(Minghui.org) Me gustaría compartir algunas de mis experiencias de cultivación de los últimos 20 años. Comencé a practicar Falun Dafa a principios de 1996 cuando el libro principal de las enseñanzas, Zhuan Falun, estuvo disponible en Australia. Me gustaba hacer los ejercicios. Sabía que era importante estudiar el Fa, pero cada vez que leía más de diez páginas, me daba sueño. No sabía qué hacer. En 1999 Shifu enseñó el Fa en Nueva Zelanda y le pregunté qué debía hacer. Shifu me respondió que debía estudiar más el Fa. Desde ese día, he estudiado una lección cada día. A partir de 2005, empecé a estudiar dos lecciones, y a menudo memorizo el Fa. He memorizado Zhuan Falun dos veces.
Tomo al estudio del Fa como parte de mi vida diaria. Entiendo que solo cuando estudio bien el Fa puedo tener la sabiduría y la habilidad de salvar a más gente. Soy capaz de manejar situaciones difíciles con compasión y tener pensamientos rectos para romper con las tribulaciones y la interferencia de las viejas fuerzas.
Shifu dijo:
"Porque el Fa es la base, es lo fundamental para los Dafa dizi, es lo que asegura todo y es la carretera por la cual los seres humanos se dirigen hacia la divinidad" (Al Fahui de Australia, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).
Shifu también dijo:
"Leer el libro puede resolver todos sus problemas" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).
"Este libro es todopoderoso y omnipotente" (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).
Con la guía del Fa y la protección de Shifu, he transitado mi camino de cultivación hasta el día de hoy. Shifu me ha ayudado a resolver rencores con benevolencia y a eliminar mi yeli. Esta es una oportunidad preciosa. No defraudaré a Shifu.
Hace unos diez años, cuando estaba leyendo el sitio web de Minghui, me di cuenta de los cuatro caracteres chinos, que en español significan "salvar seres conscientes". En las semanas siguientes sentí que no tenía pensamientos humanos y mi corazón estaba lleno de benevolencia. El campo de energía a mi alrededor era enorme. Me sentí triste cuando pensé en cuánta gente aún no había sido salvada. Sabía que salvar a la gente era mi misión, mi juramento prehistórico, y lo que Shifu esperaba de mí. Me dije que debía hacerlo bien.
Decidí que tenía que salir a hablar con la gente. Empecé a ir a los lugares donde muchos chinos compraban. No fue fácil. A veces, cuando terminaba de trabajar, ya era tarde y estaba agotada. A veces me preguntaba si estaba bien dejar de ir. Mi respuesta siempre fue: "No, debo ir". Si no fuera a ir por alguna excusa hoy, o por otra excusa al día siguiente, no sería posible hacerlo. Siempre que fui a aclarar la verdad sentí que una corriente cálida fluía por todo mi cuerpo y mi cansancio desaparecía. ¡Estoy agradecida con Shifu por haberme fortalecido!
Los inviernos son fríos en Canberra. Me dolía la cara por el viento, y era difícil estar fuera. Me repetía que debía entregar todos los materiales que había preparado. Los fines de semana, solía ir a la embajada china para hacer las tres cosas. No importaba si era en el frío invierno, el calor del verano o la lluvia, yo participaba. Me iluminé a que haría una gran diferencia que los practicantes sostuvieran carteles.
En el camino de Canberra a Sídney un día, noté que un autobús lleno de turistas chinos se había detenido para bajar y tomar un descanso. Les dije a los otros practicantes en mi auto que deberíamos hablar con ellos. Les expliqué a los turistas la importancia de abandonar al partido comunista chino (PCCh). Casi todos renunciaron, excepto dos personas que dijeron que lo pensarían. Mientras hablaba con ellos, sentí que mi campo de energía era muy poderoso y que lo que decía podía penetrar y tocar las partes más profundas de sus almas. Lo sabía porque tenía el corazón para salvar a la gente y Shifu me estaba fortaleciendo y ayudando.
