(Minghui.org) Cuando tenía tan solo seis años de edad, comencé a preguntarme por qué estábamos aquí en la Tierra. Siempre fui una estudiante destacada, asistí a la universidad ideal, y mi vida estuvo acompañada de aplausos y flores, pero seguía preguntándome sobre el propósito de la vida. Consulté a mis maestros, leí numerosos libros, y fui a los templos, pero nunca obtuve una respuesta.
Un día de octubre de 1997, mientras estaba sentada en una clase en la universidad escuché una música hermosa. Salí y vi a un grupo de estudiantes practicando qigong. Nunca había practicado qigong y no sabía de qué tipo se trataba o si era una actividad arancelada así que volví adentro. Todavía podía escuchar la música, por lo que volví a salir y vi a alguien que conocía haciendo los ejercicios.
Cuando la vi al día siguiente, le pregunté acerca de eso. Sonrió y dijo: “Se llama Falun Dafa. Los principios rectores son Verdad-Benevolencia-Tolerancia”. ¡De inmediato supe que esto era lo que había estado buscando! Sabía el propósito de mi vida: cultivarme y regresar a mi hogar con el Maestro.
Enseguida de empezar a practicar, vi el hermoso Falun, dorado y del tamaño de una moneda, que giraba sobre la mesa de la clase. A menudo veía Falun de varios colores en mis sueños. El cielo estaba lleno de Falun grandes y pequeños que giraban. ¡Esta visión era formidable! Especialmente, me gustaba leer Zhuan Falun. Sentía que nunca era suficiente. Antes de la persecución, copié a mano Zhuan Falun tres veces y recité decenas de artículos de Escrituras esenciales para mayor avance. Estaba muy feliz y me concentré en aprender el Fa y practicar la cultivación.
Esa fue la época más feliz de mi vida. Leía el Fa con otros practicantes todas las noches. La mayoría éramos estudiantes de la facultad, profesores o trabajadores del lugar. La primera noche que practiqué los ejercicios, me quedé dormida tan pronto como me acosté, lo cual era inimaginable para mí que había sufrido una severa neurastenia.
El partido comunista chino (PCCh) comenzó una abrumadora campaña mediática de calumnias y represión contra Dafa el 20 de julio de 1999. Mientras la persecución se incrementaba, el departamento de educación me expulsó hacia fines de 2002 debido a que me negué a renunciar a la práctica de Dafa.
En 2005, mi esposo y yo establecimos un sitio de producción de materiales siguiendo las instrucciones en Minghui.org. Ha estado funcionando sin problemas.
En ese momento, mi familia vivía lejos de la capital del condado. Casi nadie usaba Internet y era difícil de instalar. Sin embargo, yo estaba segura de que los pensamientos rectos serían efectivos. Así fue; la instalación fue exitosa.
Empezamos por imprimir volantes y libros de Dafa y producir grandes cantidades de CDs. Todos los inviernos estamos muy ocupados. Compañeros practicantes van al campo a aclarar la verdad, y yo les proveo los materiales que necesitan. A veces, trabajo todo el día para asegurarme de que cuenten con el material y luego estudio el Fa por la noche.
En 2016, conseguimos una impresora para doble faz que nos permitió hacer casi 15 000 cuadernillos por año. A través de estos 20 años, he estado muy feliz y ocupada. Aunque la persecución ha sido dura para mis hijos, siempre estaban muy felices. Son pequeños Dafa dizi y el Maestro los cuida. Han crecido saludables y gentiles. Estudian el Fa conmigo y juntos hacemos cosas para aclarar la verdad.
Cuando recién establecimos nuestro sitio de materiales, la persecución del PCCh era desenfrenada. A menudo soñaba que el PCCh venía por mí, y yo enviaba pensamientos rectos. Tan pronto como despertaba, enviaba pensamientos rectos por un largo rato hasta que el miedo desaparecía.
El Maestro dijo:
“Algunos dicen algo como que cuando un dao crece un pie, el demonio crece diez veces más. Esa es una herejía entre la gente común, pues esos demonios jamás sobrepasan a un dao” (Quinta Lección, Zhuan Falun).
Soñé que el Maestro estaba reparando mis zapatos, y yo inmediatamente me inclinaba ante Él. El Maestro dijo seriamente: “¡Esto no es fácil de reparar!”. Cuando les conté a los otros practicantes, ellos sintieron que el Maestro estaba ayudando a limpiar la interferencia.
Durante ese período, el Maestro publicó un artículo cada Año Nuevo. La gente usualmente regresaba a sus lugares de origen para el Año Nuevo, pero yo estaba sola en casa.
Leí seis lecciones de Zhuan Falun ese día, y luego me dormí esperando el nuevo artículo del Maestro. En mi sueño, vi al Maestro enseñando el Fa a miles de personas. Me paré junto a la ventana y quería cerrarla y salir a escuchar el Fa. El Maestro se dio vuelta con una sonrisa y dijo: “Ella cerró la ventana”. Inmediatamente desperté y me di cuenta de que el Maestro había publicado el nuevo artículo. “Cerrar la ventana” significaba que yo había apagado la computadora. De inmediato encendí la computadora y vi el nuevo artículo del Maestro: Gracias a los seres conscientes que enviaron saludos. ¡Estaba tan entusiasmada! Rápidamente lo imprimí y les di copias a los practicantes.
