(Minghui.org) ¡Saludos, Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Cuando la gente me pregunta, “¿De dónde eres?”, es usualmente una de las preguntas más incómodas para mí.
De niña, crecí en dos países diferentes, yendo y regresando cada cinco años más o menos. De adulta, viví en un tercer país por mas de un año y en un cuarto país por 13 años. Cuando la gente me pregunta cuál país o ciudad considero como mi hogar, no sé qué decir. De hecho, no importa dónde he vivido, siempre me he sentido diferente y en parte excluida. El sentimiento humano de sentirse excluida ha sido uno de los apegos que he tenido que abandonar una y otra vez.
Nunca olvidaré la primera vez que tomé Zhuan Falun en mis manos cuando un amigo me dio el libro en el 2000. En ese instante sentí lo que significaba realmente “hogar” y se adentró profundamente en mi ser. Me sentí eufórica, absoluta e increíblemente agradecida. Pero, en poco tiempo, comencé a tener dudas luego de esa poderosa sensación inicial.
Después de terminar de leer Zhuan Falun por primera vez, no estaba segura si estaba hecha para ser una practicante. Me preguntaba: "¿Acaso está realmente destinado para mí? ¿Tendré lo que se requiere para ser un practicante? ¿Qué significa xinxing después de todo?”. Luego me dije: "Bueno, debería leer el libro nuevamente para ver”. Así que leí el libro de nuevo y al terminar por segunda vez, todavía tenía dudas. Mientras me recobraba de una fiebre que subía y bajaba y que duró aproximadamente un mes, lo leí alegremente de nuevo, y de nuevo y hasta más, sin darme cuenta en ese tiempo que releer Zhuan Falun era parte del proceso de cultivación. Aprendí los ejercicios casi ocho meses después. Me tomó un año decidir si realmente quería ser una Dafa dizi.
Participé consistentemente en diferentes proyectos de corto y largo plazo para la clarificación de la verdad, desde enviar pensamientos rectos en frente de los consulados chinos; editar casos de tortura que eran remitidos a las organizaciones internacionales; clarificar personalmente la verdad a los oficiales gubernamentales, embajadores, ONG y doctores en diferentes países; cantar en el Coro Europeo "Viniendo por ti”; a trabajar para NTD, primero por tiempo parcial en Vienna y luego por tiempo completo en la ciudad de Nueva York, donde eventualmente produje un vídeo de 8 minutos exponiendo la sustracción de órganos en China y luego trabajando como editora a tiempo completo para La Gran Época en inglés y ahora como escritora para la sección de artes de La Gran Época.
Ahora, más de 18 años después, ya no tengo dudas si me considero una Dafa dizi o no. En vez, me hago otras preguntas diferentes, tales como: ¿Estaré en el Fa? ¿Acaso estoy siguiendo los arreglos de Shifu? ¿Es este pensamiento o aquel pensamiento una noción, un apego, o un pensamiento proveniente de mi verdadero ser? ¿Estaré validándome en este momento o validando verdaderamente el Fa? ¿Estaré cumpliendo mis promesas? ¿Estoy realmente salvando seres conscientes? ¿De qué mejor manera puedo salvar seres conscientes en este momento? Y así. Me imagino que, más adelante en mi cultivación, ya no tendré que hacerme estas preguntas más, porque habré incorporado esta manera de ser en cada cosa que piense y haga.
Mientras mi cultivación atraviesa altibajos, entiendo que cuando tropiezo y caigo debo levantarme rápidamente y esforzarme hacia adelante, sin importar nada. Sin embargo, en cierto punto, en años recientes, me encontré con un bloqueo tenaz -uno que no era tan aparente. Muchos apegos -tales como temor, envidia, lujuria, sentimentalismo y búsqueda de reconocimiento, los cuales pensé que había eliminado completamente- emergieron bajo otras formas. También llegué a un estado en el cual no sentía alegría o entusiasmo acerca de nada. No confiaba de la gente y en particular, me sentía sensible a cualquier semblanza o indicio de exclusión. Me sentía exhausta y sin motivación la mayoría del tiempo. Mi voz sonaba como si viniera desde fuera de mi cuerpo, como si hablara por un micrófono. Me volví hipersensible al ruido y a las voces altas. Era como si estuviera separada de la parte que estaba fundamentalmente enraizada con esa promesa y fe inquebrantable que me condujo aquí en este punto en la historia.
