(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en diciembre de 2010. Antes de eso, la gente me llamaba “ave fénix”. Era dueña de mi propio negocio, me hice millonaria a los 20 años, y me casé con un hombre de Singapur. Mis pares me envidiaban. Parecía que todo marchaba sobre ruedas en mi vida.
Con el tiempo, sin embargo, perdí el rumbo y empecé a darme gustos. Con frecuencia iba a clubes nocturnos y gastaba grandes sumas de dinero en relojes y carteras lujosos. Era muy común que me embriagara junto con mis empleados y clientes. Mi madre empezó a preocuparse por el vuelco que estaba dando mi vida y trató de presentarme a Falun Dafa, pero me negué a considerarlo.
En diciembre de 2010, me estaba recuperando del nacimiento de mi hijo. Debido a que contraté a una enfermera para que se hiciera cargo de todo, no tenía mucho para hacer y miraba TV todo el día. Un día, vi un ejemplar de Zhuan Falun sobre una mesa. Sentí curiosidad de por qué mi madre creía en Dafa con tanta firmeza, llevé el libro a mi habitación y leí dos lecciones. Mi familia quería que descansara, así que me persuadieron de tomar una siesta. Cuando me dormí, tuve un sueño en el que hacía trizas todo en mi casa. Luego vi a un hombre que no conocía, pero cuya presencia me hizo sentir completamente relajada. Él extrajo de mi cuerpo un ser de color verde brillante que gritaba mientras lo quitaba.
Me desperté, corrí al cuarto de estar, y le conté a mi familia acerca del sueño. Me di cuenta de que sentía el cuerpo muy liviano y de que el dolor del parto había desaparecido. Luego de hacerme practicante, comprendí que el hombre en mi sueño era el Maestro Li Hongzhi (el Fundador de Falun Dafa) y que había purificado mi cuerpo.
Cuando comencé a practicar Dafa, tuve otro sueño en el que veía claramente algunos seres espeluznantes y sin torso que volaban hacia mí. Un par de manos invisibles me estrujaban el cuello y me asfixiaban.
De pronto, recordé lo que había aprendido ese día: las fórmulas para “Enviar pensamientos rectos” de Escrituras esenciales para mayor avance (II). Me mantuve recitando las fórmulas: las manos me soltaron el cuello y sentí, instantáneamente, que mi campo energético estaba limpio y brillante.
El Maestro dijo en la Sexta Lección de Zhuan Falun:
“Tú refinas gong, tú obtienes el Dao, pero esas tantas cosas que debes, ¿no las devuelves? Ese no lo acepta y no te va a dejar refinar. No obstante, esto es también un reflejo en un nivel, después de un período ya no se permite que este fenómeno siga existiendo; esto quiere decir que una vez que muelas y atravieses esta deuda, no se le permitirá venir a molestarte de nuevo. Dado que la cultivación es más rápida en el xiulian de nuestro Falun Dafa, los niveles también se atraviesan”.
Continué estudiando el Fa todos los días. Sabía que no era fácil ser un practicante. Me iluminé a que solo al ser capaz de hacerme una con este Fa tendré la habilidad de salvar seres conscientes y regresar a mi verdadero hogar con el Maestro. ¡No quiero ni pensar en lo que me habría convertido si no hubiera obtenido Dafa!
Pronto empecé a hablar con la gente de mi entorno, a entregar información sobre Dafa y a explicar cómo Dafa estaba siendo perseguida por el partido comunista chino. Un día, durante mi almuerzo, vi a otra practicante en la entrada del metro. Estaba parada junto a un tablón que contenía información sobre Dafa y entregaba materiales a los transeúntes. Le pedí algunos folletos y empecé a repartirlos. Señaló una cámara y dijo: “Eres de China continental, así que ten cuidado por tu seguridad”. Me dijo que iría a la estación de metro cercana a mi casa al día siguiente para entregar folletos y me invitó a sumarme.
A mi esposo le preocupaba que esto pudiera afectar mi situación como residente permanente así que trató de persuadirme de practicar Dafa en casa y no hacerlo en lugares públicos. Cuando estudié el Fa esa noche, pensé que si no era capaz de validar el Fa mientras estaba en el extranjero, entonces me sería imposible aclarar la verdad acerca de Dafa a la gente en China. Llamé por teléfono a la practicante y le pregunté a qué hora debíamos encontrarnos. Mi esposo intentó detenerme varias veces, pero me mantuve firme. Pensé: “¿Se preocuparía un ser divino por una residencia permanente?”.