Una noche, mientras aclaraba la verdad en el barrio chino, una señora china se acercó y me dijo: "La última vez me ayudaste a renunciar a la liga juvenil. Después de irme a casa, se lo dije a mi marido. Dijo que también quería dejarlo. Por favor, ayúdalo a dejar la liga juvenil". Y añadió: "Lo que estás haciendo es muy significativo. Gracias". Muchos occidentales han sido comprensivos y alentadores. Pero esa fue la primera vez que un chino dijo algo así. Me sentí muy animada.
Un día, una gran camioneta se detuvo frente a la embajada de China. Por lo general, cuando los turistas nos ven, se suben a su autobús con prisa para alejarse de nosotros. Cuando vi esta camioneta de pasajeros, los turistas ya estaban volviendo. Para cuando crucé la calle, ya podían haberse ido. Pensé: "Pase lo que pase, debo ir allí y darles la oportunidad". Cuando llegué a la camioneta, el conductor abrió la ventana, tomó los materiales y dijo: "Por favor, ayúdenos a abandonar el PCCh. Somos siete en la camioneta. El partido se ha vuelto tan corrupto. ¿Por qué no dejarlo?". Ayudé a todos a abandonar el PCCh con un seudónimo.
Durante el reciente Parlamento, se pidió a los practicantes que realizaran peticiones al gobierno australiano. Yo ayudé a juntar firmas. Cuando una joven pidió firmar, le dije que la petición se presentaría al Primer Ministro y al Ministro de Asuntos Exteriores. Ella dijo: "Yo sé de esto. La última vez que volé a los EE. UU., la persona sentada a mi lado me habló de la persecución". Después de firmar su nombre, le conté sobre el documental Carta de Masanjia que se proyectaría próximamente. Dijo que definitivamente iría a verlo.
Impresionada por su conciencia, no pude evitar pensar en el buen trabajo que hizo el practicante que habló con ella. Los practicantes de todo el mundo han estado difundiendo la información y, de hecho, han desempeñado un papel importante en la salvación de la gente.
Cuando me involucré en la promoción de Shen Yun, no sabía cómo empezar. Pensé en una practicante de la tercera edad y creí que ella en particular no sería capaz de hacer mucho. Pero vi que ella seguía visitando comercios, y cada semana vendía unos 10 boletos. Me di cuenta de que a ella le iba muy bien. Así que también empecé a promocionar Shen Yun de esa manera. Visité tiendas, repartí volantes y coloqué pósteres. Hice todo lo que pude para decirle a la gente lo hermoso que es Shen Yun. Muchos me dijeron que comprarían sus propios boletos. Vendí unas 200 entradas. No soy muy inteligente cuando se trata de cosas comunes. No soy buena para tratar con la gente y no soy una vendedora. Pero llegué a comprender que, mientras tengamos corazones puros, Shifu nos ayudará.
Como dice Shifu:
"Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo"
(Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II))
He estado promoviendo Shen Yun durante más de diez años. Tengo entendido que Shen Yun salva a la gente, pero las viejas fuerzas interfieren. Por lo tanto, se requiere mucho esfuerzo y dificultades para vender cada boleto. Es muy importante promover Shen Yun de una manera profesional, ya que refleja la marca de Shen Yun. Por otro lado, la habilidad de promover Shen Yun depende del estado de cultivación del practicante que lo promueve. A veces, cuando estaba en buen estado, pude convencer a más de 30 o incluso 40 personas para que fueran a ver el espectáculo. Más tarde, los vi salir del teatro llenos de alegría y felicidad. A veces, solo podía convencer a unas pocas personas para que fueran. Mi estado de cultivación influyó en el resultado. Cada día antes de salir, estudiaba dos lecciones de Zhuan Falun, enviaba pensamientos rectos y hacía los ejercicios. Quería estar en mi mejor y más puro estado para salvar a los seres conscientes.
Los últimos dos meses antes del espectáculo, tuvimos un estand dentro de un centro comercial para promocionar Shen Yun. Después de que un practicante que trabajaba a tiempo completo en ventas se fue a otro país, la promoción del espectáculo en el centro comercial se hizo difícil. Me dije que tenía que llenar esta vacante.
