(Minghui.org) ¡Saludos, venerable Shifu y compañeros practicantes!
Empecé a cultivar Falun Dafa con mis padres cuando era joven. Sin embargo, no supe atesorar verdaderamente la oportunidad de hacer la cultivación en los últimos 22 años, porque obtuve el Fa muy fácilmente. Solía pensar que la cultivación significaba "dificultades". Este entendimiento de las "dificultades" surgió debido a la persecución que mi familia sufrió desde que era una niña pequeña. No tenía una base firme en la cultivación y, por esto, formé varias nociones humanas y apegos.
En parte, esto sucedió también porque no "miraba hacia adentro" verdaderamente, para asimilarme al Fa, lo que habría cambiado mi visión de la vida. Durante mucho tiempo, ni siquiera me di cuenta de que malinterpreté el hacer bien las tres cosas, para lograr terminar las misiones antes de lograr la consumación. Ansiosa por obtener logros, participé activamente en bastantes proyectos, y creí que lo hice bien en mi camino de cultivación.
Después de experimentar diferentes formas de templar mi voluntad, comencé a buscar profundamente en mi interior sobre los problemas que encontré en el transcurso del año pasado. En este proceso de eliminar las nociones postnatales, y de volver a mi verdadero origen, experimenté una y otra vez cómo las capas profundas de mi vida estaban siendo purificadas y acogidas por Dafa, y como la enorme benevolencia del Maestro Li ha estado cuidando a cada practicante de Dafa que camina el sendero de la cultivación.
Al escribir este artículo, hice todo lo posible para dejar de lado mi ego y presentar mi experiencia de cultivación con un corazón verdadero, esperando que pudiera ser de alguna ayuda y referencia para otros practicantes.
Aprendiendo a "atesorar" la cultivación al ayudar en un proyecto multimedia
En agosto pasado, recibí una llamada de la coordinadora de un proyecto de medios. Me preguntó si podía apoyarla con algunos informes especiales. No podía completar sus tareas de presentación de informes, porque participaba en muchos proyectos. Cuando escuché esto, pensé: esta es otra puerta que Shifu me abre para salvar a los seres conscientes. Acepté ayudarla, aunque no tenía experiencia en este tipo de trabajo.
Para mi primer informe especial, elegí a una pareja occidental, que a menudo iba a lugares turísticos para aclarar la verdad. Fueron muy cooperativos, especialmente porque sabían que yo era nueva en este trabajo. Me dieron un artículo sobre su experiencia de cultivación, que escribieron para que yo lo usara como referencia. Sabía que, para salvar a la gente, debía hacerlo lo mejor que podía.
La primera dificultad a la que me enfrenté fue de traducir bien su artículo. Traduje cuidadosamente párrafo por párrafo, sin que le faltara una sola palabra. Le dediqué mucho tiempo al artículo de una página, revisándolo una y otra vez, para asegurarme de que mi traducción era correcta.
Para mí, la experiencia de cultivación de cada practicante de Dafa era como una epopeya. Quería preservar mucho estos valiosos registros históricos a través de la forma de artículos de los medios de comunicación. Me acordé de las veces que aclaré la verdad junto a esta pareja. Recordé que varias veces, en los sitios de aclaración de la verdad, la señora occidental me dijo cómo la conmovían los turistas chinos quienes, aún bajo la presión en China, todavía buscaban la verdad. Cuando hablaba, los ojos se le llenaban de lágrimas.
Por otra parte, cuando los autobuses turísticos estaban a punto de irse, el practicante occidental sostenía firmemente la pancarta que decía "Falun Dafa es bueno" a la vista de los turistas chinos. Me recordaba a otros practicantes de China que también estuvieron sosteniendo pancartas similares en la plaza de Tiananmen, a lo largo de los años. Cuando había muchos turistas, él utilizaba su horario de comida para seguir contándoles la verdad.
Al recordarlo, me sentí más decidida a escribir bien este artículo. Pensé que debía usar bien mis palabras para presentar esta historia sobre los esfuerzos de los practicantes occidentales para ayudar a los turistas chinos a entender la verdad. Tenía el deseo de hacerlo bien, pero no era tan fácil cuando se trataba de escribirlo. Un buen tema, un comienzo interesante, una historia conmovedora en el medio, un final impresionante, y toda la estructura del informe debe ser coherente y natural -todo esto implicaba que hiciera un gran esfuerzo.
