(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Me gustaría compartir mi experiencia sobre cómo pasé el ye de enfermedad para que podamos mejorar juntos y continuar haciendo las tres cosas que Shifu nos pide para salvar a la gente.
Consecuencias de aflojar
En 2004 mi esposo quedó parcialmente paralizado después de tener un derrame cerebral. Nuestros hijos estaban trabajando fuera de la ciudad en ese momento, así que tuve que cuidarlo sola. Nuestro hijo y su esposa me trajeron su hijo de nueve meses para que lo cuidara en 2013. Yo estaba ocupada todo el día con la ropa, cocina, cuidando a mi nieto y esposo, y otras cosas del hogar. Como resultado, aflojé en el estudio del Fa, en hacer los ejercicios, y en salir para aclarar la verdad sobre Falun Dafa y la persecución.
Esta situación cobró su cifra en mi cuerpo, y a fines de 2014, no podía dormir ni comer bien. Mis labios estaban púrpuras, y mi latido del corazón era irregular. Perdí mucho peso y estaba generalmente débil todo el tiempo.
Mis hijos me llevaron al hospital en 2015, donde me diagnosticaron con anemia (mis células madres hematopoyéticas dejaron de funcionar). El médico nos dijo que tenía que ir a un hospital hematológico en la ciudad. No había cura, y el único tratamiento eran las trasfusiones de sangre para mantener el mínimo número de plaquetas tanto tiempo como fuera posible.
Creyendo en Dafa
Después de entender mi estado, comencé a pensar: la sangre de mi cuerpo es pura, ha sido purificada por Shifu. Decidí no hacerme las trasfusiones, y en vez, quedarme a estudiar el Fa, hacer los ejercicios y confiar en Shifu.
La expliqué esto a mi hija que antes había practicado Dafa. Entendió, pero se puso muy triste y lloró. También le dije a mi hijo, pero se puso en contra de mi decisión e incluso me rogó que me quedara en el hospital para recibir el tratamiento. Me rompió el corazón, a pesar de que sabía que no tenía que ser movida por las emociones, ¡y que tenía que creer en Dafa! Di vueltas toda la noche pensando en irme del hospital.
Le dije a mis hijos que necesitaba ir a casa al día siguiente para cuidar de su padre. Incluso si continuaba con el tratamiento, todavía tenía tiempo para ir a casa y cuidar de algunas cosas. Aceptaron, y los médicos me dieron el alta.
Esa noche fui a casa, pensé sobre las veces que quise romper con esta tribulación pero que la emoción me restringía. Sin embargo, estaba determinada a atravesarlo y hablé con Shifu en mi corazón. Entendí que estaba en esta situación porque las viejas fuerzas encontraron brechas en mi cultivación. Era mi propia culpa.
Sabía que no podía renunciar al Fa. La espera de cientos de millones de años y las tribulaciones de incontables vidas eran par este momento. No podía perderme esta oportunidad y lloré: “¡Por favor ayúdeme Shifu!”.
Desde que comencé a practicar Falun Dafa hace 22 años, la persecución a los discípulos de Dafa significó grandes problemas para nuestra familia, pero mi esposo nunca se quejó. Me senté y comencé a contarle sobre el diagnóstico del hospital y el tratamiento que tenía que hacer.
Le dije que si continuaba yendo al hospital, pospondría mi muerte por un tiempo. Mi única esperanza era cultivarme diligentemente en Falun Dafa. Él lloró.
Viendo su sufrimiento, sentí el peso de mi sentimentalismo hacia él. También sentí el poder de Dafa. ¡Mi corazón estaba dividido en dos!
Después de un rato mi esposo se calmó y dijo: “Si no puedes vivir, entonces bien podrías intentar atravesarlo, pero ¡sé diligente en tu cultivación y no te des por vencida!”.
Las palabras de mi esposo me dieron mucho aliento. Tiré todos los medicamentos con confianza.
Esa noche escuché los audios de las enseñanzas de Shifu en Jinan. Me dormí alrededor de las 9:00 p. m. y no me levanté hasta que fue la hora de enviar pensamientos rectos, cuatro horas más tarde. Dormir sin tomar pastillas antes no era posible para mí. Poco después de despertarme me comenzó a molestar el estómago, y tuve diarrea. Mis heces eran negras y amarillas. Bebí agua y fui al baño varias veces en pocas horas. Las heces salieron claras para las 4:00 a. m. y no tuve más diarrea a las 7:00 a. m.
Después del desayuno, sentí mi cabeza pesada con fiebre. Parecía que a mi cuerpo le estaban clavando incontables agujas. Sabía que tenía que soportar todo –Shifu estaba purificando mi cuerpo. Para la hora de la cena me sentía mejor, con solo un poco de fiebre que duró toda la noche. Al tercer día me sentí mejor y tomé una siesta esa tarde. Después de despertarme, la fiebre había desaparecido y ya no tenía incomodidad.
Fui testigo de lo siguiente mientras meditaba:
El cosmos parecía una escalera, y cada escalón de la escalera era una dimensión. Había capas tras capas de dimensiones. Me encontré cayendo hacia abajo a una velocidad rápida. Me recordó a la escena de Shen Yun cuando todos los dioses y deidades descienden desde arriba. No sé cuántas capas yo descendí rápidamente. De repente, paré y pude ver pétalos de loto rosas y blancos, y había un gran asiento de loto rodeado de más pétalos.
Mirando un poco más, había una pelota enorme como un globo blanco. Me sentí firmemente en la enorme plataforma de loto. Miré fijamente, completamente hipnotizada. Fue como si el tiempo se hubiera detenido. Ni siquiera podía sentir mi respiración. Me sentía liviana y vacía. Observé silenciosamente esta gran plataforma de loto, la cual era magnífica.
No sé por cuanto tiempo duró esto, pero comenzó a desvanecerse lentamente. Recién después de terminar de meditar me di cuenta que tenía la camisa mojada de lágrimas. Agradecía a Shifu por su salvación. Bajo el cuidado de Shifu, pude atravesar la así llamada tribulación de enfermedad.
Cuando mis hijos regresaron seis meses más tarde, estaban contentos y emocionados de ver cómo había cambiado, y por esto, mi hijo y su esposa comenzaron a creer en Dafa.
Fui al hospital a retirar la medicina de mi esposo tres semanas después y también me hice un análisis de sangre. Mi número de plaquetas se había recuperado, y todos los otros componentes se estaban recuperando. Ahora han pasado tres años, y no he ido al hospital. ¡Me he mantenido realmente saludable y fuerte!