(Minghui.org) Shifu nos enseñó:
"Sin embargo, hemos dicho que siendo una persona que refina gong, hay que llegar a no devolver el golpe ni los insultos, hay que exigirse con un estándar alto" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).
Las siguientes son dos historias acerca de mi cultivación.
Huevos rotos
Mi esposo y yo fuimos de compras al supermercado local. Estaba lleno, y con mi carro me topé con una mujer que sostenía huevos, rompiendo varios. Ella comenzó a insultarme.
Me disculpé: "Lo siento mucho. No quise tropezar contigo, reemplazaré tus huevos rotos".
Ella continuó regañándome e insultándome. Mantuve la calma mientras le quitaba los huevos. El cajero se apresuró y se ofreció a reemplazar los huevos, diciendo: "Fue un accidente, no te preocupes por eso".
Con una sonrisa dije: "Está bien, pagaré por esto, no quiero causarte ninguna pérdida".
Mientras pagaba mis compras, la mujer todavía estaba molesta conmigo y seguía insultándome. Sonreí y le dije que cuanto más me insultaba, mejor yo estaba. Ella se calló.
De camino a casa, mi esposo se quejó diciendo que yo había sido demasiado cobarde. Sonreí y le dije: "Esto es lo que Shifu nos pide que hagamos. Shifu enseña a los practicantes a no defenderse y a considerar a los demás cuando hacen cosas. ¿No es así como me comporto en casa contigo?".
No pelear con mi esposo
Mi esposo llegó a casa del trabajo un día mientras yo lavaba los mosquiteros de las ventanas. Usé una manguera para rociarlos y luego los froté a mano. Estaba siendo cuidadosa, pero él pensó que era incompetente. Agarró la manguera, me golpeó la cabeza, luego me empujó con fuerza mientras me insultaba por ser demasiado lenta.
Todavía estaba enojado cuando lo enfrenté, sin miedo a ser golpeada nuevamente. Me miró, me insultó un poco más y se alejó.
Poco tiempo después me encontró y, en un susurro, me preguntó si todavía estaba enojada con él. Le dije: "No, los practicantes no se enojan. Además, debería agradecerte desde el fondo de mi corazón".
Se alejó hablando solo: "Desde que comenzaste a practicar Falun Dafa, ya no puedo pelear contigo".
Al practicar Dafa, he abandonado mi mentalidad competitiva. Ya no discuto con los demás. Me las arreglo para no luchar cuando me golpean, no responder cuando me insultan. Agradezco sinceramente a Shifu por enseñarme la tolerancia y cómo seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
¡Xiexie Shifu!