(Minghui.org) El 19 de abril de 2018, tuvo lugar una vista judicial contra una practicante de Falun Gong de 56 años, llamada Guo Dongxiang, en el tribunal de Chaoyang en Beijing. En esta ocasión, a diferencia de otros juicios a practicantes de Falun Gong, el tribunal siguió los procedimientos adecuados.
El juicio duró 2 horas aproximadamente. Declaró en su propia defensa sin que mediara coerción alguna. Nadie interrumpió a su abogado cuando realizó sus alegatos. El tribunal tampoco organizó a grupos de personas para que ocuparan asientos en la sala del tribunal, con la intención de no permitir la asistencia de sus familiares. Tampoco se hizo notar ningún amplio despliegue policial en las inmediaciones de los juzgados.
El 3 de noviembre de 2017, arrestaron a la Sra. Guo por distribuir materiales informativos sobre Falun Gong. Desde entonces permanece detenida en el centro de detención de Chaoyang. A mediados de enero de 2018, la procuraduría admitió su caso y más tarde, a mediados de febrero, se envió a los tribunales.
Le dijo al juez que no cometía ningún delito por practicar Falun Gong y exigió al procurador que retirara los cargos que le imputaba.
Su abogado afirmó que un principio fundamental del derecho penal nacional, establece que solo las violaciones claramente estipuladas en la ley se pueden considerar como crímenes. Si no están estipuladas en la ley no se pueden considerar delitos y por lo tanto, no son punibles. El defensor exigió al procurador que proporcionara la base legal por la que calificaba a Falun Gong como organización sectaria. El procurador vaciló. Entonces, el juez le pidió que no respondiera, que contestara la pregunta más adelante, lo cual nunca sucedió.
El abogado le recordó al tribunal que en 2011, la administración de prensa y publicaciones de China derogó su prohibición de publicar libros de Falun Gong, y que Falun Gong es absolutamente legal en China. Por lo tanto, la distribución de los materiales informativos de Falun Gong que realizó la Sra. Guo queda amparada por la constitución y es una prolongación de su derecho a la libertad de expresión.
El abogado expresó que el fiscal había acusado a su cliente de “obstruir el cumplimiento de la ley valiéndose de una organización sectaria”, pero que ni siquiera había dejado constancia de qué ley había obstruido y de qué forma se había valido de dicha organización.
El abogado también enumeró las violaciones del proceso reglamentario que habían tenido lugar durante el arresto de la Sra. Guo y la consiguiente búsqueda de sus pertenencias.
El juez suspendió el juicio sin emitir ningún veredicto.
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