Mis primeros recuerdos
Nací en 1988 y practico Falun Gong (también conocido como Falun Dafa) desde mi más tierna infancia. Recuerdo que nos reuníamos varias familias para estudiar el Fa y hacer los ejercicios por las mañanas. Yo acababa de aprender a leer y no podía comprender el significado de la cultivación. Sin embargo desde el primer momento supe que Dafa es bueno. Recordando el pasado, comprendí lo preciosos que fueron aquellos primeros años.
El régimen chino comenzó su persecución a Falun Dafa el 20 de Julio de 1999. Como practicante, mi hermana mayor viajó a Beijing varias veces para protestar contra la persecución. La llevaron en tres oportunidades a campos de trabajo, pasando diez de sus más importantes años en la cárcel. Mientras escribo este intercambio mi hermana permanece detenida en la prisión de mujeres en la provincia de Guandong.
Tras algunos acontecimientos mi padre me prohibió que practicara por miedo. Como consecuencia me alejé de la cultivación.
Regresando a la cultivación
Durante mi adolescencia me volví más introvertida. Leía muchos libros, incluso libros sobre filosofía y religión. Sin embargo, no lograba encontrar el propósito en la vida y solía encontrarme deprimida.
Un día en 2011 repentinamente recordé Zhuan Falun (El libro principal de Falun Dafa) y quise volver a leerlo. Hacía más de diez años mi hermana acostumbraba a leerme Zhuan Falun en voz alta. Recordaba el título del libro pero no su contenido. Llamé a mi madre para pedirle un ejemplar y así fue como volví a la cultivación.
Un par de días después de leer Zhuan Falun noté cambios en mí: Dormía mejor, mi memoria y mi estado anímico mejoraron, mi nivel de energía aumentó, e incluso mis estudios académicos se volvieron una tarea mucho más fácil. Llegué a convertirme en una persona nueva. También aprobé el examen de mi licencia profesional antes de graduarme.
Me sentía bendecida y lo único que podía hacer para pagarle al Maestro por concederme tamañas bendiciones, era ser diligente.
Mi primer trabajo
Mi primer empleo no fue una coincidencia. Creo que fue planeado por el Maestro.
Seis meses antes de mi graduación en la universidad presenté mi candidatura a un puesto administrativo en una escuela pública. Uno de los requisitos era tener un grado en Sociología, el cual no tenía. Sin embargo, fui invitada para una prueba preliminar y para una segunda entrevista.
Obtuve el empleo un mes después. Se me llenaron los ojos de lágrimas cuando recibí la gran noticia. Esta escuela estaba en un bonito pueblo rodeado de montañas y lagos. Cuando vi la escuela mi primer pensamiento fue “podría ser muy relajante meditar junto al lago”. El Maestro hizo realidad mi deseo.
Siguiendo altos estándares en el trabajo
Como practicante me esforzaba en desarrollar mi trabajo con los mejores estándares posibles, no por el reconocimiento personal, sino por enseñarle al mundo los beneficios de practicar Falun Dafa. Siempre traté de seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Frecuentemente me recordaba que debía ser considerada y amable con mis compañeros. También me llevaba bien con mis superiores y mis colegas. La gente generalmente piensa que soy una joven bondadosa y amable.
Practicar Falun Dafa también me otorgó sabiduría, lo cual me ayudó a ganar múltiples premios de investigación en nuestra provincia y a ser aceptada en una escuela de posgrado.
Hablando sobre Dafa a otros
Después de recibir muchos beneficios por practicar Falun Dafa, quise iniciar un sitio de impresión para empezar a hacer materiales para aclarar los verdaderos hechos de la persecución. El 18 de Julio de 2016, el primer día de las vacaciones estivales, decidí que utilizaría el verano para fabricar materiales y distribuirlos. Aunque no había otros practicantes en mi pueblo y no tenía experiencia en este área tenía ganas de intentarlo.
Aquí fue cuando empezaron los problemas. Me llevó media hora encontrar el sitio para recoger la impresora. Lo tomé como una interferencia. Ahora puedo ver que era el Maestro tratando de señalarme algo.
El día siguiente fuimos a visitar a mi hermana a la cárcel. Las primeras palabras de mi hermana al verme fueron: “No distribuyas volantes todavía". Sus palabras me tomaron por sorpresa. Me pregunté cómo conocía mis planes del día siguiente, aunque lo volví a tomar como otra interferencia.
Sufrí un pequeño accidente de tráfico el día siguiente. Era cerca de media noche cuando me encaminé a casa. Me llevó dos horas conducir una distancia que me podría haber llevado una hora. Aquella noche la carretera parecía no terminar nunca. Seguía sin ser consciente de los avisos del Maestro.
Cuando por fin llegué a mi apartamento, no pude encontrar mis llaves, así que acabé pasando la noche en un hotel.
A la mañana siguiente llamé a mantenimiento para que abrieran la puerta de mi apartamento. Luego tomé muchos de los volantes que había impreso y me encaminé a las instalaciones escolares.
Recordando me doy cuenta que el Maestro trató de detenerme durante tres días. Seguramente vio mi entusiasmo por hacer algo por Dafa, pero yo no lo había planeado bien y no había tenido en cuenta la seguridad. Como resultado la seguridad del colegio me reportó.
Con la autorización del jefe del comité del partido comunista de nuestro colegio mi apartamento fue registrado por la oficina 610 local y pasé 29 días detenida. Durante ese tiempo pude sentir la protección del Maestro. Usé esto como una oportunidad para aclarar la verdad sobre Falun Dafa y la persecución a la gente que conocía, por lo que mi encarcelamiento no resultó completamente en vano.
Siendo una practicante recta de Falun Dafa
Fui liberada unos días antes de comenzar el colegio. El departamento de recursos humanos sugirió que renunciara, pero mi familia y yo nos rehusamos hacerlo con firmeza. Razoné, explicando que no había hecho nada ilegal, pero que sería ilegal detenerme por mis creencias espirituales. Además dije que podría elevar mi caso a los tribunales si la escuela me despedía.
Me pidieron que regresara al trabajo justo el día antes de que empezara la escuela. Mis colegas me trataron como si nada hubiese ocurrido.
Nunca les contaba nada a mis compañeros sobre mi cultivación por temor, pero ahora saben que personas inofensivas e inocentes como yo se encuentran perseguidas por su fe.
El líder del partido comunista que me envió al centro de detención fue degradado ese diciembre y transferido a otra agencia gubernamental.
Manteniendo armonía en el hogar
Mi familia se volvió más comprensiva sobre la cultivación tras mi detención. Mi prometido, el cual no practica, también pasó de mostrarse indiferente a simpatizar. A veces me pedía que le leyera los libros de Falun Dafa.
En los dos años siguientes a 2016 el negocio de mi prometido prosperó. Consideró esto como una bendición de Dafa y me compró un coche nuevo para enseñarle a la gente que los practicantes de Falun Dafa viven vidas prósperas.
Como practicantes no estamos apegados a las cosas materiales o a presumir. Sin embargo, muchos practicantes fueron despedidos o sufrieron expropiaciones ilegales debido a su creencia espiritual. Sus familias fueron divididas y muchos se volvieron indigentes. El partido comunista chino lava el cerebro de la gente para que piensen que los practicantes de Falun Dafa viven en la pobreza y la miseria. Por el contrario los practicantes somos las personas más felices en el mundo, tenemos a nuestro Maestro.