(Mingui.org) ¡Saludos, venerable Maestro y compañeros practicantes!
Tengo 80 años y he practicado Falun Gong durante 24 años. No tengo forma de expresar mi agradecimiento y respeto al Maestro Li, pero quiero presentarle al Maestro y compartir con mis compañeros practicantes mis experiencias de cultivación.
Tuve una hernia discal lumbar a los 51 años. Me dolía la pierna, no podía caminar y quedé prácticamente paralizada.
Mi hijo me cargaba en sus espaldas para llevarme a los hospitales, pero en ninguno me curaron.
Estaba postrada en la cama y lloraba todos los días. Mi hermana, que vivía en la ciudad, le pidió a su esposo que me trasladara a su casa en octubre de 1995.
Ella dijo que había una práctica de qigong que podía hacer maravillas en la cura de enfermedades. Querían que fuera a ver el video de las conferencias del Maestro.
Mi hermana me informó que sería en la casa de un practicante en el segundo piso. Me preocupaba que no me fuera posible subir allí, pero mi hermana me dijo que no había problema así que dije: “Bien, iré”.
Fui capaz de pararme tan pronto como dije eso. Cuando llegamos, dos practicantes ayudaron a subirme hasta el segundo piso.
Al día siguiente, no podía mover la espalda. Mi sobrino me llevó al sofá, y me empezó a temblar todo el cuerpo sin parar.
Cuando mi hermana regresó de trabajar y me vio, me dijo: “No temas”. Yo respondí: “Es posible que esta noche no pueda ir a ver el video”.
“Sí, puedes, en tanto quieras hacerlo”, me dijo. A lo que respondí: “Bien, iré”.
Sentí que alguien me presionaba el cuerpo mientras mi hermana preparaba la cena. Luego, se me pasó el temblor y pude mover la espalda.
Para sorpresa de mi hermana pude levantarme de la cama por mis propios medios. Luego de que le contara lo que había pasado, ambas estábamos extasiadas. Mi hermana exclamó: “¡Qué maravilla. El Maestro vio que quieres obtener el Fa. Él te está cuidando”.
Mi hermana y otro amigo me ayudaron a trasladarme para ver el video luego de la cena. Esa noche en un duermevela vi a un hombre vestido de negro que me decía: “Viniste de tan lejos a aprender Dafa. Eres una verdadera cultivadora”.
Le conté a mi hermana acerca de esto y dijo: “Es un Fashen del Maestro alentándote”.
A la tercera noche, luego de ver el video, empecé a vomitar. Y así continué durante toda la noche. Era una horrible cosa rojiza.
“El Maestro está limpiando tu cuerpo”, dijo mi hermana. Mi cuerpo estaba totalmente limpio luego de que finalicé de mirar las nueve conferencias del Maestro.
Las últimas dos noches, pude caminar al sitio sin ayuda. Aún hoy me emociono cuando lo recuerdo.
Pude salir del auto y subir las escaleras por mi cuenta cuando regresé a casa. Ver a alguien que había estado casi paralizada durante cinco años entrar caminando por sus propios medios a la casa dejó boquiabierta a mi familia. Les dije que había aprendido Falun Dafa y que fue el Maestro de Dafa quien me había curado. Estaban muy agradecidos y las noticias de mi asombrosa recuperación corrieron por todo el pueblo.
Estaba agradecida con el Maestro y quería ayudar a más gente a aprender Dafa. Les conté lo que me había pasado a todos con los que me encontraba. Les dije que Dafa cura dolencias y mejora a las personas. Les insistía que vinieran a practicar Falun Dafa. Como se sumó cada vez más gente, decidimos establecer un sitio de práctica en nuestro pueblo.
Hablé con el funcionario del pueblo y le pedí usar un edificio que estuviera libre. Al ver los cambios en mí y al escuchar lo maravilloso que era Dafa, hizo los arreglos para conseguirnos una casa.
