(Minghui.org) Mi apellido es Wang. Vivo en la calle Qianjin en el distrito de Ningjiang, provincia de Jilin. He practicado Falun Dafa por siete años y siento que me salvó la vida.
Antes de practicar Falun Dafa, sufría muchas enfermedades severas, como padecimientos hepáticos, cálculos biliares, artritis reumatoide, insomnio y más. Incluso algo tan silencioso como el tictac de un reloj causaría que no pudiera quedarme dormida. Cuando mis hemorroides aparecían, comenzaba a sufrir una hemorragia. Cada verano, sentía como si me estuvieran pinchando innumerables agujas. Era tan molesto que no podía sentarme o acostarme fácilmente. Le tenía pavor al verano.
Cada primavera y otoño, mi pecho ardía, y sentía como miles de agujas arañaban mi espalda. El dolor era tan severo que casi me paralizaba. Apenas podía cocinar o hacer algo en la casa. Había estado tomando todo tipo de medicamentos durante mucho tiempo, y un efecto secundario de esto fue que mis dientes se aflojaron. Sufría tanto por el dolor y la enfermedad que tenía muy mal genio. Entonces, a finales de 1987, cuando mi hijo tenía solo tres años, me diagnosticaron un tumor de mama maligno y me practicaron una mastectomía. Después de la cirugía, apenas podía levantar mis brazos para alcanzar la boca y alimentarme. Durante esos años, pasé la mayor parte de mi tiempo y ahorros tratando de curar mis enfermedades. Practiqué muchos tipos diferentes de qigong, esperando que alguno me curara, pero todos mis esfuerzos fueron en vano.
En 1996, me diagnosticaron de nuevo hipertiroidismo con una tiroides tan grande como una yema de huevo. Necesitaba más cirugía y más quimioterapia. Al mismo tiempo, mi esposo comenzó a tener una aventura con otra mujer y luego se divorció. Me estaba muriendo, y mis dos hijos se quedaron solos conmigo; luchamos muy duro para sobrevivir. Mi salud iba descendiendo en espiral dramáticamente.
Fue entonces, en 1997, que empecé a practicar Falun Dafa, cuando estaba al borde del colapso total. Desde que empecé me han pasado muchas cosas maravillosas. Mi salud mejoró día a día. Muchas de mis enfermedades desaparecieron, al igual que mis tumores. Finalmente sentí profundamente la alegría de vivir sin enfermedad. Llegué a estar muy energética; ahora puedo caminar largas distancias sin sentir fatiga alguna. Puedo levantar fácilmente ambos brazos, incluso el que está del lado de mi mastectomía. Puedo hacer cualquier tipo de trabajos manuales. Cuando toca cambiar el tanque de gas en mi cocina, puedo subir fácilmente el pesado tanque por las escaleras. Todos a mi alrededor pueden ver que soy una persona totalmente cambiada.
Después de aprender la práctica de Falun Dafa, no solo me curé de todas mis enfermedades, también comencé a comprender el verdadero significado de la vida. Mis pensamientos mejoraron y aprendí a ser una mejor persona. Sigo el concepto de ser considerada y benevolente con otras personas en todo momento, y me conduzco de acuerdo con los principios que el Maestro nos ha enseñado: Zhen, Shan, Ren (Verdad, Benevolencia, Tolerancia). La ira que tenía en mi corazón hacia mi exmarido se ha ido, y ahora cuido a su padre de noventa años sin queja alguna.
Estoy sana y energética. Agradezco desde el fondo de mi corazón al Maestro y a Falun Dafa por salvarme la vida. También estoy agradecida por la misericordia de Shifu, por darme la bendición de practicar Falun Dafa y mostrarme el camino para regresar a mi ser verdadero y original.
Nota del editor:
Publicado en el libro: Vida y esperanza renovadas: El poder curativo de Falun Dafa
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