La mañana siguiente, llegué a tiempo, acomodé el tablón y comencé a repartir folletos. Un par de oficiales de policía uniformados caminaron hacia mí. El corazón se me aceleró y me di cuenta de que era mi apego al miedo. Envié pensamientos rectos para eliminar el temor y logré calmarme. Poco después, me di cuenta de que algunos oficiales de policía encubiertos se habían ubicado cerca, observaban y sacaban fotos. Seguí entregando folletos. Cuando la oficial a cargo caminó hacia nosotros, le sonreí y le ofrecí el último folleto.
Debido a los requerimientos de mi compañía, regresé a China. Sabía que esto estaba arreglado por el Maestro ya que tenía muchos familiares que esperaban que yo los salvara. A mis empleados en China les sorprendió que la jefa astuta y artera que conocían hubiera cambiado completamente. Les conté sobre Dafa y la persecución. Todos dijeron que sabían que Dafa era bueno, pero me preguntaron si estaba preocupada por mi seguridad ya que yo necesitaba operar con el gobierno. Les dije que nuestro Maestro nos enseñó a ser buena gente y que no tenía nada de qué preocuparme puesto que no había hecho nada malo.
Con el tiempo, me di cuenta de que se mantenían distantes de mí por lo que los reuní un día y les hablé sobre mis experiencias de cultivarme en Dafa. También les dije que no abandonaría la práctica. Les agradecí por su preocupación acerca de mi seguridad y les solicité que hablaran sin reservas respecto de los aspectos que yo necesitaba mejorar. Sonrieron y dijeron que el Maestro Li y Falun Dafa son realmente maravillosos.
En el pasado, cuando se acercaban las festividades y el Año Nuevo Chino, me agotaba decidiendo qué regalos les daría a los funcionarios del gobierno para mantenerlos contentos y ganar su favor. En 2011, no le envié presentes a nadie. Esto fue porque me había deshecho de mi apego a la codicia. En 2012, solo traje algunos regalos baratos para mis clientes con el objeto de aclararles la verdad sobre Dafa. Hablé con muchos oficiales de gobierno de alto rango y los ayudé a renunciar al PCCh. Me creyeron luego de ver el gran cambio en mi salud física y mental al empezar Dafa.
Cuando un funcionario del gobierno fue a mi compañía, le aclaré la verdad. Se mostró un poco evasivo al principio, pero luego sacó de su bolsillo un recuerdo de Dafa y me dijo que uno de sus parientes es practicante y que él mismo había renunciado al PCCh.
Cuando renové mi oficina, les hablé a todos los trabajadores acerca de Dafa. Una vez, cuando fui a controlar el avance de la construcción, vi a los trabajadores guardar algo en sus bolsos. Se sobresaltaron cuando me vieron. No les dije nada; tan solo aclaré la verdad sobre la persecución a Dafa. Todos aceptaron renunciar al PCCh y uno de ellos estaba interesado en aprender Dafa. Debido a que él necesitaba trabajar todos los días y no tenía tiempo de leer el libro, le compré un reproductor de MP3, le cargué todas los audios con las lecciones del Maestro, y le enseñé a usar el aparato.
Luego de que la renovación se terminara, el trabajador fue a verme y quiso pagarme el reproductor. Me dijo: “La llamaré Maestra”. Rápidamente le respondí que el Maestro Li había dicho en Zhuan Falun: “Al mismo tiempo, no se permite llamar a los estudiantes (dizi) que transmiten Falun Dafa maestro o gran maestro, solo hay un Shifu de Dafa. No hay diferencia si entraron antes o después, todos son dizi”.
Un día, les aclaré la verdad a dos repartidores. Ambos expresaron su apoyo a Dafa y uno de ellos, incluso, mencionó que había practicado Dafa cuando estaba en el ejército, antes de que empezara la persecución. Me contó que el comandante de su división era practicante y les enseñaba los ejercicios y que, mientras patrullaba en Zhongnanhai (la oficina central del PCCh), vio muchos oficiales de alto rango que practicaban los ejercicios.
Sin embargo, cuando comenzó la persecución el 20 de julio de 1999, él dejó de practicar. Fue a trabajar a Beijing luego de dejar el ejército y ya no pudo conseguir los materiales de Dafa. Le dije que si aún quería aprender los ejercicios, le podía dar una copia de Zhuan Falun. Estaba eufórico y me agradeció efusivamente.
Antes de practicar, me esforzaba mucho en enviar dinero y presentes lujosos a los líderes de todas las organizaciones a fin de hacer más contactos y ganar más dinero. Luego de que comencé a practicar Dafa, estaba determinada a seguir sus principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y deshacerme de mis apegos a la fama y la ganancia. Estaba decidida a seguir un camino recto al hacer negocios.
