(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Fuxin fue condenada a dos años de prisión y a una multa de 5.000 yuanes, el 25 de diciembre de 2018, por negarse a renunciar a Falun Dafa, una disciplina tradicional para la mejora de la mente y del cuerpo, perseguida por el régimen comunista chino.
El esposo discapacitado de Shan Sufen pidió a un abogado público que apelara su condena, pero le respondió que solo podían recibir asesoría legal gratuita las personas que no practican Falun Dafa. Inmediatamente, presentó una apelación ante el tribunal en nombre de su esposa, pero la corte nunca remitió los documentos al tribunal intermedio local, como exige la ley.
El esposo fue informado 11 días después de la sentencia de su esposa para que no pudiera apelar su caso, al exceder el plazo de días requerido para la entrega de los documentos legales .
Una familia feliz gracias a Falun Dafa
El esposo de Shan, Sun Xiaping, es discapacitado desde niño y el hermano más pequeño, así que creció siendo un niño consentido por sus padres y hermanos mayores. Tenía muy mal carácter. Después de casarse, su familia dudó al principio de que Shan pudiera cuidarlo bien, así que se mostraron distantes y hostiles hacia ella.
Shan seguía los principios de Falun Dafa de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, en cada área de su vida y nunca se quejó. Mantenía y cuidaba bien a su familia. Su Benevolencia y Tolerancia le hizo granjearse el respeto de sus suegros. Además, gracias a la práctica de Falun Dafa su anemia aguda mejoró rápidamente. Su marido la apoyaba mucho para que practicara.
Sun reparaba pequeños electrodomésticos para vivir. A menudo hacía trabajos gratuitos para los agentes de la policía local, creyendo que esta era la mejor manera de proteger a su esposa y a su familia de la persecución, que se lanzó en 1999.
Su esposa es arrestada y juzgada por su fe
Una docena de agentes vestidos de civil de la oficina de policía de Fuxin y de la estación de policía de Xifuxin irrumpieron en la casa de Shan, el 28 de agosto de 2017. Sin mostrar ninguna identificación ni orden de registro, registraron la casa y la amenazaron con meterla en la cárcel.
Abatida por la situación, Shan sufrió un grave espasmo muscular y exigió que la llevaran a un hospital. Después de la revisión en el hospital, la policía la llevó directamente al centro de detención local, que se negó a admitirla debido a su condición física.
La policía llevó a Shan de vuelta a la comisaría y la dejó en el suelo sufriendo espasmos. Llamaron a su marido para que viniera a recogerla. Tuvo que pedirle a un amigo que lo llevara a la estación de policía y le ayudara a llevarla de vuelta a su casa.
Después de que Shan recuperara la salud practicando Falun Dafa la policía se presentó en su casa, el 27 de abril de 2018, exigiéndole que firmara algunos papeles. Se negó a firmar. La policía procedió a presentar su caso a la procuraduría del distrito de Haizhou, el 12 de mayo de 2018. La procuraduría devolvió el caso en dos ocasiones por falta de pruebas.
La policía se presentó de nuevo en su casa a principios de julio de 2018. No la encontraron en casa. El oficial Cao Xu amenazó a Sun con arrestarla de nuevo y suspender su subsidio por ingresos bajos.
Aterrorizados y bajo un tremendo estrés, tanto Sun como Shan vieron deteriorarse su salud. Tan pronto como Shan mejoró y volvió a trabajar, la policía volvió a juzgarla y finalmente consiguió que su caso fuera aceptado por la fiscalía, que remitió el caso al tribunal de distrito de Haizhou, el 4 de septiembre de 2018.
La audiencia de Shan se fijó para el 16 de octubre de 2018, pero cuando ella, su esposo, su hijo y su abogado llegaron al tribunal, el juez Tong Qiang anunció repentinamente que la audiencia se cancelaba. La razón era que Shan había contratado a un abogado para que la declarara inocente.
El oficial Feng Shucao, de la oficina de policía de Fuxin, se detuvo en la casa de Shan, el 21 de diciembre de 2018. Afirmó que casualmente pasaba por allí y que solo quería visitarla. Momentos después, salió y trajo a un gran grupo de oficiales. Obligaron a Shan a subir a un vehículo de la policía y la llevaron al centro de detención Xindi.
El juez Tong dictó una audiencia, el 25 de diciembre de 2018, en el centro de detención. Condenó a Shan a dos años de prisión y le impuso una multa de 5.000 yuanes.
Su esposo solicita un defensor público pero rechazan su petición
Shan pidió que se apelara su caso y su esposo llamó a la corte local y a la oficina judicial solicitando un defensor público. Le dijeron que los practicantes de Falun Dafa no tenían derecho a asistencia legal gratuita. El tribunal le comentó que tan pronto como ella firmara una declaración para renunciar a Falun Dafa sería liberada. Shan se negó a escribir la declaración, ya que ninguna ley en China penaliza a Falun Dafa.
Sun, aunque no es abogado, decidió defender a su esposa él mismo (lo cual está permitido por ley). Presentó una apelación ante el tribunal y llamó varias veces al juez Tong para preguntarle si había remitido la apelación al tribunal local intermedio.
El 8 de enero de 2019, una vez vencido el plazo para presentar la apelación, el tribunal llamó a Sun para decirle que no se le permitía apelar su caso, ya que los documentos requeridos no fueron recibidos dentro del plazo de apelación de 10 días. Fue entonces, cuando se enteró de que el juez Tong nunca remitió la apelación al tribunal superior, como lo exige la ley.