En el proceso de redacción, sentí varias veces que no era capaz de continuar con la tarea. Sin embargo, cada vez me decía: debo continuar, es mi misión sin importar lo difícil que sea. Aunque fuera difícil, no me rendiré y seguiré escribiendo. Habrá una manera de salir de la dificultad, porque este es un artículo para salvar a la gente, y no puedo rendirme. Con esta determinación, Shifu abrió mi sabiduría. Ideas e inspiraciones estallaron en mi mente sin parar.
Cuando llegué al título del artículo, recordé que había querido documentar los preciosos momentos de los discípulos de Dafa occidentales que salvaban a los chinos. Recordé que muchos practicantes de Dafa habían estado en la primera línea aclarando la verdad, a pesar del duro frío en el invierno, y el sofocante calor en el verano. Además, pensé también en todos esos practicantes de Dafa en China que todavía se enfrentaban a la persecución. Deseaba que mi artículo pudiera tener el poder de hablar en nombre de los practicantes chinos, y traerles algo de esperanza.
Deseaba que este artículo hiciera saber a la gente común que los practicantes de Dafa en el extranjero habían formado una entidad sólida sin ser notados. Todos estos factores eran muy importantes.
Al final, desarrollé un título perfecto para el artículo. Terminé de escribir el informe temprano, en la mañana, y se lo envié a la compañera practicante. Mi cuerpo se sentía muy ligero y mi mente purificada. Me sentí profundamente feliz, y parecía haber encontrado mi misión en esta vida. Al finalizar el informe, Shifu me ayudó a eliminar muchas sustancias malas, fortaleció mis pensamientos rectos y me hizo más diligente. Varios días más tarde, vi el artículo publicado en el sitio web del periódico La Gran Época, pulido por los editores. El artículo ha sido visto por más de 1,000 lectores.
Cuantos más artículos he escrito, más amplio se ha vuelto mi camino de cultivación. Cada historia que he escrito me conmueve profundamente. En el proceso de escribirla, la experiencia de cultivación y elevación que comparte cada practicante me ha influido profundamente. Un día, cuando estaba arreglando algunos materiales, pensé en Shifu. En ese momento, de repente llegué a entender cuánto cuidado y esfuerzo ha desarrollado Shifu para sus discípulos.
Cada artículo es la historia de un cultivador. Realmente puedo experimentar su historia mientras estoy trabajando en escribirlo. Hemos progresado y nos hemos elevado juntos, y nos quedamos asombrados y agradecidos por la grandeza de Shifu. En el proceso de ayudar a otra practicante con la presentación de informes, aprendí que, atesorar a otros practicantes y las historias detrás de cada una de sus palabras, significa atesorarme.
Percibiendo la vida al escribir un artículo sobre la aclaración de la verdad
Este año, poco antes de que Shen Yun llegara a mi ciudad, una empresa china local de entrega de alimentos calumnió públicamente en Internet a Shen Yun, La Gran Época y nuestro sitio de aclaración de la verdad, usando un lenguaje muy dañino y vulgar. Siguiendo las sugerencias de los practicantes de la oficina de La Gran Época, decidí escribir un artículo de aclaración de la verdad, contando a la gente los hechos sobre Falun Dafa, la persecución que sufrí en China, y la persecución repetida por las instituciones chinas que son infiltradas por el partido comunista chino (PCCh), incluso estando fuera de China.
Cuando empecé a escribir el artículo, sentí una enorme interferencia de otras dimensiones. Me sentí muy deprimida, y no fui capaz de ordenar mis pensamientos. Mi hija tampoco se sintió bien durante esos días. Después de acostar a mi hija la primera noche, me sentí exhausta física y mentalmente. Sin embargo, seguí escribiendo el artículo al día siguiente. Sabía claramente que debía atravesar este estado. Los malos pensamientos estaban vivos.
