(Minghui.org) La Sra. Miao Xiaolu, una residente de la ciudad de Qiqihar, provincia de Heilongjiang, fue arrestada en diciembre de 2001 por negarse a renunciar a su fe en Falun Gong. Más tarde fue condenada a cinco años en la prisión de mujeres de Heilongjiang, donde sufrió alimentación forzada, golpizas, congelación y muchos otros tipos de abuso físico.
La Sra. Miao quedó incapacitada debido a la tortura, pero no fue puesta en libertad condicional hasta noviembre de 2006, apenas un mes antes de que su condena estuviera a punto de acabar. Su salud continuó deteriorándose después de regresar a casa, y murió en marzo de 2008 a la edad de 43 años.
Sra. Miao Xiaolu
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es un sistema de meditación basado en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia. El partido comunista chino (PCCh) comenzó a suprimir la práctica en julio de 1999 y hay más de 4.300 casos documentados de practicantes que perdieron la vida como resultado directo de la persecución, muchos de ellos por tortura bajo custodia.
Han pasado más de once años desde la muerte de la Sra. Miao. Han surgido nuevos detalles sobre cómo fue abusada durante su detención mientras cumplía condena por su fe.
Arresto, sentencia y encarcelamiento
La Sra. Miao Xiaolu, empleada del gobierno en el distrito de Angangxi de la ciudad de Qiqihar, fue arrestada el 27 de diciembre de 2001 por negarse a renunciar a Falun Dafa.
Mientras estaba recluida en el centro de segunda detención de Qiqihar, ella y otros cuatro practicantes de Falun Dafa, entre ellos Yang Yanqiu, Wang Shufang, Zhang Shuzhe y Liu Yongjuan, protestaron por su detención ilegal al negarse a que les hicieran fotos o a llevar insignias de reclusos. Los guardias tomaron represalias golpeando y pateando a las cinco practicantes.
El 10 de abril de 2002, las cinco mujeres fueron condenadas por su fe, y la Sra. Miao fue sentenciada por cinco años. Fueron enviados a la prisión de mujeres de Heilongjiang después de que sus apelaciones fueran rechazadas. A su llegada, fueron separadas y llevadas a diferentes celdas para ser torturadas. Los guardias de la prisión esposaron a la Sra. Miao con las manos detrás de su espalda y la patearon y golpearon y sufrió descargas con porras eléctricas.
La Sra. Miao y las otras cuatro practicantes estuvieron recluidas en régimen de aislamiento durante los siguientes 26 días. Las hacían salir diariamente para ser torturadas antes de ser devueltas a la celda de confinamiento.
En el vigésimo séptimo día, las cinco practicantes fueron trasladadas a una sala de estar en el tercer piso, donde agentes de la oficina 610 las obligaron a ver videos que difamaban a Falun Dafa. Se les ordenó sentarse en el frío suelo de hormigón durante el día, y tuvieron que dormir en el mismo suelo frío por la noche. No las desposaron ni siquiera para ir al baño. Las cinco practicantes se pusieron en huelga de hambre como protesta y fueron enviadas a un "equipo de entrenamiento" al día siguiente.
Más tarde, las cinco practicantes fueron separadas, trasladando a la Sra. Miao a la división 7 (renombrada división 4 en 2006).
En la división 7, todas las practicantes encarceladas de Falun Dafa estaban vigiladas de cerca. Cuatro reclusos fueron asignadas para vigilar a una practicante. Si la practicante fuera sospechosa de comportamiento "inapropiado" como hablar o hacer ejercicios de Falun Gong, las cuatro reclusas tendrían puntos deducidos como castigo.
Una vez, cuando la Sra. Miao intercambió enseñanzas de Falun Gong con la Sra. Chen Weijun (otra practicante que más tarde murió debido a la tortura), los guardias abofetearon a ambas en la cara y amenazaron con deducir puntos de las otras reclusas. Esto dio lugar a un feroz abuso verbal a las practicantes por parte de las reclusas.
Tortura: Sentada inmóvil durante un tiempo prolongado
En abril de 2003, debido a que la Sra. Miao y otras practicantes encarceladas se negaron a hacer trabajos forzados, las líderes de equipo Kang Yazhen y Cui Yan ordenaron a las guardias, así como a las reclusas, para que abusen físicamente de ellas. Todos los días, las practicantes se veían obligadas a sentarse inmóviles en pequeños taburetes desde las 6 de la mañana hasta como mínimo las 8 de la tarde. El 14 de abril de 2003, una docena de agentes de policía armados fueron enviados a la prisión para obligar a las practicantes a hacer trabajos forzados.
Las practicantes de la división 7 organizaron una protesta el 16 de octubre de 2003, cuando se negaron a llevar las insignias de los presos o a responder cuando pasaban lista. Se ordenó a las reclusas que golpearan a las practicantes, que luego se vieron obligadas a permanecer inmóviles hasta la medianoche. Este castigo duró varios días.
