(Minghui.org) He sido muy bendecida desde que comencé a practicar Falun Dafa en 1996 y desde entonces, el venerable Maestro Li ha estado cuidando de mí.
La alegría de encontrar y difundir a Dafa
El 14 de enero de 1996, fue cuando mi esposo llegó a casa del trabajo e inmediatamente dijo: "Mi compañero de trabajo está practicando Falun Gong. Parece ser bastante bueno. Nuestra vecina está mostrando el video de Falun Gong en su casa esta noche. ¿Por qué no vas a verlo tu primero?" Mi esposo se ofreció a cuidar a nuestro hijo de tres años para que yo pudiera ir después de la cena. Mi vecina me recibió calurosamente en su casa pacífica y me sirvió té. En el video, el rostro afectuoso y compasivo del Maestro me atrajo más y más profundamente en los principios del Fa que exponía. Sentí el poder del Fa resonar en lo profundo de mi ser y como si finalmente hubiera descubierto el sentido de la vida.
Cuando llegué a casa esa noche, apenas pude contener mi alegría: "Hoy es mi verdadero cumpleaños, ¡debo hacer un registro de ello!" Con un bolígrafo en la mano, no podía encontrar un lugar apropiado en mi casa para registrar mi descubrimiento que me cambió la vida, así que dije: "No necesito escribirlo, sólo necesito recordarlo". Me tranquilicé y fui a ver a mi suegra a su casa en el ala norte. Le dije: "Nuestra vecina, la tía Liu, está mostrando el video de Falun Gong en su casa. Fui a verla hoy, fue increíble. Podríamos ir a verla juntas mañana por la noche". Mi suegra estuvo de acuerdo.
Al día siguiente fuimos ambas. Cuando llegamos a casa ella empezó a tener fiebre y a la vez diarrea, pero no se sintió enferma en absoluto. Le dije: "Vaya, eso es increíble. El Maestro ya está cuidando de ti". Fuimos a ver el video de nuevo la misma noche y ella al final se sintió bien. Unos días más tarde, se llevó a otros dos vecinos con ella y ellos también se convirtieron en practicantes de Dafa. Comenzamos nosotros tres practicantes en la familia, otros de la familia política de mi marido, incluyendo su cuñada, su hermana y el marido de su hermana, pronto se convirtieron también en practicantes de Dafa. Naturalmente, la casa de mi suegra se convirtió en el lugar de estudio del Fa y mi marido en el coordinador de nuestro grupo. Nuestra rutina en ese momento era hacer los ejercicios por la mañana, estudiar Fa los lunes, miércoles y viernes por la noche y ejercicios en el parque los martes, jueves y sábados por la noche. A medida que aumentaba el número de practicantes, creamos un nuevo lugar de práctica en el exterior de un centro comercial cercano.
Lo que podrían haber sido relaciones complejas en una gran familia cambió para siempre. Ahora todos se llevaban bien y la alegría y las sonrisas abundan. Mi suegra difundió la buena noticia por todas partes. Armada con copias de Zhuan Falun, presentó a Falun Dafa a las familias de los tíos y tías de mi marido. La tía paterna de mi marido en Beijing y la tía materna en la provincia rural de Hebei, también se convirtieron en practicantes de Dafa. Su tío compuso poemas alabando a Dafa y los escribió en caligrafía tradicional. Aunque nadie de mi lado de la familia política practicaba, todos seguían las enseñanzas de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y vivían en armonía.
Desde que empecé a practicar, todas mis dolencias desaparecieron y siempre estaba llena de energía.
Trabajaba en una guardería donde mi jefe y mis compañeros de trabajo sabían que era una practicante de Dafa. Me llevaba bien con todos, incluyendo a los padres en el jardín de infantes, y trabajaba duro en mi trabajo. Al ver los cambios en mí, algunos de mis compañeros de trabajo también se convirtieron en practicantes de Dafa. Mi jefa apoyó mucho a Dafa; incluso nos ofreció un lugar para mostrar el video del Maestro enseñando el Fa. Incluso aquellos que no se convirtieron en practicantes se identificaron con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Yo era la jefa de equipo de uno de los dos edificios en el jardín infantil y fui premiada por mi servicio durante dos años consecutivos. Una vez, cuando repararon el patio frente al jardín infantil, los obreros dejaron algunas rocas y escombros al borde del camino. Era incómodo para los padres al entrar y salir cuando venían a recoger o dejar a sus hijos. Dos compañeros de trabajo que también eran practicantes de Dafa trabajaron conmigo un día para limpiar los escombros después del trabajo. Al día siguiente todos dijeron unánimemente que sabían que la buena acción era llevada a cabo por los practicantes Dafa en el trabajo. Todo eso hizo que el trabajo del jefe en equipo fuera mucho más fácil, ya que todos se llevaban bien y trabajaban juntos. Para mí todo eso era una bendición del Maestro.
