(Minghui.org) Hay un dicho chino que dice: "Las bendiciones nunca vienen de dos en dos; las desgracias nunca vienen solas". Lo creía de verdad, ya que solía sufrir tanto, durante muchos años.
Sin embargo, después de empezar a practicar Falun Dafa en 1997, he sido muy feliz todos los días y ese dicho ya no es válido para mí. Me gustaría compartir mi historia.
A los 30 años de edad ya tenía muchas enfermedades. La menstruación anormal me causaba un sangrado severo, que luego me condujo a la anemia. Varias veces me desmayé de repente mientras caminaba en la nieve. Mi hemoglobina era de tan solo 7,2 g/dl, aproximadamente la mitad del nivel normal. Debido a la anemia, estaba demasiado débil para caminar o incluso levantar la cabeza. Para empeorar las cosas, más tarde me diagnosticaron problemas estomacales, la enfermedad de Ménière, bajo nivel de azúcar en la sangre entre otras enfermedades. Debido a un tumor uterino del tamaño de un óvulo tuve que tomar medicamentos adicionales, soportar inyección intravenosa y estar hospitalizada.
Decidí curar mis enfermedades y comencé a buscar tratamiento por todas partes. Uno de los médicos de medicina china que yo respetaba me trató durante unos dos años. Intenté de tragarme todas las hierbas medicinales que me recetó, sin importar lo amargas que fueran. Pero no pude evitar vomitarlas poco después. Viendo que la medicina china no me ayudó, el médico me recomendó que probara los ejercicios de qigong. Gasté mucho dinero siguiendo a un maestro de qigong, que más tarde descubrí que era un farsante. En cambio, mis enfermedades empeoraron.
Aun así, en mi corazón anhelaba un camino, que un día esperaba que llegara y resolvería todos mis problemas.
Un día del verano de 1997, mientras descansaba en mi dormitorio, escuché un sonido de un reproductor de casetes. No sabía lo que era, pero sentía como si ese sonido tuviera el poder de penetrar en mi corazón y alcanzar mi alma. Todo mi cuerpo se sentía aliviado y cómodo, una sensación que nunca antes había experimentado. Esto duró un tiempo y luego volví a mí misma. Por curiosidad, seguí el sonido y descubrí que provenía de una oficina dos habitaciones más abajo de la mía. Un compañero de trabajo estaba escuchando las conferencias de audio de Falun Dafa. El volumen no era tan alto, pero me llamó la atención.
Esta interesante experiencia me hizo conectar con Dafa y empecé a practicar. La alegría que sentí a partir de ese momento fue indescriptible. Todo el dolor y sufrimiento terminó, y mi tumor uterino también desapareció. Me convertí en una persona libre de enfermedades.
Desde mi infancia, había tenido una pesadilla recurrente en la que alguien intentaba matarme. Fue horrible y aterrador. Después de comenzar a practicar Falun Dafa, llegué a comprender que estos seres que me perseguían en mis pesadillas debían ser los que yo había matado en mis vidas anteriores.
Un día, me perseguían de nuevo en mi sueño y parecía que estaba en un callejón sin salida. De repente, recordé que era una practicante de Falun Dafa y le pedí ayuda al Maestro. El Maestro apareció con un traje amarillo de Kung Fu como en el video de enseñanza de ejercicios y llevaba una espada, entonces el ser que me perseguía en mi pesadilla desapareció instantáneamente. Nunca volví a tener esas pesadillas y estaba muy feliz.
Falun Dafa enseña a sus estudiantes a seguir los principios de Verdad-Benevolencia- Tolerancia, así que me recordé actuar de acuerdo con estos principios. En mi lugar de trabajo, me volví más tolerante y mis compañeros confiaron en mí debido a mi personalidad. En casa, me sentía bien con mi suegra y nuestra familia se volvió muy armoniosa.
Mi lugar de trabajo era una tienda privada y el dueño me pidió que manejara las operaciones diarias. Al principio, no había un sistema de contabilidad claro. Comportándome como una practicante, no me aproveché de eso por mí beneficio personal. Después de un tiempo, el dueño lo notó y confió mucho en mí. Entonces, me pidió que me encargara de las transacciones de todo el dinero, las mercancías y la logística.
Cuando necesitaba dejar la tienda después de trabajar allí durante un par de años, el dueño no quería que me fuera porque no confiaba en los demás empleados. Me preguntó si podría encontrar otro practicante para que me reemplazara. Su deseo se hizo realidad muy pronto. Me alegró saber que su esposa más tarde se convirtió también en una practicante.
Han pasado 21 años desde que empecé a practicar Falun Dafa. El Maestro me ha ayudado a lo largo del camino y estoy muy agradecida. Voy a citar algunos ejemplos.
Una vez estaba montando mi bicicleta con mi hijo en el asiento trasero cuando de repente aparecieron nubes oscuras con fuertes vientos y truenos constantes. "Pidamos ayuda al Maestro", le dije a mi hijo: "Esperamos que no llueva hasta que volvamos a casa en 15 minutos". En cuanto entramos por la puerta, empezó a llover a cántaros. Estaba tan agradecida con el Maestro por proteger a mi hijo pequeño y a mí.
En un día de invierno, llevé a mi hijo a visitar a mis padres, que vivían en una zona remota. Tuvimos que caminar unas 3 km en la oscuridad después de un largo trayecto con el autobús. Mientras me preocupaba por cómo conseguir que mi hijo pequeño no caminara tanto, de repente un jeep se detuvo frente a mí. Era un vehículo de la empresa de mi madre y el conductor era nuestro vecino. Así que, el conductor nos llevó directamente a la puerta de mi madre. Fuimos muy afortunados, porque el vehículo normalmente no pasaba por esta ruta y si hubiera llegado medio minuto antes o después, me lo habría perdido.
Llegó otro fin de semana y necesitaba visitar a mis padres otra vez. Un taxi nuevo se detuvo frente a mí. Le dije al conductor que no podía permitírmelo debido a mis bajos ingresos. Pero, él dijo que estaba preparándose para empezar a trabajar como taxista al día siguiente y que ese día necesitaba practicar. Así que nos llevó a casa de mi madre sin cobrar nada. Aunque no tenía mucho dinero, aun así, le di algo, creyendo que como practicante, no podía aprovecharme de los demás.
Hubo muchas situaciones aparentemente triviales como estas, pero fueron tiempos difíciles para mí como madre. No tenía ninguna duda de que el Maestro me ayudó a hacer mi vida lo más fácil posible en esas circunstancias.
Estas son algunas de mis experiencias y estoy bendecida por Falun Dafa todos los días. Sé que muchos practicantes se sienten de la misma manera, felices y agradecidos desde el fondo de su corazón.