La Sra. Miao y las demás practicantes que todavía se negaban a llevar insignias y a responder cuando pasaban lista fueron sometidas a otra ronda de abusos a finales de noviembre de 2003. Las reclusas las arrastraban al aire libre y les quitaban por la fuerza su ropa de invierno, incluso sus sombreros y guantes. Una practicante, la Sra. Zheng Hongli, perdió el conocimiento mientras otras practicantes se estremecieron en el frío. Esta tortura helada duró 7 días.
Obligada a estar quieta
Debido a que se negaron a llevar las insignias con el nombre de prisionera, la Sra. Miao y otras dos practicantes fueron llevadas a la oficina del líder del equipo Kang el 4 de diciembre de 2003. Las abofeteó en la cara una a una. Luego ordenó a una reclusa que atara a las tres practicantes y las dejara en la sala de agua donde las reclusas generalmente iban por agua. Otras tres practicantes también fueron llevadas a la sala de agua. Las seis se vieron obligadas a estar de pie en la sala de agua las 24 horas del día, mientras que varias practicantes más, también atadas, fueron retenidas en un almacén.
Al cuarto día, la pierna izquierda de la Sra. Miao estaba gravemente hinchada. Debido a la fatiga extrema, perdió el conocimiento. Otras dos practicantes también se desmayaron después de ella. Una reclusa asignada a vigilarlas salpicaba agua a sus abrigos de invierno.
Más tarde, estas practicantes fueron mantenidas en la sala de agua durante el día y se les ordenó dormir en el suelo frío de hormigón dentro del trastero por la noche. Sus manos estaban esposadas detrás de la espalda, excepto para las comidas o los horarios programados del baño. Una vez, la reclusa Yang Shuhua escribió sus nombres en un pedazo de tela y los cosió en su ropa. Cuando las practicantes arrancaron las insignias, Yang se enfureció y pinchó sus cabezas con agujas una por una.
Congelándose en el invierno
El 7 de febrero de 2004, el director de la prisión Liu Zhiqiang descubrió que la Sra. Miao y otras seis practicantes estudiaban las enseñanzas de Falun Dafa en el trastero. Liu confiscó las enseñanzas y la Sra. Miao y demás practicantes fueron enviadas a confinamiento solitario.
Ocurrió en los amargos días fríos del invierno, y los guardias despojaron las ropas de las practicantes dejándolas en paños menores y esposando sus manos a sus espaldas. No había calor en la habitación, y los guardias abrieron las ventanas para congelarlas. La comida era sopa hecha de salvado de maíz utilizado para alimentar a los pollos. A las practicantes se les daban dos comidas diarias y el salvado de maíz era demasiado áspero para tragar. El confinamiento solitario duró 19 días.
Kang, el jefe de equipo, volvió a preguntar a estas siete practicantes el 6 de abril de 2004, una por una, si llevarían las insignias. Como las practicantes dijeron que no, los guardias las llevaron a las celdas, donde esposaron las manos de las practicantes con un brazo tirado sobre el hombro atado al otro brazo retorcido detrás de la espalda. Miao perdió el conocimiento debido al insoportable dolor. La practicante Zheng Jinbo sufrió un infarto debido a las torturas. Afortunadamente sobrevivió.
Recreación de la tortura: esposas atadas a la espalda
Esposada y colgada
El 27 de julio de 2004, Kang y otros jefes de equipo llevaron a cabo una renovada campaña contra las practicantes, alrededor de 30 de ellas, por no llevar insignias de recluso ni uniformes de prisión. Miao fue esposada con las manos detrás de la espalda y la colgaron de forma que tocaba el suelo solo con los dedos de los pies. Sus brazos se adormecieron y perdió el conocimiento. Cuando los guardias la bajaron, las esposas le habían cortado la carne, haciendo que sus muñecas sangraran. La tortura la llevó a la incontinencia y su parte inferior del cuerpo estaba empapada de orina.
Ilustración de tortura: esposada y colgada
En ese momento, la Sra. Miao no había comido en cuatro días y los guardias comenzaron a alimentarla a la fuerza. Intentaron insertar el tubo de alimentación dos veces, pero no entraba. Al sacar el tubo, salía sangre y una sustancia pegajosa. Un médico dijo que Miao podía morir en cualquier momento. Después de una inyección intravenosa, fue enviada a hacerse una radiografía y luego fue llevada de vuelta a su celda. Demacrada, permanecía acostaba en cama todo el tiempo.
En otoño de 2006, la Sra. Miao fue enviada a un hospital fuera de la prisión para su examen y fue diagnosticada con tuberculosis. Fue puesta en libertad condicional médica en noviembre de 2006.
Al regresar a casa, la Sra. Miao se enteró de que su familia había gastado mucho dinero durante esos cinco años con la esperanza de que fuera tratada bien en prisión. La familia, sin embargo, no sabía de la tortura y el dolor que sufrió durante su detención.
La condición de la Sra. Miao continuó deteriorándose, y murió el 11 de marzo de 2008. Tenía 43 años.
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