(Minghui.org) En julio de 2017, una mujer local en Shenzhen fue condenada a 4 años en la prisión femenina de Guangzhou por negarse a renunciar a su fe. Ha sido sometida a implacables torturas y abusos por ser una practicante constante de Falun Gong, una práctica de mente y cuerpo perseguida en China desde 1999. Antes de su encarcelamiento reciente, la Sra. Liu Yu'e fue sometida 2 veces a reeducación de trabajos forzados y sometida a múltiples sesiones de lavado de cerebro durante el tiempo que estuvo detenida.

El siguiente es un reporte de algunos de los abusos que la Sra. Liu ha sufrido durante su encarcelamiento más reciente.

Humillación y abuso

La primera semana en prisión, fue constantemente acosada con materiales de lavado de cerebro. Se negó firmemente a firmar documentos que establecieran que defender su creencia era un crimen. Como resultado, los guardias no la dejaban ducharse ni lavarse.

Se vio obligada a permanecer de pie todo el día y toda la noche, y no se le permitió usar el inodoro a menos que preguntara a los guardias al dirigirse a sí misma como criminal. Para evitar tener que usar el baño, no bebía ningún líquido en todo el día. A pesar de estar sometida a la privación de sueño durante la noche, todavía tuvo que arrancar las malas hierbas durante el día bajo el sol ardiente, lavar los platos o limpiar la prisión.

Dentro de la celda, los presos la desnudaban y la dejaban desnuda, acurrucada en una esquina. No se le permitió usar el baño, se volvió incontinente y la orina y las heces cayeron por sus piernas.

Los guardias la obligaron a limpiar la celda de la prisión. También instigaron a presos criminales para maldecirla y humillarla.

Estricto control

Como mantuvo su inocencia y se negó a cumplir con las normas de la prisión, los guardias la sometieron a un estricto control, con abusos intensificados. Seducidos con redución de sentencias, los reclusos cubrieron el terreno con trozos de papel escritos con el nombre del fundador de Falun Gong  y la obligaron a caminar sobre ellos.

Debido a la implacable persecución en la prisión, está bajo una intensa presión y se ha convertido en una persona con bajo peso.

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