(Minghui.org) Mi temperamento solía ser tan malo que siempre estaba enojada, sin importar dónde estuviera. Había enfermado de numerosas dolencias, como reumatismo y picor en todo mi cuerpo cuando estaba expuesta al viento. Tenía tantos problemas de salud, que ni siquiera los médicos podían diagnosticar, por lo que esperaba que algún qigong o religión pudiera ayudarme.
Mi primera relación con lo espiritual fue el budismo. Compré 3 estatuas de Buda, no me sentía cómoda practicando el budismo. Entonces creí en Jesús. Después de un tiempo, no pensé que el cristianismo fuera el verdadero camino, y dejé de creer en él. Aunque sentía que mi vida no tenía sentido, seguí buscando todos los días un Dios verdadero o un camino verdadero. Una noche, con lágrimas en el rostro, me arrodillé en la cama, miré al cielo y dije: "Si hay un Dios verdadero o un camino verdadero, por favor, muéstramelo". "¿Por qué es tan difícil encontrar un camino recto?".
Esa noche tuve un sueño en el que muchos Budas vinieron a mi casa. Se fueron después de cenar, aunque no sé qué comieron. Un Buda se estaba transformando lentamente en una imagen (igual a la que más tarde reconocí) por la foto del Maestro en el libro Zhuan Falun. Abrí los ojos y vi la imagen del Maestro brillar con una luz blanca. Vi esta imagen 3 veces, pero no sabía lo que estaba pasando en ese momento.
Unos años más tarde, en mayo de 1998, alguien me presentó a Falun Dafa, pero no creí que fuera a ser algo que yo aceptaría. En un principio decidí ver la imagen del Maestro Li en el libro para ver cómo sería un maestro. Cuando miré la foto del Maestro, me pareció tan familiar que pensé que debía haberlo visto antes en alguna parte.
El Maestro una vez más me mostró la imagen rodeada de luz blanca, y luego la imagen se transformó lentamente en la imagen que vi en Zhuan Falun. El Maestro me rodeó, y por un instante mi mente se quedó en blanco.
Ese día conseguí una copia de Zhuan Falun y la leí de una sola vez. Me puse a llorar y supe que este era el verdadero Dios que había estado buscando. Aprendí los 5 ejercicios y me recuperé de todas mis dolencias después de haber estudiado las enseñanzas del Fa y de haber hecho los ejercicios con regularidad. Han pasado más de 20 años, y me he vuelto más y más saludable sin tomar ningún medicamento.
Siendo perseguida
Jiang Zemin, el exjefe del régimen comunista, y sus secuaces lanzaron la persecución a Falun Dafa en julio de 1999. Desde entonces, he sido detenida y torturada. Me golpearon, insultaron y me prohibieron hablar mientras estaba de pie con la cara contra la pared.
Los agentes confiscaron las tierras de cultivo de nuestra familia. A las 11 de la noche del 12 de diciembre de 2000, vinieron a mi casa y me arrestaron, a pesar de que estaba embarazada de 6 meses, y me llevaron al gobierno del municipio. Ignoraron a mis 2 hijos, dejándolos solos en casa. No me liberaron para el Año Nuevo Chino.
Los agentes dijeron: "Si garantizas por escrito que renunciarás a Falun Dafa y maldices a tu Maestro y a Dafa, te dejaremos marchar".
Cuando los 3 jefes de nuestro gobierno local estaban desayunando, les dije: "Es un delito obligar a la gente a jurar. ¿Puede una persona profanar casualmente a alguien? El Maestro de Falun Dafa nos enseña a ser buenos y a vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. ¿Por qué están haciendo esto?". Ellos dijeron: "No necesitas jurar ante tu Maestro, sino que debes darnos por escrito que renuncias a Falun Dafa". Me negué y me declaré en huelga de hambre durante 8 días. Entonces me liberaron.
Mi hijo tiene ahora 19 años, es un joven alto y apuesto. Nunca ha estado enfermo ni ha tomado ningún medicamento. Si no hubiera sido por la protección y el cuidado del Maestro, ¿cómo podría haber dado a luz a un bebé tan saludable después de no haber comido o bebido durante 6 días? Estaba embarazada de 8 meses y tuve que dormir en el suelo.
Cada paso de nuestro progreso está repleto de la infinita compasión del Maestro y de su arduo trabajo. Es el Maestro quien nos ha sacado del infierno y ha purificado nuestras mentes y cuerpos, ayudándonos a madurar a levantarnos cuando caemos.