(Minghui.org) Soy una agricultora de 50 años. Debido a nuestra situación económica, este año tuve que mudarme a otra provincia para buscar empleo.
Cuando llamé a mi marido unos días después de irme, balbuceaba sus palabras. Cuando llamé nuevamente, no contestó. Estaba muy preocupada por él.
Mi marido comenzó a practicar Falun Dafa hace dos años. Me preguntaba si durante mi ausencia, él sería capaz de enviar pensamientos rectos al encontrar dificultades en su cultivación. Llamé a una practicante de mi aldea y le pedí que fuera a verlo. Lo encontró babeando y murmurando, parecía tener problemas en sus piernas.
Ella invitó a otros practicantes a estudiar los libros de Falun Dafa con mi esposo, compartir sus experiencias de cultivación y guiarlo a mirar hacia adentro para rectificarse. Ellos enviaron pensamientos rectos para él y corrigieron sus movimientos de los ejercicios.
Sus esfuerzos colectivos lo ayudaron a eliminar su yeli (karma) de enfermedad. Mi esposo ha vuelto a la normalidad y está ocupado cuidando la granja.
Mi esposo y yo nos emocionamos cada vez que recordamos cómo se convirtió en practicante, y eso nos anima a ser más diligentes.
Cómo mi esposo se volvió un practicante
Empecé a practicar Falun Dafa hace más de 20 años. Él fue el primero en ver mis cambios físicos y mentales. Apoyó mucho la práctica.
Cuando el partido comunista chino (PCCh) inició la persecución a Falun Dafa, todos los días transmitía programas por televisión difamando a Dafa. La municipalidad se volvió muy represiva, y él comenzó a creer en su propaganda.
Yo sabía que él tenía miedo. El miedo puede llevar a una persona a hacer cosas malas. Una vez me golpeó la cabeza con un casco de motocicleta cuando quería obligarme a escribir una declaración renunciando a la práctica.
Dejó de preocuparse por la granja y se volvió egoísta una vez que se dio cuenta de que yo no iba a abandonar la práctica. Trabajaba fuera de la ciudad mucho tiempo, renunciando a las tareas de la granja. Cuando contraté a alguien para que trasplantara semillas de arroz, se fue de pesca. Sabía que no era su culpa, así que apoyé a nuestra familia y me aseguré que se hiciera todo el trabajo.
Estuve en un campo de trabajos forzados por un año en 2012. Mi marido no tuvo más remedio que encargarse de cuidar de la granja, pero no tenía ni idea de cómo hacerlo. No sabía nada de herramientas de agricultura, semillas, fertilizantes y láminas de plástico. Estaba preocupado y no tenía motivación.
Los practicantes de la aldea y del municipio conocían nuestra situación. Y vinieron a ayudar a mi marido, desde la siembra hasta la cosecha.
Los practicantes ayudaron a mi familia a salir adelante durante ese año. Uno trabajó de manera permanente y voluntaria y hacía casi todo. Algunos no tenían botas. Un joven practicante usaba una camisa blanca y trasplantaba plantines de semillero descalzo. Otro, de 60 años, que nunca había cuidado una granja, también vino a ayudar. Algunos que debían cuidar sus propias granjas, dejaron de lado su trabajo para ayudar primero a mi familia.
El municipio no ayudó y el gobierno del pueblo tampoco. Nuestros parientes nos ayudaban de vez en cuando luego de terminar sus propios trabajos. Solo los practicantes de Falun Dafa ponen a otros antes que a sí mismos.
Hay mucha agua en la tierra durante la cosecha. Mi esposo no sabía cómo manejar eso y estaba preocupado de no poder terminar el trabajo. Llegó un grupo de practicantes. "Estaba tan feliz de que vinieran a ayudar", dijo.
En mi ausencia durante el Año Nuevo Chino, los practicantes trajeron aceite de soja, fideos y fruta para mi familia.
El PCCh ha intentado todo para destruir la fe de los practicantes y hacer que renunciemos a la práctica. Pero han fracasado. La persecución no destruyó mi familia, ni mi voluntad de cultivarme. Ahora soy más diligente. Amigos, parientes y vecinos tienen un modo diferente de pensar.
La rectitud de los practicantes ha revelado las mentiras y la propaganda del PCCh. Mucha gente se ha dado cuenta de que Falun Dafa es bueno, y algunos lo practican. Mi necio esposo también experimentó las maravillas de Dafa a través del comportamiento de los practicantes, convirtiéndose en uno.
Nuestro venerado Shifu creó el Fa y los guía en sus caminos de cultivación. ¡Es realmente magnífico!