Desde la perspectiva de una persona común, se podría ver como si estuviera deprimida, con causas muy fáciles de explicar. Después de todo, había experimentado una gran pérdida una tras otra, y muchas pequeñas pérdidas en el medio, atravesando algunos cambios drásticos: Atravesé un divorcio luego de estar casada por doce años con una persona no practicante, había vuelto a los Estados Unidos en el 2011 y tuve que adaptarme a la cultura americana nuevamente, había tomado muchas responsabilidades en NTD como Directora de Noticias en Inglés, un año después, en 2012, falleció mi padre. En ese tiempo, NTD estaba pasando por cambios estructurales precarios. Estaba tratando de administrar un equipo de personas quienes al parecer, habían llegado al límite de su tolerancia trabajando 12-14 horas en la estación, y estaban listos a renunciar en cualquier segundo. Tomé muchos roles, aparentemente, sin tener éxito en ninguno de ellos. Se agotaron todos mis ahorros y comencé a entrar en deudas.Para rematar, también pasé una prueba de vida o muerte.
Claro, todos esos llamados cambios 'drásticos' eran triviales comparados con cualquier practicante chino experimentando la tortura y persecución en China. Además, ¿acaso no debía sobreponerme a todos estos obstáculos tan pronto como me fuera posible para poder clarificar mejor la verdad y salvar más seres conscientes? Sí, lo creo. Mientras que lo puedo entender teóricamente, de hecho, el reto más grande es ponerlo en práctica. Mientras esas pruebas siempre se sienten arduas en ese tiempo, una vez que las sobrepasé y me elevé, son nada cuando miro atrás.Así, atravieso el proceso, estoy cultivándome después de todo.
Muchas personas señalaban mis apegos fundamentales, los cuales no había reconocido completamente. Se manifestarían en diferentes formas. Por ejemplo, si me hubiesen interrumpido durante una conversación, lo hubiese interpretado inmediatamente como si me rechazaban o excluían. En una manera extraña, me sentía invisible. En algunos casos tomaba algo fuera de contexto, o contaba una anécdota personal vaga de mi pasado. Buscaba constantemente un sentido de conexión o validación. También estaba inmersa en largas horas de trabajo, considerándolo como algo bueno, en vez de priorizar mi tiempo para hacer las tres cosas bien. Estaba tratando de evitar el dolor de enfrentarme a mí misma, tratando de llenar el vacío de modo incorrecto, en la manera humana.
Descubrí que este vacío era un grupo de nociones conectadas al apego al temor, temor de ser vista cumpliendo mi rol en este escenario principal que comparten los practicantes para salvar los seres conscientes. Temía que otros se volvieran envidiosos o celosos de mí. Me sentí rechazada por no ser auténtica. En vez, estaba jugando conmigo misma, pretendiendo que ya no era capaz de hacer algo efectivamente por no poder sobrepasar completamente estos cambios drásticos o porque tenía alguna clase de falla fundamental. Ese no es mi verdadero yo. Todo aquello era el apego al ego, batallando con el pasado. Esas nociones se acrecentaban, claro, cada vez que aflojaba en el estudio del Fa y la práctica de los ejercicios.
Las viejas fuerzas aprovecharon esa brecha cuando estuve trabajando para NTD produciendo una serie acerca de la sustracción de órganos -el tercero después de lo que los practicantes llaman "el vídeo de ocho minutos”. Luego de pasar un día completo llamando a los medios convencionales, tuve una severa migraña que se había intensificado durante el día. Sentía mi cabeza como una olla de presión a punto de explotar. El dolor era tan agudo que realmente temía que mi cabeza explotara. Cuando fui al baño alguien dijo que me veía “terrible". Comencé a llorar. Ella sugirió que me acostara en una de las camas para los presentadores de noticias que trabajan por la noche. Una vez que me acosté, continué llorando y comencé a hiperventilar por cerca de media hora. Me sentía tan aislada, como si estuviera ahogándome en arena movediza mientras oía una voz desagradable que me decía que era “despreciable", que debería "tener verguënza”, que "no era digna de ser una discípula de Dafa”. Era algo que me atacaba por mi brecha de sentirme excluída.