Un día, un cliente rescindió un contrato y le dio el proyecto a otra empresa sin consultarme. Mi compañía ya había terminado el diseño cuando uno de mis empleados averiguó que otra agencia licitadora estaba publicitando la construcción del mismo proyecto. Esta cuestión ocurrió dos veces, pero no me molesté. Les expliqué a mis empleados los principios kármicos de Dafa: si algo realmente nos pertenece, no lo perderemos; si algo no era nuestro, no lo tendríamos incluso si lucháramos por eso. Agregué que tal vez era porque yo le debía a ese cliente en el pasado.
Un tiempo después, una representante del cliente vino a verme. No le hice pasar un mal rato. Sabía que era difícil para ella porque la decisión había sido tomada por su superior. Preparé un acuerdo suplementario para rescindir el contrato. Cuando algunos escucharon cómo había resuelto el conflicto, pensaron que yo era una tonta. Dijeron: “¿Por qué no los llevas a juicio?”. Simplemente sonreí y no dije nada.
El Maestro dijo:
“Esta vía nuestra apunta directamente al corazón humano; entonces, ante los beneficios personales y en medio de los conflictos de la gente común, poder o no tomar livianamente y con ligereza estos asuntos es el punto clave” ("Cuarta Lección", Zhuan Falun).
Luego del incidente, el gerente de esa compañía planeaba darme un nuevo proyecto, pero pedía un 50% de descuento sobre la comisión del agente. Le agradecí y rechacé la oferta. No quería empezar una competencia despiadada con otras compañías. Sabía que solamente por el camino recto podía hacer que el negocio marchara sobre una base sólida a largo plazo. Sabía que era un proyecto multimillonario y que aun si les daba el descuento, sería capaz de hacer mucho dinero.
Dos años después, esa compañía le pidió a la mía que fuera el agente para licitar un nuevo proyecto de construcción. Esta vez, no pidieron descuento. Nos habían elegido luego de comparar entre varias agencias. El año pasado, nos dieron proyectos valuados en decenas de miles de millones. También nos recomendaron a otras compañías. Aquellos que se rieron de mí antes se burlaban: “Parece que la fortuna favorece a los tontos”.
A través de esta experiencia, entendí más cabalmente lo que el Maestro dijo acerca de la pérdida y la ganancia: “Si algo te pertenece, no lo pierdes, y si algo no es tuyo, no lo consigues por más que luches” (Séptima Lección, Zhuan Falun).
Como empresaria, no perdí nada y no adopté los corruptos métodos prevalentes que otros negocios usan. Por el contrario, después de que me deshice de los apegos de fama y ganancia y operé honesta y diligentemente, mi empresa comenzó a mejorar. La gente a mi alrededor también sintió mi compasión y sinceridad. De cierta forma, esto también validó Dafa.
Cuando llegué a Australia hace tres años y medio, me uní a un equipo telefónico que hacía llamadas a China para disuadir a los perpetradores de participar en la persecución. Me esforcé por librarme de cualquier interferencia que pudiera afectar mis llamadas. Cuando escuché que otros practicantes de la plataforma tenían algunas dificultades, los alenté a que leyeran más el Fa y a que atesoraran las oportunidades de salvar gente. Aunque muchos practicantes viven fuera de China, hay quienes no pueden aclarar la verdad fluidamente en chino a aquellos que trabajan en el sistema policial. Como una practicante china que vive en el extranjero, creo que tengo la responsabilidad de ayudar a completar esta misión.
Sé que los números de teléfono de estos policías no son fáciles de obtener. Debemos hacer buen uso de cada número y aliviar algo de la presión sobre los practicantes que están siendo perseguidos en China. A través de llamadas sistemáticas, ha habido progresos en algunas áreas de China donde la persecución es más severa. El proceso de hacer llamadas telefónicas también me ha permitido encontrar mis propias falencias.
Para concluir, me gustaría compartir la enseñanza del Maestro en Recuerden:
“Es necesario que los Dafa dizi aseguren cada día el xiulian; aclarar la verdad y salvar a la gente es la misión de los Dafa dizi. En el camino hacia la Perfección, no puede faltar ninguno de los dos. Cómo será el resultado, dependerá de si eres diligente o no en el estado del xiulian. La situación de la sociedad va a cambiar, pero el requisito del xiulian nunca va a cambiar, porque eso es el estándar del cosmos, es el estándar de Dafa”.
Lo relatado son mis experiencias luego de empezar a practicar Falun Dafa. Mi nivel de cultivación es limitado. Por favor, señálenme si hay algo inapropiado.
¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, compañeros practicantes!
(Presentado en el Fahui de Australia 2019)