(Minghui.org) Algunos practicantes locales fueron arrestados recientemente. Esto me llevó a mirar hacia adentro, y encontré algunas de mis omisiones.
Un practicante que fue arrestado tuvo síntomas de yeli de enfermedad durante algunos años, pero no afectó su capacidad para validar el Fa o salvar a la gente. Como practicantes, no debemos pasar por alto ni siquiera asuntos triviales. Siento que todos los practicantes que han oído hablar de esto deben tomar nota, cultivarnos más diligentemente, y recordar amablemente al practicante sobre cualquier apego que hayamos percibido.
Shifu dijo:
“Cada apego puede causar problemas físicos” (Enseñanza del Fa en el Fahui de la Costa Oeste 2015).
El Maestro no reconoce los arreglos de las viejas fuerzas. Como discípulos de Dafa, si no podemos cumplir con los requisitos del Maestro, podemos tener omisiones y no ser capaces de negar verdaderamente los arreglos de las viejas fuerzas. No solo necesitamos cultivarnos bien, sino también señalar amablemente los apegos de otros practicantes. Este es un paso importante para que nos cultivemos y mejoremos juntos. Entiendo que también es parte de nosotros ser responsables con los otros.
Me gustaría hablar de una de mis experiencias de cultivación. El sistema operativo de mi ordenador un día no funcionaba. Intenté recuperar el sistema, pero no funcionó. Era difícil comunicarme con el técnico practicante, y tuve que dejar de intentar conectarme a Internet.
Cuando empecé a mirar hacia adentro me di cuenta de que a veces me sentía alejado del técnico practicante cuando hablábamos. No podía ser tan abierto con él como con otros practicantes. Detrás de mi renuencia a hablar sinceramente con él estaba el miedo al conflicto y a tener un malentendido. Temía que pensara que lo estaba menospreciando si señalaba sus omisiones. Realmente no estaba mirando hacia adentro y comprendiendo la situación basándome en los principios del Fa. Cuando me di cuenta de esto, me dije que si volvía a ver al técnico practicante, necesitaba romper con mi miedo y señalar sus omisiones.
Justo en ese momento miré por la ventana y vi al técnico practicante. Abrí la ventana y lo llamé.
Encendió mi computadora y descubrió que el problema del software no era demasiado grave. Ya que instaló el sistema operativo, sería capaz de arreglarlo fácilmente. Sin embargo, no solo no pudo arreglar el sistema operativo, sino que se puso aún peor. Le pedí que dejara la computadora a un lado y le dije que teníamos que hablar.
Rompí mi nerviosismo y le dije lo que había observado. No dejaba de decir que no podía entenderme y me pidió que le hablara directamente. Al final, yo estaba tan molesto que empecé a llorar. Pero el practicante dijo que todavía no podía entenderme. Finalmente dijo que como ya había hecho todo lo posible para comunicarme con él, miraría hacia adentro para encontrar sus apegos.
Cuando se fue, al ir a apagar la computadora descubrí sorprendido que había comenzado a recuperarse.
El practicante regresó a la mañana siguiente y me dijo amablemente que había mirado hacia adentro después de que hablamos. Dijo que encontró el apego de tener miedo a que surjan problemas al hacer las cosas. Dijo que seguiría mirando hacia adentro.
Unas semanas más tarde, muchos practicantes fueron arrestados al mismo tiempo. El técnico practicante se salvó de esa situación tan extremadamente peligrosa.
Cuando escuché esto, comprendí que la razón por la que el practicante podía validar el Fa durante la persecución no era solo porque se cultivaba bien y seguía los requisitos del Maestro, sino también porque estaba dispuesto a mirar en su interior.
Cuando las cosas suceden, si podemos examinarnos en el momento crítico y mantener pensamientos rectos, el Maestro nos protegerá y nos dará la sabiduría para saber qué hacer. Este incidente también me mostró cómo transitar correctamente el camino de la cultivación durante la rectificación del Fa.