Fue la primera vez que llamé a Shifu y le pedí ayuda.
Envié un mensaje de texto a una practicante pidiendo ayuda. Ella me trajo un poco de agua. Aunque no pudo entender lo que trataba de decir mientras hiperventilaba, me respondía con palabras confortantes recordándome quién soy: una discípula de Dafa, ¡estoy aquí para ayudar a Shifu a salvar seres conscientes! Nada ni nadie me podrá impedir de hacerlo.
Eventualmente me calmé. Ella llamó a un par de practicantes para enviar pensamientos rectos al lado mío. En menos de una hora me sentí mejor. Para el tiempo que regresé a casa esa noche, todavía tenía dolor de cabeza, pero era soportable. Al día siguiente era como si nada hubiese pasado. Estaba llena de energía y continué trabajando en el vídeo.
Estoy verdaderamente agradecida a los practicantes que me ayudaron a sobreponerme de esa tribulación. Las viejas fuerzas han tratado de abatirme amplificando los pensamientos de falta de mérito que albergaba, cualquier duda de ser una verdadera discípula de Dafa. Mi recuperación rápida es una muestra de cómo los practicantes son un solo cuerpo, del poder de los pensamientos rectos, y la compasión infinita de Shifu.
Desde entonces, he tenido pruebas una y otra vez con este apego fundamental de validación o búsqueda de reconocimiento, por una parte, y por otra, el sentimiento de ser menospreciada o rechazada -las dos caras de la misma moneda.
En el 2013, cuando NTD tomó una nueva dirección con el nuevo y actual presidente, el equipo de inglés fue casi completamente eliminado. Fui transferida a La Gran Época en inglés. Aunque era probablemente la mejor oportunidad para mí, lo tomé muy mal. Nuevamente, me sentí rechazada y excluída de NTD. Trabajar para La Gran Época parecía una decisión tomada sin mi consentimiento. Después de todo, la única razón de mudarme nuevamente a la ciudad de Nueva York era porque NTD me había pedido que administrara el equipo de Noticias en Inglés. Era un gran compromiso que había tomado de corazón.
Después de dos años en NTD en Nueva York cuando fui transferida a La Gran Época, me di cuenta que, en vez de reconocer plenamente la situación, dependía de NTD como una manera de reforzar mi sentido de identidad. Me había apegado a mis posiciones como directora de noticias o como productora, considerándolo como un "seguro" para clarificar la verdad.
Shifu dijo:
"Aunque estás haciendo proyectos de Dafa dizi, en el Cielo no existen las estaciones de televisión, y los dioses tampoco tienen periódicos; todas estas cosas son formas de la sociedad de la gente común. Si tú no puedes guiarte con pensamientos rectos, si tú no puedes evaluarte a ti mismo como Dafa dizi usando el estándar de un cultivador, evaluar al mundo y evaluar a las demás personas, entonces tú justamente eres igual que la gente común" (Qué es un Dafa dizi).
En La Gran Época me dijeron que mis habilidades como editora eran muy requeridas, pero que no estaban seguros cuál sería mi posición. Me colocaron al comienzo en dos departamentos: el equipo web y el equipo de noticias locales de Nueva York. Mi posición y escritorio cambiaron tres veces en un año. La incertidumbre de no saber dónde encajaba o cómo podía ser de mejor uso era predecible ya que la compañía todavía se estaba estableciendo. A pesar de entenderlo, todavía era frustrante.
Después de un año renuncié, parcialmente por razones financieras, parcialmente porque estaba cansada de editar artículos de noticias, pero más por el sentido de no pertenecer, especialmente luego que uno de mis supervisores dijera que no tenía el corazón de trabajar para La Gran Época. Estaba realmente exhausta. Mi situación de vivienda era precaria. Todavía estaba de luto, procesando la pérdida de mi padre, entre otras cosas.
Mis ocho meses lejos de La Gran Época fueron una pesadilla. Les ahorro los detalles. En pocas palabras, estaba en una situación que se sentía diez veces más excluida de cómo me había sentido anteriormente. Sabía que algo estaba incorrecto.
