(Minghui.org) Un día mientras mi esposo, que no practica Falun Gong, y yo trabajábamos en el campo recibimos una llamada telefónica de nuestro vecino. Comentó que estaba construyendo una cerca y que quería que volviéramos a casa para ver lo que estaba haciendo. Más tarde, comprobamos que los cimientos de la cerca ocupaban dos franjas de nuestras tierras que destinábamos a cultivar verduras.
Cuando volvimos a hablar por teléfono con nuestro vecino, afirmó que no había invadido nuestro huerto. Mi marido saltó diciendo: “¡Has ocupado claramente nuestra tierra! ¿Cómo puedes seguir diciendo que no?”. Estaba tan molesto que quería ir a su casa inmediatamente para pelearse con él.
Lo detuve y le hablé de la situación desde la perspectiva de un practicante. "Has leído Zhuan Falun", le expliqué. "Sabes que hay una ley universal: Sin pérdida, no hay ganancia. Si le debemos algo a nuestros vecinos, entonces tenemos que pagarles. Si no les debemos nada, sus acciones nos darán virtud. De todos modos no necesitamos cultivar tantas verduras, porque no podemos comérnoslas todas. Si les regalamos un poco de nuestra tierra, no tendremos que trabajar tan duro cultivando tantas verduras".
También le conté una antigua historia llamada “Una franja de seis pies” que relataba cómo un vecino le dio tres pies de su tierra a una familia que estaba construyendo una cerca.
"¿Por qué no hacemos lo mismo?”. Le pregunté. Mi marido se calmó. De esta forma, evitamos pelearnos con nuestro vecino.
Más tarde, mi vecino me preguntó: "¿Por qué dejástes que nos apropiáramos de vuestra tierra tan fácilmente?”.
"Gracias a que practico Falun Gong, y a que mi Maestro nos enseña a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, le contesté. "Si no practicara Falun Gong, no tendría un alto nivel de moralidad y habría empezado a luchar contigo”.
Los vecinos apreciaron las enseñanzas de Dafa de todo corazón e incluso leyeron algunos folletos informativos sobre Falun Gong. Durante el Año Nuevo Chino colgaron carteles con mensajes de Falun Gong en su puerta y toda la familia ha renunciado al partido comunista chino.
Posteriormente, cuando decidimos vender nuestra casa, nos ayudaron a escribir el anuncio, y a venderla a un precio justo.
En otra ocasión, compramos un acre de tierra al vecino A. Cuando llegó el momento de plantar nuestras semillas de maíz, encontramos que el vecino B ya había sembrado nuestra tierra recientemente adquirida. Había plantado tabaco. Todo el mundo sabe que después de usar la tierra para cultivar tabaco, los años siguientes tiene un bajo rendimiento, y no se utiliza.
Mi esposo fue a la oficina de registro de la propiedad con los vecinos A y B para revisar los registros de la tierra. Ni A ni B fueron capaces de justificar sus actos.
Después de aquello, el vecino B se presentó en mi casa y preguntó: "Las semillas ya están plantadas. ¿Qué debo hacer? No querrán que desentierre las semillas, ¿verdad?”.
Respondí: "Practico Falun Gong. Mi Maestro nos enseña a pensar en los demás cuando nos encontramos ciertas cosas. Puedes cultivar mis tierras".
El vecino B esperaba que discutiéramos con él o le pidiéramos algún tipo de compensación económica. Se sorprendió al comprobar que el asunto se resolvía tan fácilmente. Añadí: "Por favor, da las gracias a Falun Dafa”. Repitió: “Gracias” varias veces, antes de regresar a su casa.
Entonces le sugerí a mi esposo: "Cultivemos en la antiguas plantaciones de tabaco”. En las áreas que el vecino B había usado previamente para cultivar tabaco, el maíz brotó tarde e incluso algunas semillas no crecieron en absoluto. Cuando creció hasta el punto de que las hojas todavía estaban verdes, coseché algo de maíz y lo compartí con los aldeanos.
Milagrosamente, cuando llegó la época de la cosecha, la tierra produjo más maíz. La esposa del vecino B dijo: "Mira a la practicante de Falun Gong: tiene un buen corazón y, por tanto, una buena cosecha. El año que viene, deberíamos copiarles y plantar lo que ellos plantan para atraer algo de la buena fortuna de Dafa". Pasado un tiempo su esposa empezó a leer el libro Zhuan Falun.