(Minghui.org) Nota del editor: El autor es un practicante que comenzó a practicar Falun Dafa en 2018. Mientras buscaba el Dao en Nepal, se tropezó con un video que exponía la sustracción forzada de órganos llevada a cabo por el partido comunista chino (PCCh) a una practicante viva de Falun Dafa (también llamado Falun Gong).
Le conmovió la firmeza de la practicante de Dafa en su creencia y comenzó a leer sobre Falun Dafa, y finalmente comenzó a practicarlo. Lo que sigue es su relato personal de la búsqueda del Dao en medio de la lucha por la fama y la riqueza.
La vida antes de cultivar Falun Dafa
Como estudiante universitario, era joven y ambicioso, y estaba expuesto y tentado por la fama y la riqueza del círculo de entretenimiento. Aprendí hip hop en mi tiempo libre, y entré a formar parte de un grupo de hip hop compuesto por estudiantes de varias universidades. Nuestro grupo ganó el primer premio en varias ocasiones en concursos de talentos universitarios en la ciudad, y por lo tanto se estableció una conexión de negocios con una emisora de televisión local.
Fui seleccionado para uno de los programas que MTV produjo. Más tarde, un productor de una empresa japonesa patrocinó un evento de captación de talentos de la televisión por satélite Hunan, con el objetivo de desarrollar un mercado en China mediante la formación de un grupo de chicos como los de Japón y Corea. Los amigos de la cadena de televisión me inscribieron al concurso de MTV.
Impulsado por la vanidad, abandoné la universidad y entré en la competición en Shangái, y llegué a la final por suerte, a pesar de mis habilidades de baile y canto amateur. Finalmente perdí el concurso y regresé a mi ciudad. La frustración y vanidad de haber estado en la televisión me hizo dejar todo a un lado para aprender habilidades de canto y baile.
Fui a Beijing a aprender hip hop. Conocí a un representante a través de un amigo, y me convertí en aprendiz de un grupo de muchachos en su compañía de representación. El profesor de baile del grupo era el profesor de baile más veterano de Corea, y sus estrictos requisitos expusieron mis defectos.
Era testarudo y corto de vista, y por lo tanto tenía cada vez más conflictos con el profesor. El profesor quería echarme, pero desesperadamente me fortalecí en todo tipo de entrenamiento físico extremo para evitarlo. Gradualmente desarrollé depresión, pero mi anhelo de fama y riqueza todavía me impulsaba.
Intenté buscar la redención y el alivio, pero todo lo que pude encontrar fueron palabras no diferentes del libro Sopa de Pollo para el Alma. También intenté leer libros de psicología extranjeros. Finalmente pude calmarme y controlar mi negatividad.
Aprendiendo sobre lo místico
Hice un nuevo amigo y usé sus influencias para ir al Monte Wutai como turista. Me levanté temprano para asistir al canto de los lamas. No sabía nada de estar sentado en meditación, así que cerré los ojos y escuché. Me sentí bien. Cuando los lamas estaban saliendo para la ceremonia de la ofrenda del fuego, vi a un monje de unos 70 años con una túnica gris parcheada que se inclinaba ante la estatua de Bodhisattva (Pusa) en el templo.
Mis ojos se iluminaron y sentí curiosidad. Me acerqué a él, ahora me doy cuenta de mi ingenuidad, y le pregunté: "¿Dónde vives?". El monje no me miró, sino que respondió en voz baja: "No tengo nada". Me encontraba al borde de las lágrimas. Había estado luchando tan duro en la ciudad, pero el monje vestido con ropas remendadas era tan poderoso, y su tranquilidad era tan pacífica como el océano.
Creía que había algo misterioso en él, pero no me dijo nada.
Le pregunté: “¿Adónde vas ahora?”. Me dijo el nombre de un lugar muy lejano a donde iba en su peregrinación. Le pregunté cómo llegaría allí y me dijo que caminaría. Me quedé atónito y saqué todo mi dinero, varios cientos de yuanes (100 yuanes = 14$US) en total. Me quedé un poco para mí y le di el resto a él. Como todavía no me había mirado. Le empujé el dinero hacia él.