El proceso de escribir el artículo fue en realidad uno de eliminar los malos pensamientos en mi dimensión. Cuanto más difícil parecía, más decidida debía estar para superarlos. Las cosas están destinadas a revertirse cuando llegan a un extremo. Una vez que tuve estos pensamientos rectos, comencé a buscar información relevante. También recordé, poco a poco, mi historia de cultivación en los últimos 20 años, desde mi etapa inicial de cultivación hasta la persecución que sufrí en China.
Al hacerlo, basé mi pensamiento y entendimiento en el punto de vista de la gente común. Luego, trabajé en presentarlo a mis lectores, uno por uno. Tardé tres días en terminar el primer borrador. Pude sentir un reflejo no tan bueno de mi estado de cultivación durante el proceso de escribirlo. Sabía que lo que transmitía este artículo no era lo suficientemente bueno para salvar a la gente. Así que, durante los próximos días, hice todo lo posible para revisarlo, dándome cuenta de que debía elevar mi estado de cultivación.
Me di cuenta de que solo después de rectificarme con el Fa y purificar mi corazón sería capaz de escribir un buen artículo. En el segundo día de la revisión del artículo, cuando llegué a la parte en la que iba a decirles a los lectores por qué me cultivo en Dafa, me hice la misma pregunta que me había hecho durante mucho tiempo: "¿Por qué quiero cultivarme en Dafa? ¿Cómo podría demostrar a los lectores la belleza de obtener Dafa?".
Me había hecho esta pregunta muchas veces, pero ni una sola vez emergió una palabra que fuera capaz de expresar el verdadero sentimiento en lo profundo de mi corazón. Traté de escribir una y otra vez, mientras buscaba las palabras apropiadas.
De repente, desde lo más profundo de mi corazón, llegó esta frase: "Cuando una persona encuentra el origen de su vida, es como si abriera un recuerdo sellado durante mucho tiempo; a partir de entonces, es dueña del poder de la vida". Sí, esta era la respuesta que quería.
Mi verdadero yo, al descender capa tras capa desde arriba, finalmente se conectó con la Ley Universal. A través de la cultivación en Dafa, los recuerdos enterrados en lo más profundo de mí se abrieron continuamente. Mi verdadero yo quiso obtener la Ley Universal, ya que mi vida vino aquí por Dafa, que fue el poder que sostuvo mi vida. Cuando llegué con mi escritura a este punto, sentí una corriente cálida penetrando a través de todo mi cuerpo, de la cabeza a los pies.
Mientras seguía escribiendo el artículo, sentía que estaba estrechamente conectada con mi vida. Durante todo el proceso de la escritura, experimenté un entendimiento continuo del Fa y me elevé. Pasé una noche más revisando el artículo. Al mismo tiempo, un practicante me ayudó a agregar y revisar algunos contenidos. La noche en que iba a finalizar el artículo, lo leí cuidadosamente de nuevo, reflexionando y revisándolo. Ajusté el orden de las palabras en cada oración, todo con el propósito de presentar el artículo en la mejor forma posible para ayudar a los lectores a entender mejor a los practicantes de Dafa.
Cuando estuve revisando el artículo una vez más, sentí de repente que cada palabra cobraba vida. No eran simplemente meros caracteres que se veían en la superficie; todas las frases comenzaron a agitarse delante de mis ojos. Cuando estaba pensando en una estructura más apropiada de una cierta frase, la frase se estremecía ante mis ojos.
Sentía que las palabras tomaban la decisión por sí mismas, diciéndome dónde ponerlas. Cuando llegué a la parte final de la revisión del artículo, me sentí profundamente conmovida y agradecida con Shifu desde lo más profundo de mi corazón.
Durante casi una semana entera, no me acosté hasta altas horas de la noche, y mi cuerpo se sentía cansado y agotado. Sentada durante largas horas y evitando ir al baño para ahorrar tiempo, mis piernas y pies se hinchaban. Sabía que todo esto era bueno, y que Shifu me estaba ayudando a eliminar el yeli (karma). Me sorprendió descubrir que era capaz de cultivarme escribiendo un artículo.
