(Minghui.org) Cuando mi hijo estaba en la secundaria se volvió muy adicto a navegar en internet. Él podía ir a cibercafés nada más acabar las clases y a veces estaba allí toda la noche. De un momento a otro dejó de estudiar el Fa y de hacer los ejercicios.
Al empeorar su adicción dejó de comer y dejó de hablar con la gente. Él podía jugar a juegos de internet de madrugada y dormir hasta la tarde del día siguiente. No tenía ningún interés en la vida que no fuera jugar a videojuegos o estar con el móvil. Cuando fuera que le pidiera que hiciera algo, primero tenía que terminar su juego.
Sin importar lo mucho que yo lo intentara él no cambiaba. Parecía como si él nunca fuera a ser capaz de dejar su teléfono móvil. Mi marido y yo ya no sabíamos qué hacer. Mi hijo solía ser un chico amable y razonable pero cambió a alguien irreconocible e irracional después de volverse adicto a internet y su teléfono móvil.
Yo me entristecía fácilmente cuando las cosas no salían como yo quería. Tenía todo tipo de apegos como resentimiento, celos y comodidad que eran muy difíciles de dejar. Afortunadamente todavía tenía Dafa para ayudarme a resolver los conflictos que surgieron. Todavía no era capaz de mantener mi xinxing cuando me enfrentaba con esos conflictos ya que no había dejado ir realmente mis apegos. Llegué a estar preocupada por mi estado de cultivación.
Después leí un artículo en Minghui semanal que me ayudó a comprender que muchos practicantes mejoraron a través del estudio del Fa intensivo. Comencé a aumentar mi tiempo de estudio, memorizar, recitar y escribir el Fa. Fui capaz de dejar ir mis apegos gradualmente. Comprendí que mientras más principios del Fa tenía en mi mente menos apegos mantenía. Como resultado, pude mantener la calma fácilmente y mi ambiente también mejoró.
Solía estar ansiosa cuando hablaba con mi hijo. Una vez cambié ya no tenía mucho que decirle y solo me sentía triste por él ya que estaba terriblemente controlado por su adicción a internet. Esto también era porque no lo eduqué muy bien para que llegara a ser una buena persona. Sentía que había cometido un crimen enorme.
Al mejorar yo misma la gente a mi alrededor parecía ser más amable y maravillosa. Entendí que eran las sustancias negativas en mi interior, y el hecho de no poder abandonar mis apegos lo que antes había impactado negativamente en la gente a mi alrededor.
Mi hijo cambia
Una vez, cuando mi hijo vino a casa, noté que había cambiado positivamente: él pasaba menos rato en su teléfono móvil y tenía más autocontrol que antes. Le pedí ayuda al maestro para que le ayudara a eliminar su adicción al teléfono.
Cuando lo vi a él jugando videojuegos de nuevo una noche, me puse muy descontenta y lo critiqué. El me replicó “¿Sabes qué? estaré despierto toda la noche (para jugar).” Inmediatamente me di cuenta de que estaba equivocada. Estaba movida y había dicho algo que no debía. Entonces fui a otra habitación para enviar pensamientos rectos por casi una hora.
Después le pedí a mi marido que fuera a ver cómo estaba. Mi marido me dijo que él estaba ya en la cama. En el pasado mi hijo no se hubiera ido a dormir para nada cuando él estaba disgustado conmigo.
Desde ese entonces, mi hijo dejó de jugar videojuegos completamente. Sabía que sin la ayuda del Maestro esto habría sido imposible
Lo animé a él a que estudiara el Fa de nuevo. A pesar de que él todavía no es practicante, ha mejorado mucho. También dejó de ser tan holgazán y comenzó a preocuparse por las cosas. Ya no volvió a quedarse despierto hasta la madrugada y dormir hasta tarde como solía hacer.
Como dice el dicho: “Realmente no hay nada de lo que preocuparse en este mundo. Solo un idiota podría ser molestado”. Cualquier cosa que me molestaba estaba enraizada en mi interior porque no vivía según el estándar de una practicante. El Maestro nos ha dado este maravilloso Dafa y yo debería tranquilizar mi mente para estudiarlo y atesorarlo además de caminar mi camino de cultivación rectamente.