En esa época, el entorno era escabroso. Cada nuevo artículo que el Maestro publicaba era un gran aliento para nosotros los practicantes en China. Con el correr de los años, he impreso más de cien copias de artículos. Vi un artículo en Minghui.org acerca de que cada vez que el Maestro publica un artículo, hay un dios responsable de enviarlo a todos los demás dioses. Desde entonces, he sentido una alegría sagrada cada vez que envío artículos nuevos a compañeros practicantes. En esta vida, soy afortunada de asistir en la rectificación del Fa y salvar seres conscientes. ¡Este es el glorioso honor que el Maestro me ha dado!
En mi casa, trabajé con varios practicantes para realizar más de 700 copias de Hong Yin III. En la casa de otro practicante, organicé la producción de cientos de ejemplares de Hong Yin IV. Este año, coordiné a varios practicantes y en grupo hicimos 900 copias de Hong Yin V en sus casas. Son todos diligentes practicantes de edad avanzada.
Vi que siempre podían mirar hacia adentro, y sus íntegros comportamientos me inspiraban. Cuando a veces no podía pasar pruebas de xinxing, ellos me alentaban calmadamente, y me recordaban mirar hacia adentro y no hacia afuera. Sus mentes estaban en la cultivación, no simplemente en hacer cosas. Yo hacía diligencias, compraba y despachaba suministros para ellos.
En 2010, una practicante que trabajaba conmigo fue arrestada. Luego fue sentenciada a muerte. Era muy diligente en la cultivación y hacía las tres cosas bien. Me ayudaba mucho. Su muerte me entristeció profundamente. Entendí por el Fa que ella alcanzó la perfección, pero me sentía muy perturbada por mi apego al sentimentalismo hacia ella. No podía dejar de llorar. Dejé de producir materiales.
El Maestro me dio una pista: esta practicante, yo, y otro practicante que nos daba soporte técnico habíamos llegado a una intersección. La practicante que murió estaba andando en bicicleta como siempre lo hizo en vida. Yo estaba caminando con un niño. El practicante técnico manejaba un auto y me pidió que subiera. Le agradecí y le dije que no. Escuché una voz que me decía: “Diferentes caminos, pero el mismo destino”.
Cuando me desperté, solté el apego al sentimentalismo hacia estos dos practicantes. La practicante que murió alcanzó la perfección. El practicante técnico se cultiva muy diligentemente. Aunque hemos tomado diferentes caminos para validar el Fa, somos todos discípulos del Maestro y Él está cuidando de nosotros.
En 2015, fui la primera persona en mi área en entablar una demanda contra Jiang Zemin. También ayudé a practicantes de mi lugar de origen a presentar querellas. En ese tiempo, no podía estudiar el Fa todos los días. Luego de incurrir en deuda para la compra de una casa, tenía un fuerte resentimiento hacia mi familia. La presión desde otra dimensión era especialmente fuerte, y tenía el apego al miedo. Intensifiqué mi estudio del Fa y envié pensamientos rectos por períodos más largos.
Una noche, cuando estaba enviando pensamientos rectos, la policía golpeó a la puerta. Mi esposo erróneamente pensó que era un amigo y abrió. Escuché a mi esposo y a los niños tratando de evitar que entraran. Yo salí y muy calmadamente dije: “¿Es por mi demanda a Jiang Zemin?”.
El director de la estación de policía dijo que había videovigilancia y no me dejó seguir hablando. Les dije que pasaran, pero no lo hicieron. Sentí compasión por ellos y le dije a mi hijo: “Él es en realidad una buena persona”.
Envié pensamientos rectos para limpiar la interferencia detrás de ellos. Las cuatro personas que habían sido tan arrogantes de pronto parecían globos desinflados. El director me pidió que fuera a la estación de policía al día siguiente y luego bajó apurado las escaleras. Siento que el Maestro movió una gran mano que destruyó el mal detrás de ellos. Por ese tiempo, teníamos retratos del Maestro, libros, computadoras e impresoras en la casa. Nunca más los vi. ¡Gracias, Maestro!
Estaba haciendo copias de las pinturas de Año Nuevo para aclarar la verdad antes de 2019. Las pinturas de años anteriores no estaban plastificadas, y se deslavaron. Esta vez decidí plastificarlas. Llevé dos bolsas, pero el plástico para laminar era muy pesado. Tenía que plastificar alrededor de dos mil pinturas. ¿Cómo podría llevarlas de vuelta? Mientras estaba intentando encontrar una forma, de pronto llegó una practicante que había sido obligada a dejar su casa debido a la persecución. Cuando le mencioné esto, dijo que tenía un auto y podía ayudarme a comprar el plástico. ¡Qué perfecto arreglo del Maestro! El Maestro sabe lo que estamos pensando. Mientras que sea para validar el Fa, el Maestro nos ayudará.
En otra ocasión, estaba haciendo copias del libro Hong Yin V y tuve que comprar tóner, plástico para laminar y bidones. En silencio le pedí al Maestro que me permitiera encontrar a un practicante que me ayudara. En la tienda, encontré una practicante que no conocía de antes. Me ayudó a comprar los materiales que necesitaba y me asistió hasta subir al autobús. De otro modo, no habría podido acarrear todo.
¡Gracias, Maestro! ¡Sostuviste mi mano y guiaste cada uno de mis pasos del camino! Cuando estaba perdida, me despertaste de diversas formas. Cuando estuve en peligro, eliminaste la interferencia con un movimiento de tu mano. Cuando necesité ayuda, siempre la arreglaste.
Sin importar cuán largo o corto sea el tiempo que nos queda para salvar gente, seguiré al Maestro tenazmente hasta el final. Nunca defraudaré la compasiva salvación del Maestro.