Cuando lo terminé, otros practicantes de La Gran Época me ayudaron a darle forma, y lo publicaron en la edición local del periódico. El día en que el periódico fue impreso para su distribución, recibí buenos comentarios de varios practicantes. Más tarde, cuando leí el artículo de nuevo, encontré en él elementos de mi cultivación. Después de haber eliminado partes inmaduras en el primer borrador, y luego revisarlo una y otra vez con gran paciencia, encontré que cada palabra en el artículo cobraba vida y estaba lleno de vigor. Por primera vez en mi vida, supe que las palabras tienen vida. Por primera vez en mi vida, estuve conectada a la espiritualidad que surgía de la profundidad de la esencia de mi vida.
Durante los días siguientes, experimenté más casos de vida espiritual de todas las cosas en el mundo. Dos de los teléfonos móviles desde los que solía enviar mensajes de aclaración de la verdad se volvieron muy lentos en el envío de mensajes.
A través de esta experiencia de escribir el artículo, sentí como si los dos teléfonos móviles fueran mis hijos. No podía abandonarlos, ni imponerles mis ideas. Los sostuve con aprecio en mis manos, y les dije desde lo más profundo de mi corazón que no los abandonaría, sin importar la razón.
Lo que superó mis expectativas fue que la velocidad de los mensajes de texto aumentó mucho más después de que los encendí de nuevo. Me di cuenta de que, cuando realmente los considero como una vida genuina y los trato en un estado de wuwei [estado de no intención], puedo obtener resultados inesperados.
De la cultivación individual a la cultivación en el período de la rectificación del Fa
Este año, finalmente conseguí mi residencia permanente en Australia. Con el fin de ayudar mejor con el proyecto de aclaración de la verdad en los medios de comunicación convencionales, decidí reanudar mis estudios escolares. Esta decisión convirtió mi vida anterior estable, en caos. Ya no estaba tan atenta a hacer las tres cosas como antes. Me sentía muy cansada todos los días. Incluso mi hija de tres años me dijo que estaba cansada.
Un día, en el autobús de regreso a casa de la escuela, un practicante mencionó involuntariamente por teléfono que todo el mundo estaba cansado. Pensé: “Las otras personas definitivamente no estaban tan cansadas como yo". Después de llegar a casa, pensé cuidadosamente en lo que había dicho el practicante. Me di cuenta de que tenía un deseo muy fuerte de consuelo. Durante ese tiempo, además de mi ajetreada rutina diaria superficial, a menudo leía cosas en mi teléfono móvil para relajarme. Mirando hacia atrás en mi estado durante ese período, me di cuenta de que me encontraba en un estado muy peligroso.
Un día, mi hija desarrolló fiebre alta y vomitó. Al verla acostada en la cama, sintiendo dolor y cansancio, supe en mi corazón que solo Shifu y Dafa podían salvarla. Así que le leí Hong Yin, una y otra vez. La fiebre desapareció y mi hija se durmió. En cuanto a mí, mientras más leía los poemas de Shifu de Hong Yin, más despierta me volvía. Esta fue la primera vez que leía Hong Yin con tanta atención, aunque había memorizado los poemas cuando era pequeña. Me di cuenta de que Shifu ha puesto tanto de sí mismo para rectificar el firmamento colosal y salvar a los seres conscientes. Sin embargo, yo no había tomado en serio la rectificación del Fa. Había estado apegada a los sentimientos de la gente común, y no había sido capaz de eliminar mi ego.
Habían pasado tantos años, durante los cuales parecía haber hecho las tres cosas diligentemente. Sin embargo, en lo profundo de mi corazón, me preocupaba mi propia pérdida y ganancia en la cultivación,, mucho más que por salvar a los seres conscientes. Me pregunté: "Hoy has salvado a tu hija leyéndole el Fa. ¿Qué hay de esos seres conscientes que deberías salvar? La vida de tu hija es igual de importante que la vida de los seres conscientes. Pero, ¿cuánto esfuerzo has puesto en salvarlos?".
