(Minghui.org) Una residente del condado de Huangchuan falleció tres meses después de cumplir una condena en prisión un año y medio por practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.
La Sra. Liu Zhenfang estaba demacrada cuando fue liberada de la prisión de mujeres de Henan el 1 de septiembre de 2018. A pesar de un intenso tratamiento médico, murió el 7 de diciembre de 2018 con la mayoría de sus órganos internos ulcerados. Ella tenía 60 años.
Con la muerte de la Sra. Liu, culminó una dura prueba de décadas por negarse a renunciar a su fe. En 2015 presentó una denuncia penal contra Jiang Zemin, el exlíder del régimen comunista que ordenó la persecución a Falun Dafa, relató cómo fue arrestada repetidamente y posteriormente torturada durante los últimos 20 años.
En la denuncia, ella dijo que su salud sufrió un profundo declive después de que fue golpeada dos veces durante 16 y 33 horas respectivamente, dentro de los diez días siguientes a su arresto en 2004 por distribuir materiales de Falun Dafa. Sus órganos internos se lesionaron y frecuentemente vomitaba sangre.
Más tarde le dieron cinco años de prisión y la tortura continuó. A pesar de su débil condición física, se vio obligada a trabajar 14 horas al día sin paga.
Ocho años después de ser liberada de la prisión, fue arrestada nuevamente, en 2017, y recibió una segunda pena de prisión, a la que siguió su prematura muerte.
Detención y saqueo a su domicilio
La Sra. Liu, una peluquera, comenzó a practicar Falun Dafa en mayo de 1998. Su hernia de disco lumbar y la hiperplasia ósea pronto desaparecieron. Su esposo, que no practicaba Falun Dafa, también recibió bendiciones. En un accidente automovilístico en el que fue lanzado al aire y golpeado por las ruedas de una motocicleta, no resultó herido en absoluto.
Debido a que se mantuvo firme en su fe, la Sra. Liu se convirtió en un objetivo de la policía cuando inició la persecución.
Fue arrestada cuatro veces y su casa fue saqueada tres veces entre 1999 y 2003. Sus libros de Falun Dafa y materiales relacionados fueron incautados por la policía.
La Sra. Liu fue detenida un mes en el centro de detención de Hedian a principios de 2000. La policía le extorsionó 2.000 yuanes antes de que la liberaran.
Fue arrestada nuevamente en 2001 después de que la policía encontró materiales de Falun Dafa en su casa. La llevaron a un centro de detención secreto dentro de un hotel y la obligaron a pasar la noche sin dormir. Los 1.500 yuanes que tenía fueron sustraídos por la policía.
La policía la interrogó por la fuente de los materiales, pero ella permaneció en silencio. La golpearon durante más de 20 horas y le golpearon la cabeza contra la pared. Le arrancaron mechones de cabello y su cuero cabelludo seguía sangrando.
La policía la colgó del marco de la ventana con esposas y continuó golpeándola hasta que ella comenzó a vomitar sangre.
Cuando aún se negaba a revelar dónde había obtenido los materiales, la policía la envió nuevamente al centro de detención Hedian y la mantuvo allí durante tres meses. Su familia pagó 2.000 yuanes a un subdirector de la división de seguridad nacional para sacarla.
Poco después, fue con su madre de 80 años a Beijing para apelar por Falun Dafa. Ambas mujeres fueron arrestadas y recluidas en el centro de detención de Hedian. Ella vomitó sangre y no pudo comer. Los guardias la liberaron un día después, pero mantuvieron a su anciana madre detenida durante un mes.
En 2003, fue denunciada a la policía por distribuir materiales de Falun Dafa y arrestada nuevamente. Escapó de la estación de policía de Pengjiadian durante un interrogatorio y se vio obligada a vivir lejos de casa para esconderse y evitar la persecución. Incapaz de encontrarla, la policía arrestó a su esposo y lo detuvo durante 15 días.
Cuarenta y nueve horas de palizas salvajes
Poco después de regresar a casa, la policía la arrestó a ella y a su esposo, el 2 de febrero de 2004. Cuando su hija intentó evitar que la policía arrestara a sus padres, la empujaron al suelo y amenazaron con arrestarla.
Un oficial del departamento de policía de Guangshan la maltrató verbalmente, y cuatro oficiales la golpearon salvajemente. Le tiraron del pelo y le rasgaron la ropa. Cuando los oficiales se cansaron de las palizas, comenzaron a usar una barra de metal y se turnaron para golpearla hasta que la barra se rompió. Agotados por las palizas, los oficiales se sentaron y comenzaron a golpear sus manos y dedos con la barra de metal rota.
La golpearon durante 16 horas, desde las 5:00 p. m. a las 9:00 a. m. Su cabeza, cara, boca, orejas y dedos seguían sangrando. Luego la llevaron al centro de detención de Guangshan.
Nueve días después, los oficiales la llevaron de regreso al departamento de policía y la golpearon nuevamente, durante 33 horas. Su cuerpo estaba cubierto de moretones, y estaba sangrando por todas partes. Sus órganos se lesionaron y vomitó sangre.
Los oficiales continuaron preguntando dónde obtuvo los volantes de Falun Dafa y ella se negó a responder.
Después de que la llevaron de vuelta al centro de detención, a menudo vomitaba sangre. Estaba tan débil que no podía caminar ni pararse.
Mientras tanto, la policía detuvo a su esposo en el mismo centro de detención durante cinco meses. Se vio obligado a hacer trabajo de esclavos tanto de día como de noche, y solo se le daba una comida al día.
Los guardias ataron sus testículos con un hilo delgado y lo quemaron con un encendedor.
Encarcelada por cinco años
La Sra. Liu recibió una condena de cinco años de prisión unos meses después y la llevaron a la prisión de mujeres de Henan el 15 de julio de 2004.
Los guardias la obligaron a sentarse en un taburete. Una docena de reclusos la rodearon, abusando verbalmente de ella y de Falun Dafa.
Los internos repitieron esto durante 85 días. Estaba al borde de la muerte y se desmayó una docena de veces.
Debido a que ella todavía se negaba a renunciar a Falun Dafa, los guardias comenzaron a poner drogas dañinas en su comida. Dejó de comer tan pronto como se dio cuenta de las drogas.
Después de que su condición mejoró un poco, los guardias la obligaron a trabajar 15 horas por día sin paga. Ella protestó y redujeron su carga de trabajo una hora. Cuando se agotaba y tomaba un breve descanso, los guardias se acercaban y la golpeaban.
Además de la mano de obra esclava, los guardias también encontraron formas de torturarla físicamente, incluso obligándola a permanecer de pie durante días sin dormir o en cuclillas durante horas con las manos sosteniendo la cabeza.
Fue liberada de la prisión el 1 de febrero de 2009.
En 2013, la policía volvió a encontrarla distribuyendo materiales de Falun Dafa. La obligaron a vivir lejos de casa para escapar de la persecución.
Su último arresto fue el 3 de marzo de 2017, fue condenada a una pena de prisión de 1,5 años el 20 de diciembre de 2017.
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