(Minghui.org) Cuando a alguien lo atropella un auto en los Estados Unidos, aunque se trate de una persona que no habla inglés, el accidente es tratado eficientemente, y nadie espera ser extorsionado. Sin embargo, experimentar el poder de Dafa no es diferente en Estados Unidos que en China, y la comunicación es también la misma.
“¡Ocurrió tan rápido!”, decía suspirando la tía Chen cada vez que hablaba del accidente que protagonizó un mes de enero.
Cuando la tía Chen cruzaba una intersección en la mañana del 6 de enero de 2018, de pronto sintió que una enorme fuerza venía por detrás y perdió la conciencia inmediatamente. Se despertó unos segundos después y se encontró yaciendo en el suelo en el medio de la calle. Su mochila estaba tirada a unos metros.
“¿Qué pasó? ¿Me atropelló un auto?”. Mientras la tía Chen estaba tratando de entender lo que había pasado, unos peatones, que vieron cómo el auto que iba a gran velocidad golpeó a la tía Chen, se acercaron hacia ella.
La tía Chen no hablaba inglés, así que no entendía lo que esta gente estaba diciendo. Poco después llegó una ambulancia y trasladaron a la tía Chen a un centro asistencial.
“Ellos (el personal de emergencias) me estaban acomodando sobre la camilla. Les dije que no había necesidad de ello, pero no escucharon”. La tía Chen se ríe por lo bajo cuando recuerda la situación.
También nos dijo: “Mi hijo estaba asustado cuando le avisaron. Mis parientes rápidamente llamaron a mis familiares en China y en otros lugares, y les notificaron que me había atropellado un auto. Yo entendí, sin embargo, lo que había pasado. Era exactamente como el Maestro mencionó acerca de pagar deudas. Me cultivo verdaderamente y el Maestro me protege. No tenía miedo”.
En el centro asistencial, los resultados de los exámenes sorprendieron a muchos. Aparte de un chichón del tamaño de un huevo atrás de la cabeza, la tía Chen no tuvo fracturas ni ninguna otra herida grave. Estos resultados eran justamente como esperaba la tía Chen.
La tía Chen dijo que quería irse a casa. El agente de la compañía aseguradora no podía creer lo que oía. Seguía recordándole a la tía Chen que si ella no iba al hospital para una examinación, tendría que asumir las consecuencias si llegaba a tener problemas como estasis sanguínea (una afección descrita como el estancamiento de la sangre, que puede causar dolor u otros síntomas).
También le recordó que sin un certificado de diagnóstico por parte del hospital, la compañía de seguros no podría compensarla financieramente. La tía Chen repetidamente le decía que practicaba Falun Gong, y que tenía un modo mucho mejor para recuperarse más rápidamente que en un hospital. Ella le aseguró que no tenía necesidad de ser examinada en un hospital.
La tía Chen explicó su decisión: “Muchas cosas extraordinarias les pasan a los practicantes de Falun Gong”.
Los parientes de la tía Chen, uno tras otro, la llamaron luego de que regresó a su casa y la saludaban. Al escucharla responder a sus preguntas con tanto entusiasmo, todos dijeron: “No suena como si acabara de tener un accidente grave. ¡Es increíble! Falun Gong es asombroso!”.
Al día siguiente de regresar a su casa la tía Chen, no obstante, estaba toda dolorida. Insistió en leer el Fa y hacer los ejercicios.
Su nuera se preocupó y frecuentemente iba al cuarto de la tía Chen a ver cómo estaba. Al notar que la expresión de la tía Chen se fue haciendo más y más calma mientras hacía la meditación sentada, su nuera se fue convenciendo de su recuperación.
Al día siguiente, la tía Chen de pronto sintió un dolor acuciante que comenzó desde la coronilla y se extendió hasta la planta de los pies. Luego, el dolor empezó a ceder pero recomenzó en la cabeza y nuevamente se extendió hasta los pies. Este proceso duró alrededor de media hora.
Su nuera, luego de observar la situación, estaba asustada y preocupada. Ella y el pequeño nieto de la tía Chen trataron de convencerla de que tomara calmantes.
El pequeño niño le decía: “Abuela, por favor, toma una pastilla y el dolor se irá”. La tía Chen respondía: “Gracias por tu preocupación. El Maestro de Falun Gong me protegerá y no habrá peligro para mí”.
La tía Chen no pudo recostarse durante todo el día. Se envolvió en una manta, continuó leyendo el Fa e hizo los ejercicios en posición sentada. Cuando se sentía cansada, simplemente tomaba una siesta en esa posición.
El tercer día, la tía Chen se pudo mover y trató de hacer algunas tareas del hogar. Aunque su hijo presenció el milagro de su rápida recuperación, él todavía no estaba convencido de que ella saliera adelante sola.
Una semana después del accidente de auto, la tía Chen salió para hacer trabajo voluntario luego de terminar sus tareas domésticas del día.
La experiencia de la tía Chen asombró a su hijo. A menudo decía con admiración: “¡Cosas maravillosas le pasaron a mi madre! El auto la golpeó tan fuerte, pero ella está bien. ¡Es increíble!”.
Cuando ella hablaba, sus ojos se llenaban de lágrimas y su voz era trémula: “El Maestro me salvó nuevamente, y se hizo cargo de mi sufrimiento otra vez. ¡Gracias, Maestro!”.
Todavía hoy puede percibirse una hendidura ancha como un dedo en la cabeza de la tía Chen. Ella notó esta hendidura cuando el chichón del tamaño de un huevo desapareció.
La tía Chen ha practicado Falun Gong por más de 20 años. Aunque ya tiene más de 70 años, camina enérgicamente y hace las cosas rápido y prolijamente. Parece como si tuviera alrededor de 50 años.
Desde la presentación pública de Falun Gong en 1992, muchos practicantes de Falun Gong han experimentado el poder de Dafa. Algunos de estos milagros se incluyeron en informes de investigación, unos se publicaron en el sitio de Minghui, y tantos otros fueron pasando de boca en boca entre amigos, parientes y testigos.
Sin importar dónde estos milagros ocurrieron, desafían las mentiras fabricadas y diseminadas por el partido comunista chino (PCCh). Los milagros han confirmado repetidamente que si uno puede seguir verdaderamente los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia que el Maestro de Dafa enseña, experimentará el enorme poder del Maestro.