Cuando eventualmente regresé a trabajar para la Gran Época, sentí que mi decisión había venido de mi libre albedrío, lo cual era reconfortante. Comencé a escribir historias de perfil sobre personas inspiradoras e influyentes en Nueva York y luego comencé a escribir para la sección de Artes, la cual correspondía con mi interés y educación. Estaba tratando de hacer lo mejor, con mucho corazón. Recibí elogios sobre mis artículos del vicedirector y de uno de los curadores más destacados del Museo Metropolitano de Arte, como también del Conservador Principal de la Colección Frick. Estos dos son los más prestigiosos museos de arte en la ciudad como también internacionalmente. Era alentador para mi proceso de redacción y eliminó muchas inseguridades y dudas que albergaba, de no sentirme lo suficientemente buena.
Así que cuando La Gran Época nuevamente estuvo atravesando otra gran transición, hace más de un año, fue un gran golpe cuando me dijeron que era una de las personas que despedirían. Me dijeron que era una decisión estrictamente financiera, pero no lo creí. Sabía que estaba trabajando duro, con mucho corazón, pero todavía sentía que me estaban tratando injustamente.
No hace falta decir, que una vez más me sentí excluida, con un profundo sentido de vergüenza, confusión y desconfianza. Nuevamente me preguntaba: ¿acaso estaba tan apegada a validarme a través del trabajo en vez de tener un corazón puro para salvar seres conscientes? ¿Dónde estaba mi punto de partida? La única falla que pude encontrar en ese tiempo era que no estaba haciendo los ejercicios regularmente o consistentemente, y que todavía debía abandonar el qing en un nivel fundamental.
El sentimiento de rechazo que experimenté y la ira que se había acumulado duraron meses. Aunque me volvieron a contratar en menos de un mes, irónicamente me sentí mucho más rechazada por la forma en que me volvieron a contratar. En vez de contratarme cara a cara, me enviaron un correo electrónico estándar para pasar por un período de prueba para ver si podía unirme al grupo de ejercicio de modo regular. Nuevamente me sentí confundida, me preguntaba si estaba trabajando para una compañía o para un monasterio. Pensaba que si trabajaba bien duro, eso sería suficiente. Resulta que ese no es el criterio para un discípulo de Dafa trabajando en los medios. El criterio era de trabajar duro, y también ser parte de un solo cuerpo.
Mis colegas parecían pretender como ni nada hubiese pasado, con el entendimiento que debía continuar como siempre.
Shifu dijo:
"Cuando ustedes no coordinan, no tienen suficientes pensamientos rectos, esto hace que mientras estén enviando pensamientos rectos, todo lo que piensan en el cerebro sean los apegos en la cultivación, de no buscar hacia el interior y solo mirar hacia fuera entre uno y otro" (Qué es un Dafa dizi).
Tuve que elegir, si continuaba dejando que el resentimiento y la ira creciera o podía abandonarlo y comprometerme a coordinar totalmente, a confiar en Shifu, que todo pasa por una razón, aunque no pueda entender esa razón en ese momento.
Ahora, al recordar, sé que aquellos eran grandes oportunidades para mejorar, templarme y continuar esforzándome. Sé que no puedo depender de que ser parte de un proyecto grande, como La Gran Época, es garantía de que estoy haciendo las tres cosas bien.
Aún debo recordar continuamente que, primero, soy una discípula de Dafa.Todo lo demás es secundario. Trabajar para La Gran Época es un honor y una gran oportunidad de coordinar bien con los compañeros practicantes para salvar seres conscientes, pero claro, no lo puedo hacer bien si no me cultivo bien.
Me gustaría terminar con una cita de Shifu:
"Lo más difícil ya lo han atravesado, lo que queda no será tan difícil, solamente háganlo aun mejor. Cuanto más sientes que no hay esperanza, tal vez la esperanza justamente está frente a los ojos. Cuando sientes que es muy aburrido, tal vez justamente estás estableciendo tus virtudes poderosas. Deseo a todos que verdaderamente puedan coordinarse bien, que tengan suficientes pensamientos rectos, que cuando enfrenten problemas busquen hacia el interior y que sean tan apasionados como cuando recién entraron a la cultivación" (Qué es un Dafa dizi).
Gracias Shifu. Gracias, compañeros practicantes.
(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias en Inglés Nueva York 2018)