Los sábados por la mañana, practicantes de todo el condado se reunían en un parque cerca de las calles principales para hacer los ejercicios y difundir la práctica. Los coordinadores de Dafa estaban allí para enseñar a todos los que quisieran aprender. Los domingos, algunos de nosotros también íbamos a las aldeas para difundir y enseñar los ejercicios de Dafa. Algunos practicantes llegaron hasta el punto de ponerse en contacto con los comités de las aldeas para preparar un lugar para nosotros y, a veces, las brigadas de las aldeas utilizaban altavoces para avisar a los aldeanos de nuestra llegada. Poco a poco, más y más practicantes se unieron a estas actividades de difundir Dafa.
Una vez, mientras hacíamos los ejercicios en un pueblo cerca de la capital de nuestro condado, empezó a llover y con el tiempo la lluvia se hizo más intensa. Los aldeanos que vinieron a vernos corrieron a las tiendas cercanas para escapar de la lluvia. Pero nosotros seguimos practicando, ajenos a la lluvia, siguiendo el ritmo de la música de ejercicio. Nadie se movió durante el segundo ejercicio, la postura de la estaca parada Falun. Incluso los coordinadores que estaban enseñando a los recién llegados los ejercicios no se vieron perturbados en lo más mínimo por la lluvia. La lluvia seguía cayendo cuando los ejercicios terminaron, pero todo el mundo estaba charlando y riendo mientras salían del lugar. Esa misma tarde, intercambiamos experiencias sobre las actividades del día. Todos dijeron que sus cuerpos se sentían extraordinariamente ligeros. Un practicante nuevo estableció su casa como lugar de estudio de Fa ese día y esto continua hasta el día de hoy. Recuerdo con cariño cómo los practicantes se preguntaban unos a otros dónde iban a promover Dafa los sábados.
Mi pueblo natal está a unas 160 km. de la capital del condado donde vivimos ahora. Mis padres también se mudaron aquí hace mucho tiempo. Mi marido enseñó en una escuela primaria de mi pueblo natal durante tres años, pero nos mudamos a la capital después de casarnos, cuando nuestro hijo todavía tenía cinco años de edad. Así que he estado lejos de la aldea durante mucho tiempo, pero aun así amaba a la gente de allí y quería llevarles la buena noticia de Dafa. Organizamos con algunos compañeros practicantes una visita a la aldea en la segunda mitad de 1998.
Recuerdo que el día de nuestra salida, cada uno trajo su propia comida y agua para el día. Alquilamos dos furgonetas y manejamos dos horas hasta mi pueblo natal. Mi pueblo era uno de los cinco de la región. Pasamos el día en dos de las aldeas. Visitamos la brigada de producción de la aldea cuyos líderes nos recibieron calurosamente. Debido a que mis padres son personas muy amables y bien consideradas, los aldeanos fueron muy amables conmigo y algunos me pidieron que les transmitiera sus buenos deseos a mis padres. Un jefe de la brigada llegó a decir que mi marido era "el yerno de la aldea". Levanté la voz para hablar por el altavoz y dije: "Queridos paisanos, ¡estoy de vuelta! Cualquiera que desee aprender Falun Dafa, por favor venga a la brigada de la aldea y le enseñaremos los ejercicios gratuitamente", y vinieron una gran cantidad de gente. Todos se alegraron de verme y se sorprendieron de que todos estos forasteros que estaban conmigo fueran practicantes de Falun Dafa. Una antigua vecina y mi hermana mayor nos invitaron a comer en sus casas, pero las rechazamos porque no queríamos molestarlas. Además, habíamos traído nuestra propia comida. Me alegró especialmente la gran afluencia de público, ya que algunos querían aprender los ejercicios y obtener una copia de Zhuan Falun inmediatamente. Los coordinadores de Dafa estaban pensando en volver en otro momento para mostrar el vídeo del Maestro donde enseña el Fa.