Así que cambié de trabajo y pasé dos meses trabajando a tiempo completo para promocionar Shen Yun. Había bastantes centros comerciales. Uno estaba muy lejos y la venta de entradas no era buena. Nadie quería ir allí. Yo tampoco. Pero pensé que si me negaba, sería difícil para el coordinador. A veces el coordinador me decía que escogiera entre dos centros comerciales. Solo le agradecí por su amabilidad y fui al que estaba alejado.
Con el progreso de la rectificación del Fa, no hay necesidad de que tanta gente se involucre en la promoción de Shen Yun. Me recordé que todavía hay muchos proyectos para salvar a la gente que tenemos que hacer con firmeza. Escucharé a Shifu y haré lo que Shifu me pida que haga y cumpliré lo que Shifu quiera. Shifu dijo:
"Validen Dafa con razón, esclarezcan la verdad con sabiduría, difundan el Fa y salven a la gente con benevolencia..." (Racionalidad, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Había pocos practicantes en Canberra, por lo que la protesta pacífica que se mantenía frente a la embajada china era llevada a cabo por practicantes de Sídney. Me uní a este proyecto a principios de 2005. Salíamos de Sídney temprano el sábado por la mañana y regresábamos el domingo por la noche. Tres años después, el coordinador me preguntó si podía quedarme en Canberra. Dije que me quedaría por un tiempo, ¡y terminé quedándome por diez años! Sin embargo, en mi corazón, no dejaba de pensar en volver a Sídney. Sentí que había muchos proyectos de clarificación de la verdad en los que podía ayudar y el estudio del Fa en grupo allí era muy beneficioso para mí y me ayudaba a elevar el xinxing. Pensé que tenía que ser responsable de mi cultivación. Podía renunciar a un entorno de vida comparativamente más cómodo y soportar la pérdida financiera. Debía volver a Sídney, que es un lugar mejor para la cultivación.
A principios de este año, ayudé a promocionar Shen Yun en Sídney y me quedé allí durante casi dos meses. Me sentí muy bien, como si hubiera regresado a casa. Pensé en quedarme en Sídney después de que terminara la promoción de Shen Yun. Tuve que volver a Canberra. En el camino, un practicante me llamó y me preguntó si había decidido regresar a Sídney. Yo le respondí: "Sí, pero todavía tengo que preguntarle a Shifu". Tuve que pasar un par de semanas en Canberra para ocuparme de algunas cosas. Si durante este tiempo, Shifu no me daba ninguna pista, entonces estaba decidida a dejar Canberra.
Cuando regresé a Canberra, no quise asistir al grupo de estudio del Fa, ya que en mi corazón ya me había ido. El domingo fui a un cruce de caminos para aclarar la verdad. En el momento en que me quedé allí, pensé: "Aquí es donde debo aclarar la verdad". Sentí como un pequeño shock y una corriente de energía me atravesó. Sentí como si me hubieran quitado una cascara, y mi cuerpo era alto y enorme. Me sentí alegre. Sabía que el Maestro me estaba fortaleciendo y dándome una pista. Debo quedarme en Canberra para salvar bien a los seres conscientes y cumplir mi misión.
En el pasado pensé que era virtuoso mantener un perfil bajo y que era bueno ser introvertida. Así que rara vez hablaba cuando había intercambios sobre nuestras experiencias después del estudio del Fa en grupo. Pensé que era el coordinador quien debía decidir si el ambiente de cultivación era bueno. Ahora me doy cuenta de que soy parte de este ambiente y que tengo la responsabilidad de cooperar con el coordinador en Canberra y con otros practicantes y cumplir con las tres cosas que el Maestro nos pide que hagamos. Debemos mejorar juntos, y debemos seguir el ritmo del progreso de la rectificación del Fa.
Gracias, Shifu. Gracias, compañeros practicantes.
(Presentado en el Fahui de Australia 2019)