(Minghui.org) ¡Saludos, Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Nací en una región montañosa muy pobre de la provincia de Anhui, pocos años antes de la gran hambruna en China. Éramos tan pobres que rara vez tenía zapatos y no teníamos suficiente para comer. Después de crecer, me casé y me convertí en madre soltera a los 30 años.
Fui profesora en una escuela afiliada a una empresa estatal. Todos los funcionarios de la escuela estaban bien relacionados. No sabían ni les importaba enseñar. Solo les interesaba el dinero. No les di "regalos" como hicieron otros profesores, ya que tenía poco dinero, y no quería sobornar a nadie. Como consecuencia, me trataron mal en esa escuela.
Cuando casi perdí la esperanza en 1996, obtuve una copia del libro Zhuan Falun. Inmediatamente me sentí atraída por el libro. Continué leyendo el libro durante todo el día e incluso me olvidé de comer. Fue entonces cuando me convertí en practicante de Falun Dafa (también llamado Falun Gong). Del libro llegué a comprender por qué sufren los seres humanos, y quise seguir al Maestro para regresar a mi verdadero hogar.
Jiang Zemin y sus seguidores lanzaron la persecución contra Falun Dafa en 1999. Durante esos momentos difíciles, confié aún más en el Maestro Li. Sabía que no había nada malo en Verdadera-Benevolencia-Tolerancia, y creo firmemente en estos principios.
He estado practicando Falun Dafa durante 23 años. Hay mucho que decir y muchas historias que compartir. El camino de la cultivación ciertamente no es fácil, pero nada puede impedirme seguir al Maestro.
Los practicantes locales decidieron que necesitábamos validar el Fa públicamente para mostrar nuestro apoyo a Dafa. Esa mañana, más de 60 practicantes nos reunimos en un distrito muy concurrido de la ciudad e hicimos los ejercicios de Falun Dafa. Colocamos una pancarta de diez metros de largo, con las palabras "Falun Dafa es bueno". La música de los ejercicios podía ser escuchada claramente por las multitudes que iban de compras a varias calles de distancia. Me sentí muy bien cuando hice los ejercicios. Sentí el Falun (rueda de la ley) girando, y mi cuerpo se sintió muy ligero.
Abrí los ojos cuando terminamos la hora de ejercicios de pie y vi que estábamos rodeados de varias filas de policías. Un oficial nos gritó: "¿Quién es su líder?". Una practicante femenina respondió con firmeza: "No tenemos líder". La policía nos ordenó que nos pusiéramos en fila y empezaron a tomarnos fotos. Los practicantes a mi alrededor se mantuvieron en calma, y nadie se movía.
De repente pensé: "No, no puedo ser arrestada. Mi hijo, un estudiante de secundaria, me necesita en casa. Debo ir a casa”.
Tan pronto como lo pensé, empecé a caminar hacia el círculo de policías. Llevaba un par de zapatos de cuero de tacón alto que habitualmente emitían un sonido fuerte cuando los tacones golpeaban el suelo duro. Esta vez, sin embargo, mis zapatos no hicieron ningún ruido mientras caminaba sobre el duro hormigón. Sentí como si estuviera caminando sobre una alfombra suave. Cuando llegué a la policía, dos de los oficiales se hicieron a un lado y me dejaron pasar. Después de alejarme del peligro, mis zapatos comenzaron a hacer un sonido fuerte nuevamente. Regresé a casa sana y salva.
Más tarde me enteré de que los otros practicantes habían sido arrestados. Algunos fueron llevados a un centro de lavado de cerebro, y otros fueron detenidos en campos de trabajo.
Durante las vacaciones de verano de 2009, tomé una bolsa con materiales de aclaración de la verdad y me dirigí a mi ciudad natal. Quería que la gente allí supiera la verdad sobre Falun Dafa.
En la estación de autobuses de larga distancia, un inspector de seguridad me detuvo y me ordenó que bajara mi bolso para una inspección. Pensé que él no podía inspeccionar mi bolso.
Tan pronto como se formó este pensamiento recto, el inspector sonrió y me empujó muy fuerte. Casi me caigo. Entonces me di cuenta de que ya había pasado la línea de inspección y estaba dentro de la estación. Agradezco sinceramente al Maestro por protegerme.
Llegué a mi ciudad natal después de varias horas y esperé en el bosque hasta casi la medianoche. Luego distribuí rápidamente los volantes, DVD y amuletos a todas las casas. Los aldeanos los verían cuando abrieran sus puertas a la mañana siguiente.
Cuando terminé, caminé por el sinuoso camino de la montaña. No había nadie esa noche. Todo lo que podía oír eran animales aullando en las montañas circundantes. No tuve miedo, porque sabía que el Maestro estaba allí conmigo. Recité el poema del Maestro:
“Un gran ser iluminado no teme a las penalidades
Su voluntad está formada de diamante
Sin apego a la vida ni a la muerte
Camina abierta y majestuosamente su sendero en la rectificación del Fa”
(Pensamientos y acciones rectas, Hong Yin (II)).