Hice pequeñas modificaciones a la casa y la limpié meticulosamente. Los practicantes venían a hacer los ejercicios por la mañana y a estudiar el Fa por la tarde.
Éramos unas 70 personas en un momento dado. Los practicantes de pueblos vecinos también se acercaban.
Cada mañana, llevaba agua al sitio para limpiarlo. El baño especialmente requería de limpieza dado que tanta gente lo utilizaba.
Muchos practicantes nuevos tenían preguntas y yo las respondía pacientemente y los ayudaba a corregir sus movimientos.
Nunca había ido a la escuela y era analfabeta; muchos de nosotros éramos agricultores analfabetos así que nos era difícil estudiar las enseñanzas.
Encontré un practicante que era un profesor de la escuela secundaria. Él leía Zhuan Falun en voz alta y nosotros lo seguíamos y mirábamos a las palabras.
Fue muy útil para aquellos de nosotros que no sabíamos leer. A veces, todos los practicantes de todo el distrito venían a nuestro pueblo a estudiar juntos.
Reunía los almuerzos que cada uno llevaba y se los calentaba. Nuestro xinxing se elevó luego de que nos cultiváramos durante un tiempo.
En el invierno, limpiábamos las calles principales luego de que nevaba. Un funcionario de la oficina del distrito que visitaba nuestro pueblo nos vio y preguntó: “¿Cómo es posible que haya gente barriendo la nieve en su pueblo?”.
Cuando le dije que éramos practicantes de Falun Dafa y que éramos voluntarios, dijo: “Falun Dafa es ciertamente maravilloso”.
A menudo íbamos juntos a otros pueblos a difundir Dafa. También hacíamos ejercicios cerca del mercado y organizábamos para que la gente viera el video de las conferencias del Maestro.
La ciudad natal de una de las practicantes en nuestro pueblo estaba a unos 30 kilómetros y ella manifestó que quería difundir Dafa allí. Encontré un practicante que sabía leer, y los tres fuimos para allá.
Hice los arreglos para que se entregaran los libros de Dafa o se enseñaran los ejercicios cuando alguien lo solicitara. Estábamos todos felices y entusiasmados de difundir Dafa y la distancia no era un escollo.
La banda de Jiang Zemin empezó a perseguir Falun Dafa en julio de 1999, y se forzó al sitio de práctica de nuestro pueblo a cerrar. Muchos practicantes dudaron y algunos abandonaron.
Más tarde pudimos leer el sitio Minghui y algunos sugirieron que deberíamos buscar a los anteriores practicantes y alentarlos a regresar.
Contacté a aquellos que habían continuado cultivándose y establecí un sitio de práctica en mi casa. También se sumaron practicantes de los pueblos vecinos.
Nos hemos reunido durante unos 20 años sin interrupción desde entonces. Nunca fui a la escuela así que no pude leer o estudiar el Fa por mi cuenta.
Esto me preocupaba y le pedí ayuda a un practicante que sabía leer. Señalaba cada palabra y la leía en silencio cuando él la decía.
Finalmente, pude leer Zhuan Falun por mí misma. Ahora puedo leer todos los libros de Dafa.
Sería absolutamente imposible para alguien de mi edad aprender a leer fluidamente si no fuera por Dafa. El Maestro abrió la sabiduría en mí.
Una practicante que me encontró hace dos años me contó que su tía tenía parálisis facial y quería traerla a mi casa a practicar los ejercicios. La recibí y estudiamos el Fa juntas durante dos meses hasta que se recuperó.
Una practicante de un pueblo cercano no podía encontrar un grupo local de estudio del Fa así que se unió a nosotros. Al comienzo cometía errores cuando leía. Con paciencia, todos la corregíamos y la ayudamos a mejorar su xinxing. Ahora puede leer el Fa muy bien.
