(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa que trabaja como vendedora en una farmacia. Nuestros salarios dependen de cuánto vendemos, así que hay mucha competencia entre los vendedores de nuestra tienda. Esto era especialmente así para el equipo de ventas que trabajaba en el otro turno que mi equipo.
Evitando competir con otros
Como ellos solo estaban interesados en ganarse más clientes y vender más, nadie estaba dispuesto a hacer las tareas de limpieza. Como yo estaba dispuesta a realizar estas tareas, el gerente de la tienda me pasó a ese equipo, con el entendimiento de que sería algo temporal, y que regresaría a mi equipo en un mes.
Después de ser transferida, me ofrecí voluntariamente para hacer las tareas de limpieza. Mi actitud positiva y diligencia, pareció inspirar a mis colegas, que pronto comenzaron a competir conmigo por hacer la limpieza. Al final del mes, mi equipo se negó a dejarme ir y el gerente aceptó que me quedara.
Cada turno está compuesto de tres personas. Cuando me uní al equipo la primera vez, me paré en la posición más externa, cerca de la entrada. Por el frío del invierno, mis colegas no querían pararse cerca de la puerta abierta de la tienda. Cuando una colega si dio cuenta que yo estaba vendiendo más que ella, se quejó de que yo estaba en una buena posición para acercarme primero a los clientes. Ella se puso en mi lugar mientras que yo fui voluntariamente a la posición del fondo de la tienda. A pesar de que ahora yo estaba aparentemente en una posición desfavorable, logré vender bastante. Otra colega pronto pidió cambiar la posición conmigo, argumentando que estaba sufriendo de dolores postparto y de articulaciones. No obstante, después de cambiar, sus ventas cayeron drásticamente, y me pidió cambiar de nuevo a su posición anterior. Estas experiencias me hicieron ganar el apodo de “jefa” o “grandes ventas”.
Intento evitar competir con otros, porque sé que mi ambiente es principalmente creado para salvar a más gente. De todos mis colegas, solo una persona falta renunciar al PCCh. Varios de ellos incluso persuadieron a sus familias a que renuncien.
Validando la reputación de Falun Dafa con palabras y acciones
La reputación de Falun Dafa se valida con las palabras y acciones de los practicantes de Dafa. Siempre que hagamos las cosas rectamente, la gente estará convencida de la bondad de Dafa, y no harán falta muchas explicaciones para persuadir a la gente a que renuncie al PCCh.
Vivo a diez minutos de la farmacia, y estaba volviendo a casa con mi colega Li cuando nos cruzamos con un vendedor de maíz dulce. Expresé mi interés en comprar el maíz, y le pregunté al vendedor cuánto salía. El hombre me dijo que los seis anillos de maíz costaban 10 yuanes. Mi colega Li rápidamente se metió y pidió siete maíces por el mismo precio. El vendedor comenzó a quejarse. Mientras ellos negociaban, elegí 6 anillos de maíz y le pagué 10 yuanes al hombre. El hombre me ofreció un anillo extra, pero lo rechacé, y en broma señalé a mi colega Li diciéndole: “Déselo a ella”. Mi colega Li sonrió y lo rechazó amablemente.
Le expliqué al vendedor que yo era una practicante de Falun Dafa, y aproveché la oportunidad para contarle sobre la farsa de la autoinmolación. Le pregunté al vendedor si era miembro del PCCh y me dijo que sí. Le pregunté si estaba dispuesto a renunciar al PCCh usando un alias, y aceptó. Esta conversación duró menos de cinco minutos. Luego seguimos nuestro camino.
Aprovechando cada oportunidad para aclarar la verdad
Muchas veces aprovecho las oportunidades en mi rutina diaria para aclarar la verdad detrás de la persecución a Falun Dafa, sin importar si estoy de compras en el supermercado, cortándome el pelo, yendo a lugares públicos, o caminando en la calle.
Una noche del verano pasado, estaba en el trabajo cuando entraron tres trabajadores migrantes a comprar medicamentos. Todos parecían estar en sus sesenta años. Uno de ellos tenía tanto dolor que se sentó en el piso apenas entró a la tienda. Había pisado una espina filosa, que se clavó debajo de su cuarto dedo del pie. Mi principal preocupación era que se le infecte el dedo, posiblemente terminando en una amputación. En esos casos, usualmente le recomiendo que vayan al hospital para hacerse tratar y recibir una inyección antitetánica. Sin embargo, este anciano no tenía dinero para comprar la medicación más básica.