Pensé en el cansancio que había encontrado difícil de atravesar durante mucho tiempo. Pensé que hacía las tres cosas, y en cómo me sentía contenta con simplemente hacerlas. Pero, ¿he hecho todo lo posible? ¿He sido desinteresada? ¿Por qué mi hija experimentó esos síntomas? De hecho, todo fue porque no estaba alcanzando el progreso de la rectificación del Fa. No había logrado atravesar los niveles y capas que me correspondían. Debido a esto, nada de lo que me rodeaba estaba bien.
El tiempo de la rectificación del Fa avanza rápidamente. Como practicante de Dafa del período de la rectificación del Fa, debo seguir haciendo avances en el Fa, atravesando diferentes niveles. Solo con estos avances podré salvar más vidas en sus respectivos niveles.
Leí nuevamente las enseñanzas de Shifu:
“En el instante justo antes de que se le abran el gong y la iluminación, un 80 por ciento del gong es quebrado, e incluso el estándar de su xinxing tiene que ser quebrado. Se utiliza esta energía para sustentar a su mundo, a su propio mundo” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
El Fa de Shifu despertó de nuevo mi lado original, y me quedé profundamente conmocionada. Después de eones de espera, los discípulos de Dafa han venido a salvar a los seres conscientes, que es a la vez el deseo que anhelo desde hace mucho tiempo.
Cuando me iluminé a este significado del Fa en mi nivel, pude dejar de lado, hasta cierto punto, el apego profundamente arraigado al "yo" con la ayuda del Fa. Desde entonces, he estado navegando con valentía a través del viento y las agitadas aguas para salvar a los seres conscientes -nada puede impedirme hacerlo.
Al día siguiente, me levanté temprano en la mañana para practicar los ejercicios. Sabía que debía atravesar el insignificante cansancio y las penurias en el mundo humano. Esto no es nada en comparación con el deseo que traje a este mundo.
El principio de la generación mutua e inhibición recíproca me dice que sentirme cansada o no depende de si tengo o no la voluntad de superarlo. Cuando hice un gran esfuerzo de atravesarlo por el bien de los seres conscientes, descubrí que el cansancio era solo una noción que había formado en el mundo humano. Cuando me cultivo verdaderamente en el Fa, ni siquiera el concepto del cansancio sería capaz de existir. Ya no tengo ningún concepto de lo que es el cansancio, ni tampoco pensaré en él nunca más. Cuando no pienso en él, se extingue en mi dimensión.
Cuando ulteriormente aclaré la verdad para salvar a los seres conscientes, me sentí muy afortunada de estar en el Fa, y sentí mucha pena por tantos seres conscientes que no conocen la verdad, o que han sido engañados por las mentiras del malvado PCCh, y no están dispuestos a conocer la verdad. Sabiendo que la mayoría de la gente ha venido por el Fa, los ojos se me llenan de lágrimas cada vez que veo a la gente alejándose del sitio de aclaración de la verdad, y pienso en todas esas personas que aún no se han salvado. Con el fortalecimiento de Shifu, este campo misericordioso a menudo hace que los seres conscientes. con relaciones predestinadas se detengan.
Una vez, había una joven dando vueltas en su bicicleta alrededor de nuestro sitio de aclaración de la verdad, como si no pudiera encontrar su salida. Inmediatamente me acerqué para aclararle la verdad, despertando su lado amable. La ayudé a renunciar al PCCh. Después de que llegó a conocer la verdad y de renunciar al PCCh, se fue al otro lado de la calle. Cuando me asomé de nuevo, la joven ya había desaparecido de la vista. En realidad, los seres conscientes están esperando que los salvemos. Somos nosotros los que estamos dispuestos o no a salvarlos.
Durante la última fase de la rectificación del Fa, cada pensamiento de un cultivador determina la vida o muerte de los seres conscientes. Debemos avanzar continuamente, cumplir con los requisitos del Fa en cada nivel, creer en Shifu y el Fa al cien por ciento, hacer las tres cosas bien, y salvar a los seres conscientes. Solo al hacerlo así merecemos el título de "discípulos de Dafa del período de la rectificación del Fa". El único propósito de nuestra vida es salvar a los seres conscientes, y todo lo demás yace en esto.
¡Gracias, Shifu y compañeros practicantes!
(Presentado en la Conferencia del Fa de Australia, 2019)