Otra practicante, de pronto avisó que iba a dejar de concurrir. Hice lo mejor posible para que se quedara, pero dijo que no. Cantamos las canciones que los discípulos de Dafa habían escrito. Las habíamos cantado juntos antes y esto nos alegraba, pero esta vez ella se cubrió los oídos y no quiso escuchar. Yo empecé a llorar frente a su actitud y ella también lloró. Nos abrazamos y dejamos correr nuestras lágrimas. Tal vez mi benevolencia la conmovió y disolvió la interferencia de las viejas fuerzas. Ella aceptó seguir viniendo al estudio del Fa. Estudiábamos el Fa juntas, distribuíamos material informativo de Dafa y le contábamos a la gente en el mercado los hechos sobre Dafa. Continuamos haciendo esto hasta hoy.
Todos los practicantes dicen que hay buena energía en nuestra casa. Se sienten tranquilos y cordiales cuando vienen aquí a estudiar Dafa.
Como dijo el Maestro:
“Nuestros sitios de refinamiento de gong son mejores que los sitios de práctica de gong de cualquier otro método de gong; si vas a refinar gong en nuestro sitio, es mucho mejor que si tú reparas la enfermedad. Mis Fashen se sientan en un círculo y por encima del sitio de refinamiento de gong también hay una cobertura, sobre la cual hay un gran Falun; un gran Fashen cuida el sitio sobre la cobertura. Ese sitio no es un sitio común, no es como esos sitios comunes donde se practica gong, es un sitio de xiulian. Muchos de nosotros con gongneng hemos visto que este campo de nuestro Falun Dafa está cubierto por una luz roja, una vasta extensión roja” (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Gracias a la protección del Maestro, nuestro sitio de estudio del Fa se ha ido fortaleciendo por casi 20 años.
Con frecuencia salíamos a colocar pósteres para informar a la gente de los hechos acerca de Dafa luego de que empezara la persecución en 1999. Una noche los estaba colocando en los postes de luz de una gran calle.
La policía vio los afiches y acudió a buscarme. Me escondí tras los arbustos, y el auto policial se detuvo justo frente a mí. Sostuve la respiración, me quedé quieta, y envié el pensamiento: “No dejes que me vean”. Caminaron en derredor y se fueron. Luego terminé de colocar los carteles.
Varios practicantes fueron arrestados cuando la malvada persecución estaba en su peor momento, y nuestro grupo de estudio del Fa estableció relevos para enviar pensamientos rectos.
Los practicantes se quedaban en mi casa luego del estudio del Fa. Yo permanecía en vela toda la noche para despertarlos cada vez que daba la hora. Enviábamos pensamientos rectos durante toda la noche. Limpiábamos muchos factores malvados en otras dimensiones.
Mi casa está cerca de un mercado de productores y habíamos ido allí para distribuir material informativo sobre Dafa durante los últimos 20 años.
Como un oficial militar retirado, mi cuñado era leal al partido comunista chino (PCCh) y creía sus mentiras.
Le dije los hechos sobre Falun Dafa antes, pero simplemente se enojó. Su esposa tenía problemas de hígado y la hospitalizaron el pasado mes de noviembre. Estaba seriamente enferma y la visité.
El hospital prácticamente había desistido de curarla así que envié pensamientos rectos durante algún tiempo.
Le dije a mi cuñado: “Pídele que repita ‘Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’. Luego ella se recuperará. Tú también deberías hacerlo".
Mi hijo añadió: “Tío, es verdad. Mi mamá se recuperó simplemente haciendo los ejercicios luego de estar paralizada durante muchos años. Los médicos no podían ayudar. Y no ha tomado una sola pastilla en 20 años”.
Mi cuñado escuchó y ocurrió un milagro: Mi cuñada se fue recuperando gradualmente y le dieron de alta en el hospital.
Un mes después, los encontré. Ella me dijo: “Estoy repitiendo las oraciones todos los días. Y mi esposo, también. Falun Dafa es realmente milagroso”.
(Presentada durante el 16.˚ Fahui de China en Minghui.org)