Mis colegas notaron que el anciano molestaba y la gente no entraba a la tienda. Entonces le indiqué que se movieran a un costado, lejos de la entrada. Lavé su herida con peróxido de hidrógeno y le puse un polvo desinfectante y le cubrí la herida con vendas. Todo le costó solo 4 yuanes. Luego los escolté a los tres hacia la salida mientras les aclaraba la verdad. Lo que les dije los convenció y los tres renunciaron al PCCh. Al hombre herido le di un amuleto y lo alenté a recitar “Falun Dafa es bueno”, y le dije que lo ayudaría a sanar más rápido.
Me encontré con el hombre herido a la tarde del día siguiente en el mercado. Dijo que su pie se estaba recuperando rápidamente. Dijo que hasta ayer solo podía usar pantuflas, pero que hoy ya se pudo poner sus botas de goma, y que apenas tenía una cojera ligera. Me dijo que había recitado la frase diligentemente y elogió el poder de Dafa. Sus dos compañeros aparecieron en la tienda dos días después. Habiendo sido testigos del poder curativo de Dafa, vinieron a pedir amuletos para ellos. No tenía ninguno conmigo ese día, así que les pedí que regresaran unos días después. Al final, les di 13 amuletos y unos cuantos folletos de Dafa, y los insté a que difundan los hechos sobre Dafa a sus parientes y amigos. Ambos aceptaron mis regalos y se fueron felices.
Cliente anciano apoya a Dafa y su salud mejora
Nuestra tienda tiene un cliente regular, un anciano de 70 años que vive cerca de la tienda. Visita la tienda cada dos días para comprar una caja de medicamentos. A pesar de que sabe que nuestros precios son fijos, intenta negociar el precio cada vez que viene. Como habla un poco duro y seco, a los empleados en general no les gusta atenderlo. Todos evitan atenderlo, excepto yo. Como solo compraba una caja de medicamentos que le dura unos días, parecía como si no estuviera esperando vivir mucho tiempo más. Decidí aclararle la verdad mientras todavía podía.
Lo encontré por casualidad mientras caminaba por la calle un día, y aproveché para contarle la verdad detrás de la persecución a Falun Dafa, y le di un amuleto y un CD con información. Para mi sorpresa, aceptó gustosamente la información y decidió renunciar al PCCh. Le aconsejé que recite la frase “Falun Dafa es bueno”. Luego me reveló que su esposa había sufrido un derrame, que la dejó discapacitada. Él había sido su único soporte en más de 20 años, y el esfuerzo lo dejó con mal humor permanente.
Un día me contó que el brazo de su esposa se lastimó y que la herida abierta no sanaba. Le dije que pruebe aplicando una de las hierbas medicinales chinas por dos días. Unos días después, vino felizmente a contarme que la herida de su esposa había sanado. Elogió mis habilidades, diciendo que yo era mejor que el médico del hospital. Había llevado a su esposa al hospital, pero a pesar de las numerosas pruebas, no habían podido tratar su herida. La experiencia lo dejó exhausto y había perdido la esperanza de que alguna vez sanaría.
Este anciano a veces me pedía más información sobre Falun Dafa. Siempre que venía a comprar medicamentos, le recomendaba uno más económico, pero igualmente efectivo que la versión más cara. Como mis colegas siempre le ofrecen las versiones más caras, el anciano empezó a comprar medicamentos solo cuando yo estaba. De hecho, por la enfermedad de su esposa y sus propios problemas de salud, él compraba un montón de medicamentos de nosotros e incluso se convirtió en nuestro cliente VIP.
Más adelante su salud empeoró al punto que apenas podía mantener el equilibrio. Como no había nadie que cuidara de su esposa, para poder mantenerse solo, comenzó a tomar grandes cantidades de medicamentos. Los medicamentos le dañaron su estómago, y enflaqueció. Finalmente fue forzado a ir al hospital. Después de enterarme de su situación, sabía que solo Dafa podía salvarlo. Le di una copia de Zhuan Falun, y se esforzó al máximo para leerlo todos los días. En poco tiempo, recuperó su peso y su tez se puso rosada.