A finales de 1998, practicantes mayores de la capital del condado, que trabajaban en tres grupos, lograron que se transportaran televisores y reproductores de vídeo a tres aldeas distintas donde exhibieron el vídeo de Maestro. Ellos viajaban de un lado a otro en una distancia de 160 km. y finalmente terminaron de mostrar en video la serie de nueve seminarios en la víspera del Año Nuevo Lunar de 1999. Mi marido aprovechó las vacaciones de Año Nuevo y tomó el tren a mi pueblo natal para estudiar Fa con los practicantes de allí. Hoy en día, los practicantes todavía están firmes en su fe en Dafa. Un practicante anciano de 79 años de edad sigue siendo fuerte y es capaz de realizar trabajos duros, incluyendo tareas domésticas, subir la montaña y trabajar en la tierra. Ha estado leyendo una lección de Zhuan Falun al día desde que empezó a cultivarse, sin interrupción. Gracias al poder de Dafa y es realmente asombroso.
¡Gracias, Maestro por sembrar las semillas de Verdad-Benevolencia-Tolerancia en los corazones de mis paisanos!
Madurando frente la persecución de Dafa
Co mi esposo participamos en la manifestación pacífica en Beijing el 25 de abril de 1999. También fuimos a Beijing el 21 de julio de 1999 para pedir justicia para Dafa durante dos días. Desde el comienzo de la persecución, mi esposo fue detenido ilegalmente repetidamente, enviado a un campo de trabajos forzados y sentenciado a prisión. Yo misma he sido detenida dos veces y ambos hemos perdido nuestros trabajos. Hemos madurado en nuestro camino de cultivación durante los últimos 19 años. Nuestra familia, amigos y colegas han apoyado a Dafa y han sido bendecidos a cambio. Algunos de nuestros amigos se han convertido en practicantes de Dafa. Algunos policías con los que nos hemos reunido han tomado conciencia de la verdad sobre Dafa y se han negado a participar en la persecución de los practicantes de Dafa.
Cuando mi marido fue encarcelado, mi padre me preguntó si obtuvimos algún beneficio monetario de Dafa. Le dije que no. Él dijo: "Si no estás ganando dinero con ello, ¿por qué insistes en ello y se arriesgan tanto? Le dije: "Eso es por la decencia humana". Sorprendido, exclamó: "¡Esa es mi chica!" Mi padre ha ayudado a proteger mis libros de Dafa y toda mi familia entiende que tenemos que vivir guiándonos con los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
A finales de 2014, mi madre perdió toda la sensibilidad de sus piernas después de sufrir un derrame cerebral. Ya no podía caminar y tuvo que usar una silla de ruedas. El médico comparó su condición con la de un viejo árbol podrido y se dio por vencida. Le dije a mi madre: "Siempre has sido muy amable. La razón por la que no puedes levantarte ahora es porque has estado preocupada hasta la muerte todos estos años por nuestra seguridad (como resultado de la persecución) y ese estrés está afectando a tu cuerpo. No hay nada malo en vivir con Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Si puedes, desde el fondo de tu corazón, di: 'Falun Dafa es bueno ‘Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno’, definitivamente podrás levantarte de nuevo". Mi madre repitió las palabras con toda sinceridad y se puso de pie. Alrededor del Año Nuevo Lunar, un mes después, mi madre pudo volver a cocinar para nosotros y todos estaban encantados.
En el verano de 2015, mi madre vomitó sangre y fue llevada al hospital. No estaba con ella, pero antes de que la llevaran a la sala de emergencias, mi hermana le recordó que recitara "Falun Dafa es bueno" en su mente. Ella hizo exactamente eso y sobrevivió a la prueba y fue dada de alta en 10 días.
A finales de 2017, mi madre tenía 80 años y se fracturó la cadera después de una caída. Todos en la familia recitaban con perseverancia y sinceridad "¡Falun Dafa es bueno!" "¡Verdad-Benevolencia- Tolerancia es bueno!" Ella pudo volver a caminar un mes después. El cabello de mis padres se está volviendo más oscuro, con un pelo gris volviéndose negro de nuevo - parecen más jóvenes. Todos por parte de mi familia ya no se preocupan por nuestra seguridad.