Envié pensamientos rectos mientras caminaba. Después de unos 30 kilómetros, llegué a otro pueblo. Mis piernas estaban doloridas y cansadas. Me senté y esperé.
Apenas estaba anocheciendo cuando el autobús se detuvo frente a mí. Se dirigía a la capital de la provincia, y el conductor esperaba en la puerta del autobús. Rápidamente me subí al autobús. Justo cuando me sentaba, un joven se subió al autobús. Estaba comiendo buñuelos. Me sonrió y me dijo: "Mira qué grande eres. ¡Todo el autobús es para ti!". No me di cuenta de que el Maestro me estaba animando a través de las palabras de este joven. Yo respondí educadamente: "Oh, pronto habrá más gente subiendo al autobús". De repente me di cuenta de que el joven que acababa de hablar conmigo había desaparecido. Yo era la única pasajera en el autobús.
Me quedé dormida. Cuando me desperté, había llegado a mi parada de autobús. Este viaje duró más de 20 horas. Debido a la larga caminata, mis pies estaban cubiertos de ampollas. Sin embargo, mi corazón estaba lleno de felicidad.
Una nueva política gubernamental exigía que todas las escuelas afiliadas a empresas estatales se convirtieran en escuelas públicas comunitarias en 2002. Todos los empleados de las escuelas serían transferidos al sistema de escuelas públicas, excepto, "cualquier profesor que haya sido sancionado no sería transferido", decía el documento del gobierno. Con esta "norma", como era practicante de Falun Dafa ya no tendría trabajo.
El Maestro dijo:
“Al enfrentarse con los daños infundados, al enfrentarse a la persecución de Dafa y al enfrentarse a la injusticia forzada contra nosotros, no podemos tratar las cosas o aceptarlas categóricamente de la manera que fue hecha anteriormente en la cultivación personal, porque los discípulos de Dafa están ahora en el período de la rectificación del Fa. Si un problema no es causado por nuestros propios apegos o equivocaciones, entonces tiene que ser que el mal está interfiriendo o haciendo cosas malas” (La rectificación del Fa y la cultivación, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).
Pensé: "No reconoceré la persecución de las viejas fuerzas".
Fui a hablar con funcionarios de diferentes niveles, incluyendo los de seguridad pública, la oficina 610, el consejo municipal y el comité de educación de la ciudad. Les dije que los practicantes de Falun Dafa son buenas personas. Sabían de mi reputación como una excelente profesora. Los funcionarios con los que hablé fueron todos educados, y muchos prometieron que tratarían de resolver el problema.
Una noche tuve un sueño muy claro. Estaba suspendida sobre una zanja llena de agua sucia. Una colega estaba de pie cerca con una expresión misericordiosa en la cara. La alcancé con mi mano derecha, pero ella estaba demasiado débil para levantarme. Entonces vi a un hombre de pie al otro lado. Llevaba un traje. Me miraba con una expresión seria pero compasiva. Me acerqué a él con mi mano izquierda y esperando que me levantara. En lugar de tomar mi mano, de repente apareció justo a mi lado, y entonces sentí como si alguien me estuviera jalando de mi chaqueta. Inmediatamente tuve la fuerza suficiente para elevarme fuera de la zanja.
Sabía que el Maestro me estaba ayudando y que pronto sería capaz de superar este obstáculo. Tenía fuertes pensamientos rectos.
Fui a ver al director del comité de educación de la ciudad otra vez. El director dijo de inmediato: "No hay problema. Tu trabajo será transferido". También elogió mi anterior trabajo en la escuela.
Los líderes de la compañía a la que estaba afiliada mi escuela me apoyaron mucho. Pasaron una semana hablando con funcionarios de alto nivel y enviando informes diciendo lo eficiente que era, y que mi puesto de trabajo debía ser transferido al sistema público, incluso si practicaba Falun Dafa. Una amiga y colega me dijo: "Me tomé un día libre y estaba dispuesta a pasar todo el día buscando a los líderes del comité de educación de la ciudad y hablarles de ti. ¿Y sabes qué? Cuando entré en la oficina del comité, todos los líderes entraron, ¡mientras tenían una reunión! Pude hablar con todos ellos en menos de dos horas. Falun Dafa es poderoso".
Algunos días después, el gobierno de la ciudad notificó a mi escuela que "La profesora que practica Falun Dafa tiene un permiso especial para ser transferida al sistema de escuelas públicas. Por favor, procedan inmediatamente". Todos los profesores aplaudieron cuando se anunció esto en mi escuela.