(Minghui.org) El 26 de junio de 2016 la señora Liu Yuzhuo escuchó un golpe alrededor de las 6 a. m. Abrió la puerta y vio irrumpir a un grupo de hombres de fuerte contextura. Revolvieron la casa y se llevaron sus efectos personales.
No eran ladrones, sino oficiales de policía. Se enfocaron en la mujer de 55 años de la ciudad de Yingkou porque se negó a renunciar a Falun Gong, disciplina espiritual que está siendo perseguida por el régimen comunista chino.
La mujer fue forzada a realizar trabajos sin paga alguna en el centro de detención de la ciudad de Yingkou. El 15 de febrero de 2017 testificó en defensa propia durante su comparecencia ante el tribunal. Su esposo levantó la mano y solicitó decir algunas palabras. El juez que presidía lo detuvo. Cuando el marido se quejó, dos alguaciles lo arrastraron fuera del juzgado.
El 26 de abril de 2017 la señora Liu fue sentenciada a 4 años de prisión y multada con 10.000 yuanes. Su apelación pronto fue rechazada y la trasladaron a la prisión de mujeres de Shenyang.
De acuerdo a los informantes, la prisión no le permitió comprar lo que necesitaba a diario con el dinero que el marido había depositado en su cuenta en la comisaría. Tenía que usar ropas que le daban otras internas.
Durante cada visita familiar, dos personas la observaban de cerca y daban por terminado el encuentro tan pronto como su esposo le preguntaba qué hacía en la prisión.
La señora Liu también fue obligada a hacer trabajo forzado sin paga alguna. No le permitían hablar con otras personas ni usar el baño cuando lo necesitaba.