Cuando salía del Monte Wutai, los lamas me dieron un folleto para que lo recitara todos los días. El folleto estaba lleno de verborrea china clásica, hechizos y nombres de Buda. Me pareció muy interesante y lo recité para entretenerme cuando volví. Poco a poco, me di cuenta de que no podía vivir sin recitarlos. Quería recitar cada vez que me sentía mal. A partir de entonces, mi depresión desapareció gradualmente.
Enfrentando lo mundano
Con el paso del tiempo, el proyecto de la compañía fracasó, y los miembros se fueron uno tras otro, y me quedé sin trabajo. Al mismo tiempo, mi padre fue degradado de su posición de oficial debido a la corrupción, y también fue multado con una gran cantidad de dinero. Mis padres se divorciaron.
Todos estos golpes me mostraron un sabor amargo de la vida: los altibajos de mi carrera, la traición de una amante, la distancia entre hermanos debido a la fama y a la riqueza, la volatilidad del corazón humano, y el declive de la familia. Solo quería emborracharme para adormecerme, pero todavía tenía que enfrentarme a todo cuando estaba sobrio. A veces quería morir.
Intenté encontrar una salida en la literatura. Leí muchos libros y observé a mucha gente, pero me pareció que todo el mundo estaba sufriendo estas cosas de la misma manera, y yo simplemente las estaba sufriendo a una edad más temprana. Estaba muy sorprendido y me preguntaba ¡por qué estaba aquí!
Buscando lo divino
Un día, de repente, quise buscar la fuerza espiritual pacífica y compasiva que vi en el viejo monje, pero no sabía cómo comenzar. Sabía que una manera de encontrar las respuestas era a través de la gran sabiduría de un Buda o una Pusa, porque había experimentado algunos cambios sutiles al recitar el folleto.
Continué buscando respuestas y poco a poco me adentré en el estudio de los sutras, reglas y tratados tibetanos. Pasé varios años estudiándolos y asistí a un encuentro en el Tíbet. Me ofrecí como voluntario para trabajar en el Tíbet, como limpiar la basura. No tenía otras habilidades, así que trabajé a tiempo parcial mientras estudiaba sutras, reglas y tratados como budista laico de la escuela Nyingma.
Fui tomando conciencia de casos reales de poderes sobrenaturales que, aunque suenan míticos, tenían pruebas inequívocas que la ciencia no podía explicar. Estaba profundamente convencido de ello y lo anhelaba.
Mi entendimiento alcanzó un nivel diferente después de que vi un documental de American Discovery Channel que mostraba a un joven que se sentaba en meditación durante seis años sin comer ni beber. Mis lágrimas brotaron mientras miraba el video, y me di cuenta de que lo que se decía en las escrituras budistas era real.
Durante los años siguientes, pensé en el joven tan pronto como empezaba a leer las escrituras, y quise encontrarlo y buscar respuestas de él. Abandoné todo en China; con todo el dinero que había ahorrado del trabajo, y algunos ahorros de mi familia, fui a buscar al santo a Nepal.
Encontré el camino a Nepal, caminé un día por las montañas y finalmente llegué a un campamento. Me dijeron que el santo estaba en un campamento al otro lado del bosque, y que no recibiría visitas fuera del período de enseñanzas. Conseguí permiso para quedarme en el campamento, así que armé mi tienda en la casa de bambú que los monjes habían construido.
Comencé a aprender nepalí usando los libros que había traído conmigo. La mayoría de los monjes eran adolescentes y algunos sabían hablar inglés. Todos estaban vestidos con túnicas azules. Cuando celebraron la reunión oficial, fui con el grupo al otro campamento y me encontré con el santo que había estado deseando conocer.
Me quedé en el campamento central y trabajé como voluntario, y me reuní con el gurú unas cuantas veces más. Pero debido a mi visa y razones financieras, además de algunos cambios en mi familia, no pude quedarme en la maravillosa tierra santa por mucho tiempo.
