(Minghui.org) El 16 de julio de 2018, la familia de la Sra. Zhao Chunyan tuvo que llamar a una ambulancia para llevársela de la prisión. Había perdido más de un tercio del peso corporal y no podía caminar. El 28 de julio, esta residente de la ciudad de Jixi, murió a la edad de 65 años.
La muerte de la Sra. Zhao es un final trágico de años de abuso despiadado que sufrió por no renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual que está perseguida por el régimen comunista chino. Fue arrestada repetidamente por su fe y pasó dos sentencias de trabajo forzado por un total de casi cuatro años entre el 2000 y 2011. El 11 de julio de 2013 fue su último arresto, donde la sentenciaron a 5 años y tres meses de prisión sin ningún procedimiento legal. Un juez simplemente leyó el veredicto en su contra en el centro de detención local.
La Sra. Zhao antes de su último arresto.
La Sra. Zhao después de ser liberada de prisión, severamente enflaquecida, sin un diente frontal que cayó mientras la alimentaban a la fuerza con drogas desconocidas.
En noviembre de 2013 ingresó a la prisión para mujeres de la provincia de Heilongjiang. A ella y otras practicantes de Falun Gong encarceladas, muchas veces las forzaban a pisar un papel con el nombre del fundador de Falun Gong en el. Las reclusas a veces incluso le metían el papel en sus pantalones.
Du Xiaoxia, una reclusa, obligó a la Sra. Zhao a sentarse quieta en una banqueta pequeña desde las 5 a. m. hasta las 10 p. m. todos los días por más de dos meses seguidos. Los guardias no solo no detuvieron a Du sino que la alentaron a continuar su abuso prometiéndole reducciones en su sentencia.
La Sra. Zhao le dijo a su familia: “El 6 de febrero de 2014, la reclusa Tiao Yanru instigó a otra reclusa llamada Wang Ning, para que me golpeara con perchas. Wang me golpeó tan fuerte que rompió dos perchas. También me raspó la cara con un cepillo de plástico. Se me hinchó la cara muchísimo. Al día siguiente, Tian me golpeó con un tubo de cartón repetidamente, diciendo que el tubo no dejaría heridas externas, como las perchas o los cepillos. No me dejaba dormir ni ir al baño. En un punto salí corriendo al baño, pero me arrastró de vuelta. Me tuve que orinar en los pantalones”.
Según fuentes internas, no la dejaron dormir por 20 días seguidos, comenzando el 6 de febrero de 2014. Quedó extremadamente desorientada y la engañaron para que firmara su nombre en una declaración para renunciar a su fe. Luego de recobrar su lucidez, el 6 de marzo de 2014 escribió una declaración solemne anulando su declaración previa. La reclusa Tian se negó a tomar su declaración solemne y le preguntó de dónde había sacado papel y lápiz para escribirla. Entonces la Sra. Zhao volvió a escribir la declaración en una pared. Los guardias de la prisión la acusaron de manchar la pared y ordenaron a las reclusas que la torturaran aún más.
La Sra. Zhao contó lo que le sucedió: “En marzo de 2014, Wang Ning me tomó del pelo y me tiró un balde tras otro de agua frío en la cabeza. Todavía hacía mucho frío en marzo. Mi suéter estaba empapado y no paraba de temblar. No obstante, no me dejaron cambiar y me ordenó quedarme parada quieta. Ella y otras reclusas muchas veces me arrastraban a un cuarto sin cámaras de vigilancia. Luego me golpeaban todas juntas. Ni siquiera recuerdo cuántas veces me golpearon”.
También recordó cómo le dieron las drogas desconocidas ese devastador día para su salud: “Me dijeron que estaba enferma y que necesitaba medicamentos. Me abrieron la boca y derribaron uno de mis dientes. Xiao Shufen, guardia con placa número 230355, me vigilaba de cerca todos los días. Se aseguraba que me drogaran a la fuerza por la boca dos veces por día. Tenía diarrea después de cada dosis de droga. Antes que me diera cuenta, perdí la capacidad de retener la comida en mi cuerpo. Tian Yanru me acusó de negarme a comer. Le dije que era todo debido a la tortura que me había causado tanto daño en la salud”.
La Sra. Zhao estaba todo el tiempo vomitando y cada vez más débil. Eventualmente fue enviada a hacerse una revisión médica en octubre de 2016 y le dijeron que tenía un quiste en el hígado. La operaron para sacar el quiste.
Su familia intentó visitarla varias veces desde que estuvo en la prisión, pero siempre los rechazaban. A fines de octubre de 2016, su familia recibió una notificación urgente pidiéndoles que fueran urgente al hospital Zhongxin en la ciudad de Harbin. Fueron y vieron ahí a la Sra. Zhao incapaz de comer o caminar. Tenía problemas para respirar y hablar.
Wang Shanshan, entonces jefa del noveno pabellón de la prisión donde estaba encarcelada la Sra. Zhao, luego envió varios mensajes de texto al hijo de la Sra. Zhao para que cubra los gastos médicos de su madre. El joven le dio dinero a Wang y su colega, Zhu Xueming, cada vez que la visitaba. Las dos guardias no liberaron a la Sra. Zhao como prometieron, incluso después que su hijo pagó un total de 26.000 yuanes. Luego demandaron 260 yuanes por día para cubrir a las cuidadoras de la Sra. Zhao si no, su familia tendría que cuidarla. Entonces el hijo dijo que él cuidaría a su madre, pero las guardias cambiaron de parecer y lo rechazaron.
La Sra. Zhao quedó encarcelada hasta que terminó su sentencia. Las guardias Wang y Xue demandaron 60.000 yuanes a cambio de su liberación, pero su familia se negó firmemente a pagar. Wang y Xue luego retuvieron 5000 yuanes que la Sra. Zhao tenía en su cuenta de comisario.
Informe previo:
Ms. Zhao Chunyan Sentenced to Five Years in Prison