(Minghui.org) Varios medios de comunicación principales en el Reino Unido publicaron o emitieron programas recientemente pidiendo el fin de la matanza de prisioneros de consciencia por sus órganos en China, entre ellos la BBC, The Guardian, Sunday Express y Scotsman.
El 26 de marzo de 2019, se realizó un debate titulado “Extracción forzada de órganos vivos en China” en la Casa del Parlamento Británico, dándole a los medios un buen gancho para hablar del tema. Organizado por el parlamentario Jim Shannon, presidente del grupo parlamentario para todos los partidos sobre libertad de religión y creencia, 12 parlamentarios de diferentes partidos políticos se unieron al debate, alzando su voz y preocupación por los crímenes de la sustracción forzada de órganos organizada por el estado. BBC Radio 4 cubrió el evento con un segmento que fue emitido al día siguiente en el programa “Ayer en el Parlamento”.
Sunday Express: No carneen a los prisioneros políticos
Un artículo publicado por el Sunday Express el 31 de marzo de 2019, revela la sustracción forzada de órganos en China.
Un artículo escrito por David Williamson, subeditor político del Sunday Express, que se titula “Activistas advierten sobre la matanza de prisioneros políticos por sus órganos en China” se publicó el 31 de marzo. Williamson escribió que la gente en Gran Bretaña ha sido advertida de no participar involuntariamente en el asesinato por sus órganos de prisioneros políticos y religiosos en China, la cual es organizada por el estado.
“Amnistía Internacional ya solicitó una investigación independiente sobre los alegatos de la ‘sustracción de órganos’ en China”, escribió Williamson agregando: “… políticos han expresado preocupación por las denuncias de órganos sustraídos a la fuerza a escala industrial”.
El artículo de Williamson citó a la parlamentaria Fiona Bruce, quien se refirió a las matanzas de las instituciones estatales chinas como un potencial “genocidio del siglo 21”. Ella les dijo a los otros parlamentarios: “Aquí estamos hablando de sustracción forzada de órganos de prisioneros de conciencia en China, lo cual termina con la muerte de los individuos sometidos a esta práctica, una práctica que cuenta como homicidio involuntario o, en la mayoría de los casos, asesinato”.
Williamson también citó al parlamentario Jim Shannon, que durante el reciente debate parlamentario dijo: “Estamos hablando de un régimen que es responsable de la mayor encarcelación masiva de grupos religiosos desde los Nazis”.
El autor también menciona el informe de 678 páginas, publicado en 2016 por el ex secretario de estado canadiense David Kilgour, el periodista Ethan Gutmann y el abogado David Matas, en cual declara: “El robo de órganos en China es un crimen en el cual el partido comunista, instituciones estatales, el sistema de salud, hospitales y profesionales del trasplante son todos cómplices”.
“Ninguna nación debería permitir a sus ciudadanos ir a China por órganos hasta que China haya permitido una investigación completa en la sustracción de órganos de prisioneros de consciencia, tanto del pasado como del presente”.
Williamson también citó al Tribunal de China, el cual se formó para investigar las denuncias de la sustracción de órganos y entrevistar testigos que han sido prisioneros en China. Williamson citó al presidente del Tribunal, Sir Geoffrey Nice, quien dijo: “Los miembros del Tribunal están todos seguros – unánimemente y más allá de toda duda – que en China la sustracción forzada de órganos de prisioneros de consciencia se ha estado practicando por un periodo de tiempo sustancial, involucrando un sustancial número de víctimas”.
“Está más allá de la duda con la evidencia recibida hasta ahora que la sustracción forzada de órganos está sucediendo en una escala sustancial organizada o aprobada por instituciones o individuos del estado”, declaraba el veredicto interno del tribunal.
El artículo de Williamson incluía el testimonio de los practicantes de Falun Gong, Yu Xinhui y Dai Ying, que le contaron al Tribunal de China sobre los malos tratos que recibieron en China por su creencia. Fueron sometidos a encarcelamiento ilegal, golpizas, torturas, alimentación forzada, privación del sueño y descargas eléctricas.
“La Sra. Dai tenía una enfermedad en el corazón, por lo cual no le terminaron de hacer los exámenes [para ver su ‘viabilidad’], pero recuerda ver a algunos practicantes de Falun Gong que desaparecían cuando terminaban de hacerse los exámenes”, escribió Williamson, citando un informe de Médicos contra la Sustracción de Órganos.
The Guardian: Prohibiendo el turismo de trasplante
El 31 de marzo, se publicó el artículo “Piden al Reino Unido prohibir a los pacientes viajar a China por ‘turismo de trasplante’” escrito por Owen Bowcott, corresponsal de asuntos legales del The Guardian.
El artículo dice que hay 40 parlamentarios que apoyan el pedido de que el Reino Unido prohíba a los pacientes viajar a China por turismo de trasplante, antes de las próximas audiencias del Tribunal de China a principios de abril. Bowcott citó al parlamentario Jim Shannon, quien le dijo a los demás parlamentarios en el debate de la semana pasada que el gobierno del Reino Unido debería imponer una prohibición al turismo de trasplante como las que ya puso en acción Italia, España, Israel y Taiwán.
Bowcott escribió que el Tribunal de China “estuvo recibiendo evidencia sobre las supuestas malas prácticas de expertos médicos, investigadores de derechos humanos y otros”. Escribió que China se negó a participar de las audiencias. También agregó que los practicantes de Falun Gong están entre las víctimas de la sustracción forzada de órganos.
The Scotsman: No se puede ignorar la sustracción forzada de órganos
El artículo del parlamentario Alistair Carmichael se publicó en el Scotsman el 19 de marzo, resaltando la sustracción forzada de órganos y abusos de derechos humanos en China.
“La vigilancia estricta a lo religioso no es nada nuevo. Las herramientas para monitorear y oprimir pueden cambiar de informantes y policías secretos, a cámaras de vigilancia y espiar por Internet, pero la opresión fundamental sigue siendo tan fuerte y extensa como siempre lo fue”, escribió él.
En particular, comentó que la sustracción forzada de órganos de practicantes de Falun Gong, uigures, cristianos, tibetanos budistas, es un asunto serio. “La idea de la sustracción forzada de órganos suena simplemente inimaginable. ¿Qué humano podría matar a otro humano por sus órganos? Es fácil desechar una hipérbola tan ridícula, pero no es ridículo”, escribió Carmichael.
“No existe caso más claro donde debamos buscar a los responsables, y liderar la condena internacional de esta limpieza étnica”, escribió en el resumen al final del artículo. “No estamos dispuestos a sentarnos atrás y ser espectadores”.