De vez en cuando bajaba de la montaña para pasear por la ciudad cuando me aburría, donde podía encontrar restaurantes y WiFi. Podría conectarme con mi familia a través de Internet y entrar en YouTube. El bloqueo a Internet no existía en Nepal, así que pude ver cosas en YouTube que la ciencia no podía explicar.
Encontrando a Falun Dafa
En una ocasión me encontré con un video sobre la extracción de órganos a personas en vivo. Al principio pensé que alguien había exagerado, pero al ver el video, con mi experiencia como intérprete, me di cuenta de que las declaraciones hechas por los policías arrepentidos eran absolutamente ciertas, porque su emoción y estado de ánimo no eran algo que pudiera ser fingido.
Las inolvidables declaraciones del policía decían, impotente: “Mientras el cuchillo se hundía, la sangre salpicaba de inmediato. (La mujer) gritó sus últimas palabras, ‘¡Falun Dafa Hao (Falun Dafa es Bueno)!’”.
Mis lágrimas cayeron de inmediato. La víctima era una maestra de escuela, y obviamente había recibido una educación. ¡Quién iba a imaginar que en una era tan materialista, alguien podría ser tan firme en su creencia hacia su Maestro!
Pensé que los sufrimientos de Milarepa no existirían hoy en día. Pero me equivoqué. Grité en mi corazón: “¡Qué extraordinario!”. “¡Qué extraordinario!”. Sabía que a lo largo de la historia, los santos que habían alcanzado la consumación preferían renunciar a su vida antes que vacilar en su fe, incluso en medio de un sufrimiento inhumano.
Pensé que esa fe ya no existía en el mundo actual, porque, ¡solo mira a la gente de hoy! Sabía que al menos yo no podría hacerlo.
Quería saber lo que ella había aprendido y averiguar qué enseñaba su Maestro. Milarepa fue un héroe para mí. Siempre he ido en esa dirección.
Inmediatamente busqué Falun Dafa en YouTube. Muchos de los resultados de la búsqueda fueron calumnias y algunas de las calumnias fueron completamente insolentes. Despreciaba a los que hacían esos videos. Finalmente encontré www.falundafa.org y me conecté. No pude descargar el video por alguna razón, pero sí los audios. Así que empecé a escuchar de inmediato.
Mientras escuchaba la Primera Conferencia, se me pusieron los pelos de punta: “¡Cielo santo! ¿Qué me he estado perdiendo?”. Seguí escuchando y encontré las respuestas a todas las preguntas, dudas y cosas que no entendía de la vida. Mi corazón gritaba de emoción. Nunca me había sentido así antes.
Débilmente, reviví el shock que el viejo monje me causó hace 10 años. De hecho, han pasado muchos años sin que yo lo supiera. El gobierno de Nepal estaba tratando de complacer a las autoridades chinas, y por eso no pude encontrar una copia de Zhuan Falun.
Dejé unos comentarios en un sitio web de Falun Dafa, y sabía que alguien me ayudaría. De hecho, un practicante que los vio me envió por correo el libro que necesitaba. Desafortunadamente, el PCCh me confiscó Zhuan Falun cuando estaba entrando a China desde Nepal después de que mi visa expiró.
Había encontrado el video con las instrucciones de los ejercicios en Internet y había aprendido las cinco series de ejercicios por mi cuenta antes de salir de Nepal. También había leído las escrituras del Maestro Li (el Fundador) repetidamente y había recibido respuesta a todas mis preguntas. No sabía hasta ahora que el mundo de hoy en día es extraordinario -¡los dioses y los humanos están coexistiendo!
Me di cuenta de lo mezquino que soy al ser arrastrado por los hábitos y la pereza. Aprendí el significado más profundo del Fa del Maestro después de leer una serie de artículos escritos por otros practicantes.
Ahora mi corazón solo está puesto en practicar Falun Dafa. Sé que el Maestro no se dio por vencido con un solo ser consciente, y ha estado sentando las bases en el mundo para la expansión final de Dafa. El Maestro ha estado soportando el yeli (karma) de los discípulos para sacarnos del mar de la amargura de regreso a nuestro hogar.