(Minghui.org) Más de 6.000 practicantes de Falun Gong de todo el mundo realizaron una manifestación pacífica en el Jardín Oeste del Capitolio de Estados Unidos en Washington D.C., pidiendo el fin de 19 años de persecución a Falun Gong en China.
Legisladores estadounidenses, activistas de derechos humanos y representantes de organizaciones no gubernamentales también participaron en la manifestación y expresaron su apoyo a la resistencia pacífica de Falun Gong a la persecución. Los oradores condenaron la sustracción forzada de órganos del régimen chino a presos de conciencia en China, elogió el valor universal de Verdad-Benevolencia-Tolerancia (principios fundamentales de Falun Gong) y pidió al público que reconozca la naturaleza maligna del partido comunista.
Los practicantes portaban pancartas que pedían el fin de la persecución y generaban conciencia sobre los peligros del comunismo: "El objetivo último del comunismo: destruir la raza humana", "El malvado espectro del comunismo está gobernando nuestro mundo", "La única esperanza de la humanidad es regresar a la tradición" y "La única esperanza de la humanidad es mejorar la moralidad".
Alan Adler, director ejecutivo de Amigos de Falun Gong y anfitrión del evento, planteó la pregunta de por qué el partido comunista chino ha querido perseguir a un grupo pacífico de meditadores durante casi dos décadas. Dijo que la respuesta debe estar en "la agenda oculta del comunismo".
Adler expresó: "No importa qué formas tome el comunismo, tiene un objetivo: la destrucción de la humanidad". Añadió que el comunismo destruye la tradición y nos aparta de lo divino y de nosotros mismos.
La manifestación en el Capitolio exige el fin de la persecución a Falun Gong en China.
La congresista por Florida Ileana Ros-Lehtinen, manifestó que conoce el espectro malvado del comunismo a partir de su propia experiencia en Cuba y la represión de todas las libertades allí. "El objetivo final del comunismo es la destrucción de la raza humana; sé personalmente que es cierto", dijo.
El congresista por California Dana Rohrabacher, se dirigió a los practicantes con comentarios sinceros. Dijo que él no sería un eterno partidario de Falun Gong solo por basarse simplemente en el derecho de las personas a expresar su punto de vista; más bien, él se identifica con los principios centrales de Falun Gong. "Estoy orgulloso de estar con ustedes y siempre lo he estado", dijo.
Nina Shea, directora del Centro para la Libertad Religiosa, expresó: "La libertad religiosa es parte del Informe de Estrategia de Seguridad Nacional de la Administración Trump. Hace que la protección de las minorías religiosas sea una estrategia de seguridad nacional. Es fácil ver por qué. Lo que está sucediendo [con la persecución a Falun Gong en China] muestra el salvajismo y la brutalidad total, la brutalidad del gobierno chino. Esto debe detenerse, debemos continuar manteniendo este tema frente al Congreso, frente al gobierno estadounidense y frente al mundo".
Kristina Olney de la Fundación Memorial a Víctimas del Comunismo dijo: "Estados Unidos debe oponerse a las mentiras y los abusos del partido comunista chino. No debemos permitir que el partido comunista extienda su vil tiranía en el extranjero y que nos silencie en nuestro propio país, y son testigos como ustedes lo son ahora aquí, reuniones como las que estamos teniendo hoy, las que se aseguren que se escuche la verdad".
David Kilgour, exmiembro del Parlamento canadiense y diplomático, reseñó brevemente las pruebas de la sustracción forzada de órganos a presos de conciencia en China.
David Matas, un abogado canadiense de derechos humanos, se hizo eco del Sr. Kilgour, y dio evidencia adicional de las atrocidades de sustracción de órganos.
El representante por Texas Ted Poe quedó consternado por el asesinato de practicantes para obtener partes del cuerpo y "venderlos por dinero". Manifestó: "Esa es la peor violación de los derechos humanos en el mundo".
Gayle Manchin, vicepresidenta de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USURG-sigla en inglés), expresó: "Cuando las autoridades chinas acosan a los practicantes de Falun Gong, cuando detienen, torturan, atacan sexualmente, experimentan y obtienen órganos a la fuerza, sus acciones brutales no solo desafían innumerables estándares internacionales de derechos humanos y el orden internacional más amplio basado en reglas, sino que destruyen la base misma de la humanidad, porque recordemos que la libertad de religión o creencia no es un derecho otorgado por el gobierno, es un derecho universal disponible a todos. Nos corresponde a nosotros nunca dejar que China se olvide, hacerles saber que estamos observando y solidarizándonos con Falun Gong, no solo en China, sino en todo el mundo".
Robert Herman de Freedom House dijo: "Seamos claros, estas acciones violan las normas y estándares internacionales y la decencia humana simple. El liderazgo chino debe rendir cuentas. Los gobiernos democráticos y las instituciones multilaterales con el mandato de promover la democracia y los derechos humanos son cómplices cuando no hablan. Su silencio y su inacción afectan el comportamiento de China, y serán vistos en Beijing como una falta de voluntad política para enfrentar a un creciente poder global".
El representante por New Jersey Donald Payne, prometió a los practicantes que asistirá a la manifestación pacífica contra la persecución todos los años hasta que esta termine.
El representante por Filadelfia Keith Rothfus, cree que nadie debe ser perseguido debido a sus creencias y que la verdad finalmente ganará.
Atticus Swett de la Fundación Lantos dijo sobre los practicantes de Falun Gong: "Los seguidores de esta noble y pacífica práctica de meditación son conocidos y admirados por su amabilidad, compasión y altos estándares morales. Los practicantes de Falun Gong representan lo mejor de la humanidad. Encarnando las virtudes de la tolerancia, el perdón y la fidelidad a la verdad. Me siento honrado de estar entre ustedes, y estoy lleno de admiración por el ejemplo que son para el mundo".
Suzanne Scholte de la Fundación Forum admira el valor y el espíritu de los practicantes de Falun Gong. Cree que sus esfuerzos no solo ayudan a sus compañeros practicantes en China, sino también a todas las personas que sufren la dictadura del partido comunista.