(Minghui.org) Humildad es rebajarse, es igual para todos sin importar el género, la edad, la profesión y la identidad de cada uno. Todos deben ser humildes y respetuosos.
La humildad amplía el camino de cultivación
Rebajarse es superar la arrogancia del corazón. Un cultivador debe ser humilde, porque la humildad posibilita aceptar las opiniones de los demás y las críticas, solo entonces se puede mirar hacia adentro y cultivarse genuinamente.
La humildad permite que la mente del cultivador sea clara y racional, lo cual fortalece la conciencia principal. Una mente clara y racional es capaz de distinguir lo bueno de lo malo, y superar la arrogancia con una fuerte voluntad. La humildad manifiesta la pureza, la bondad y la tolerancia en un cultivador porque es la manifestación del verdadero respeto por la gente del mundo. Por lo tanto, una persona humilde gana el amor y el respeto de los demás.
Lo opuesto a la humildad es la arrogancia
Si uno no es humilde, entonces es arrogante. Una persona arrogante rebaja a los otros, y los señala con el dedo. Ve solo las deficiencias y los errores en los demás, y con el tiempo transita un camino malvado.
Una persona arrogante tiene demasiados demonios en su corazón –resentimiento, envidia, competitividad y codicia. Por lo tanto, su conciencia principal es débil. A menudo está controlada por estos demonios, así como por factores externos. Es propensa a ser autoindulgente, se desvía de la moralidad y exhibe comportamientos que hieren a otros, o destruyen a sus propias familias.
Una persona arrogante es egoísta, y a menudo está insatisfecha con los demás. Por eso, es difícil llevarse bien con ella, y a menudo es aislada.
Si el individuo es incapaz de vencer la arrogancia, ¿Cómo se la puede derrotar?
La humildad es un reino noble para un cultivador
La gente con gran sabiduría es humilde. La gente con buena moral es humilde. ¡Los cultivadores que pueden buscar en su interior para superar las debilidades son humildes; los cultivadores que pueden superarse son humildes!