanas equivocadas, corregir la conducta inadecuada y eliminar todas las cosas malas que hay dentro de mí.
El Maestro nos enseñó:
“Por eso, cuando eres estricto contigo mismo, descubres tus deficiencias, y constantemente te deshaces de ello, entonces te estás cultivando” (Exponiendo el Fa en el Fahui de la capital de los Estados Unidos, 2006).
Esta pequeña fricción, aunque no era un gran problema, realmente me molestó por un tiempo. Eliminar esos apegos también tomó algún tiempo. Algunos apegos fueron eliminados y sentí que podía enfrentarla de nuevo con calma. Sin embargo, ese no fue el caso.
Parecía que los apegos habían sido eliminados, pero solo en la superficie. Después de repetir este proceso muchas veces, finalmente pude alcanzar un estado de tranquilidad y liberar todos esos apegos.