Me complace decir que también hemos reanudado nuestro estudio del Fa dos veces por semana en la casa de mi suegra.
A finales del año 2000, mientras mi marido seguía detenido en un campo de trabajos forzados, mi jefe fue presionado para que me despidiera porque elegí a Dafa antes que a mi trabajo. Cuando los padres de los niños en el jardín de infancia se enteraron de mi partida, pegaron un gran cartel en la pared alabándome a mí y a los otros practicantes de allí. Le dijeron a mi jefe: "Ella es el tipo de maestra que queremos aquí, independientemente de su creencia". Mi jefe se arriesgó y me contrató como miembro ocasional del personal, con el mismo puesto pero con un sueldo más bajo. Aproveché la oportunidad para decirle la verdad sobre la persecución de Falun Gong.
Los maestros de la guardería simpatizaban con mi situación - y la de mi marido, que seguía encerrado en un campo de trabajos forzados por haber sido sorprendido distribuyendo folletos de Dafa - y ellos condenaban la persecución del régimen. Una maestra de la misma clase que yo me dijo un día: "Hiciste bien y merecías ser líder de equipo en aquel entonces, pero ahora ganas menos y sigues haciendo un trabajo tan bueno. ¡Tienes mi respeto por eso! Trabajo para ti, pero gano más que tú". Sólo sonreí. Los maestros comenzaron a leer el material de aclaración de la verdad de Dafa y algunos dijeron: "Léelos si quieres e ignóralos si no quieres. ¿Por qué hacer daño a otros reportando a las autoridades?"
Un año más tarde, me obligaron a dejar mi trabajo en el jardín infantil. Seguí adelante, pero estaba decidida a difundir la bondad de Verdad-Benevolencia-Tolerancia dondequiera que fuera.
Oficiales de policía toman la decisión correcta por sí mismos
Una vez, cuando la policía llamó a mi puerta, me negué a abrirla y en la lucha me corté la mano. Un agente de policía amablemente me trajo una tirita. Registraron mi casa y se llevaron mi computadora, pero el sargento de policía la devolvió más tarde. Recuerdo una vez que un profesor mío del colegio le dijo a un policía que no me acosara a mí o a mi familia y que nos dejara vivir en paz. Después de haber tratado con muchos de nosotros, los practicantes de Dafa, muchos policías conocen la verdad sobre Falun Dafa.
En junio de 2000, durante toda una semana, unos 60-70 practicantes de nuestro condado acudieron a la comisaría del condado para apelar. Les contamos cómo nos habíamos beneficiado de esta práctica y les entregamos una carta de apelación pidiendo que se respetaran nuestros derechos y que se exonerara a Dafa y a nuestro Maestro. Todos en la comisaría escucharon nuestras historias y peticiones sin arrestar a nadie.
En 2003, mientras mi marido estaba fuera de casa evadiendo el arresto, cuatro o cinco agentes de policía vinieron al jardín infantil donde trabajaba yo, me obligaron a subir a la parte trasera de una camioneta policial y me llevaron a la comisaría. Un policía me preguntó sobre mi marido y le respondí contándole sobre la bondad de Dafa. Dijo que no estaba en contra de Dafa. Le dije: "Si es así, déjame marchar, por favor o mi suegra estaría muy preocupada". Le pidió a otro agente de policía que me llevara a casa. Más tarde me enteré de que había estado hablando con el subdirector de la comisaria.
Alrededor de 2017, un nuevo agente de policía llamó a mi puerta como parte de la última campaña de acoso. Hablamos como viejos amigos y se disculpó por haberme molestado antes de irse.
Como resultado de los incansables esfuerzos de los practicantes de Dafa a lo largo de los años, al aclarar la verdad sobre Dafa a los agentes de policía, muchos de ellos hacen todo lo posible por protegernos, eligiendo así un futuro prometedor para sí mismos.
La gente ordinaria también está despertando a la verdad porque están conmovidos por nuestros actos desinteresados de difundir Verdad, Benevolencia y Tolerancia dondequiera que vayamos.