(Minghui.org) Cuando mi padre, de 88 años de edad, fue hospitalizado en enero de 1998, me contó que una vez un amigo lo visitó y lo animó a practicar Falun Dafa. Esa fue la primera vez que oí hablar de Falun Dafa. No conocía absolutamente nada al respecto.
Pensé, Falun Dafa debe ser algún tipo de qigong. Le pregunté si lo practicaba, y me dije por qué no había oído hablar de ello. Me sorprendí, cuando mi padre me confesó que era practicante de Dafa desde 1996.
Probé muchos tipos de ejercicios de qigong por razones médicas, pero ninguno me brindó beneficios importantes. Entonces, dejaba de creer y renunciaba a ellos.
Por curiosidad, le pregunté qué pensaba de Falun Dafa y me dijo que era una buena práctica de cultivación. Mi padre admitió que dejó de cultivarse porque el partido comunista chino (PCCh) anunció, que los miembros del partido tenían prohibido practicar Falun Dafa.
Le dije: “El partido lo controla todo, y ¡hasta controla el qigong! Por favor, sigue practicando si te gusta y no te preocupes por ellos. ¡Eres dueño de tu salud!". Así que volvió a practicar los ejercicios de Falun Dafa después de ser dado de alta del hospital.
Fui a visitar a mi padre una semana después de que regresara a casa. Se veía radiante y me dijo que se sentía muy bien.
Era un gran milagro que alguien de su edad se recuperara tan rápidamente después de haber sido hospitalizado. Me alegré por él, pero no le di mucha importancia.
Un mes después, a mi padre le subió de nuevo la presión arterial y su médico le pidió que fuera al hospital. Pero mi padre no sentía ninguna molestia. Yo tenía un mal presentimiento y creía que mi padre nunca saldría si lo internaban otra vez.
Le pregunté cómo haría para practicar Falun Dafa en el hospital. Me dijo que eso le preocupaba.
Le comenté: "Es fiesta nacional toda la semana que viene, muy poca gente trabajará en el hospital, ¿por qué no descansas en casa y vas al hospital después del feriado?". Él accedió y me pidió que cancelara la visita al hospital.
Mi padre me llamó a las nueve de la noche desde su casa y me informó de que su presión arterial había vuelto a la normalidad.
Me sorprendió la velocidad de su recuperación, fue algo increíble. Fui a ver cómo estaba a la mañana siguiente. Estaba resplandeciente y muy feliz.
Decidida a practicar Dafa
Después de ver todo esto, sentí curiosidad por Falun Dafa y le pedí prestado su libro Zhuan Falun. Pero mi padre se negó a dármelo. Sin embargo, me dijo que podía leerlo en su casa. Nada de lo que dije le hizo cambiar de opinión. Afirmó: "Solo aquí se puede leer, no se puede llevar". Me dijo que lo leía todos los días.
Fui a buscar Zhuan Falun a todas las librerías que conocía y no encontré ni un solo ejemplar. Mi marido murmuró: "Qué extraño, estaba seguro de que vi Zhuan Falun en las librerías hace unos días".
La dueña de una librería nos preguntó qué tipo de libro estábamos buscando. Cuando le dijimos que se trataba Zhuan Falun, se llevó el dedo índice a los labios para silenciarnos. Susurró, "Ese libro está prohibido", pero no sabía por qué, solo que es una orden de funcionarios de alto nivel. Musitó que tenía algunos ejemplares escondidos.
Estábamos muy contentos de poder leer finalmente Zhuan Falun. Me quedé despierta toda la noche leyendo el libro hasta acabarlo. Pensé: "Hay tanto contenido en este libro. Me sentía más sabia y había encontrado respuestas a muchas cosas que antes no entendía".
Al día siguiente, mi marido me preguntó si era un buen libro y le respondí: "Sí". Pero, no le supe explicar por qué me parecía bueno.
Mi marido empezó a leer Zhuan Falun. A mitad de la lectura, dijo: "Este libro es muy bueno realmente, enseña a la gente a cultivar el xinxing, lo cual es muy importante. Sin embargo, estoy seguro de que el partido comunista no tolerará este libro".
Y añadió: "El partido es ateo y Zhuan Falun habla de budismo". Mi respuesta fue simple: "No me importa si el partido lo permite o no. Estoy practicando Falun Dafa".
Unos días después, mi marido me mostró algunos artículos de prensa difamando a Falun Dafa, pero yo no cambié de opinión.
Pensé: "Sin importar lo buena que sea una persona o una cosa, siempre habrá alguien que haga comentarios negativos al respecto. Creo que Falun Dafa es bueno y nada puede cambiar mi opinión". Mi esposo y yo empezamos a practicar Falun Dafa.
Pasaron veinte años, aquellos días todavía están presentes en mi mente, como si fueran ayer. Nuestra fe y creencia en Falun Dafa y en el Maestro Li Hongzhi nos ayudó a superar los peores momentos después de que el partido comunista chino comenzara la persecución a Falun Dafa en 1999.
Somos y seremos siempre, practicantes diligentes de Falun Dafa.