(Minghui.org) Nuestro grupo de estudio del Fa ha estado cooperando como un cuerpo a través de los años a pesar de la persecución a Falun Dafa.
Entre nuestros miembros del grupo, la persona más añosa tiene 81 años y el más joven tiene 48. Hace un par de años, algunos de nuestros practicantes locales clarificaron los hechos acerca de Falun Dafa en nuestra ciudad, y algunos fueron a zonas rurales.
Cuando escuché que algunos practicantes regresaban con una lista de gente que renunció al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones de jóvenes, cada vez que iban, honestamente los envidiaba. Pero yo dudaba en hacerlo.
Clarificando la verdad en áreas rurales
Un practicante joven se cambió a nuestro vecindario en mayo de 2017. Perdió la visión temporalmente y no estaba siendo capaz de recuperarse, ya que no podía iluminarse a cómo mejorar su xinxing. Pero no modificó su firmeza en su cultivación. Así decidió ofrecernos su triciclo motorizado para que lo usáramos. Esto nos permitió ir a otras áreas rurales a clarificar el Fa a las personas.
Hasta ahora, en 6 meses, hemos usado este vehículo 45 veces y ayudamos a renunciar al PCCh, alrededor de 1200 personas. Hubo también algunos que se enteraron de la verdad pero nunca se afiliaron al PCCh. Fuimos de pueblo en pueblo e intentamos que cada habitante supiera los hechos acerca de Dafa y la persecución.
Nos encontramos a la 1 p. m. Todos los practicantes llegaron puntualmente. Mientras en el camino íbamos recitando el Fa o haciendo pensamientos rectos. Al llegar a la localidad, el chofer dejaba a los practicantes en distintos lugares y después los recogía una a uno de regreso a casa.
En el verano, bajo el sol abrazador sudábamos mucho. Algunas veces sentíamos nuestra piel ardiendo, y a veces hacía tanto calor que queríamos una sombra y tomar un descanso. Algunos aldeanos nos ofrecían comida y agua. Pero en lugar de aceptar, intentábamos encontrar agua fría para tomar, porque queríamos dejar una buena impresión.
Una vez fuimos a un pueblo y tan pronto como llegamos empezó a llover. Todas las casas tenían la puerta cerrada, tal que tuvimos que tocar fuertemente sus puertas. Algunos practicantes no entraron en ninguna casa, aunque estuvieron mojados hasta escurrir, pero ninguno de ellos se quejó.
Una prueba duradera
Algunas personas nos maldecían, algunos se reían de nosotros, algunos nos amenazaban diciendo que nos acusarían, y algunos no querían escuchar. Sin embargo mucha gente fue muy amable.
Algunos tomaban el volante y nos agradecían después de haber escuchado la verdad, y luego renunciaron al PCCh. Muchas personas nos invitaban a sus hogares y nos despedían cuando terminábamos de hablar con ellos.
Hoy en día la actitud de la gente es muy diferente a la de hace algunos años. Aquellos que decían que nos reportarían, no hicieron la llamada a la policía cuando no se movió nuestro corazón.
Algunas veces había un grupo de gente sentados alrededor, algunos nos tomaban un volante, algunos no, algunos convenían en renunciar al PCCh, algunos no lo hicieron.
Esto ocurre porque con el progreso de la rectificación del Fa, el mal ha sido eliminado capa por capa y no queda mucho. En cuanto a lo que queda, ya no podría manipular a nadie.
Durante el proceso tuvimos que soportar muchas pruebas. Pero, mirando la lista de gente que ha elegido renunciar al PCCh, no nos importan las pruebas que tuvimos que soportar
Cooperar bien
Nuestro chofer practicante tiene 68 años. Solía tener dificultad para respirar. Desde que comenzó a asumir el rol de conductor, su problema desapareció.
Hace algunos días, alguien le ofreció la oportunidad de realizar un proyecto de construcción. Pensó: "Si dejara a nuestro equipo, no habría nadie para llevarlos al campo, ni alguien que cuidara al practicante que tenía problemas de visión". Así que no aceptó esa oferta.
Cuando la practicante de 81 años fue con nosotros por primera vez, hubo muchos baches y el viaje fue largo. Ella esperaba sentir dolor al día siguiente, pero no lo sintió. Se veía muy energética y mucho más joven que su verdadera edad.
También había una practicante en sus sesenta. Tenía que caminar por más de 5 km (tres millas) para reunirse con nosotros. Cada vez que llegaba, su cabello estaba empapado en sudor. Ella tuvo un conflicto con otro grupo cerca de donde vivía por su fuerte apego de querer charlar con otros. Es analfabeta, y le faltaba estudiar el Fa, y perdía la paciencia en un conflicto.
Entendí que otros practicantes que decidieron mantenerse alejados de ella, perdieron la oportunidad de mejorarse. Al principio, algunos fueron un poco rudos con ella, mientras yo pensaba que había algo que necesitábamos mejorar.
Si le hiciéramos lo mismo que los otros grupos de estudio del Fa, le haríamos al menos el mismo daño o aún peor. Con eso en mente, comencé a prestar atención a eliminar el apego de mirarla desde arriba.
Cuando la vi charlando, solo le recordé en lugar de culparla. Cuando la vi aclarar los hechos de una manera inapropiada, amablemente le dije qué hacer. También le aconsejé que evitara encontrar conflictos con otros, en lugar de eso, que pensara que es hora de que mejore, y la sustancia oscura será eliminada.
Un día, le pedí que ayudara a entregar una copia de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista a un grupo cercano de estudio del Fa. Inesperadamente, estos practicantes se dirigieron a ella en un tono irónico.
Sin embargo, fue ella quien se disculpó con ellos. Más tarde dijo que sentía que sus dos piernas eran muy livianas. Después de escuchar eso, realmente la admiré por su sólida cultivación.
En conferencias recientes, Shifu nos recordó que debemos prestar atención a la cooperación en el grupo. Entonces, en este momento crítico de la rectificación del Fa, los practicantes de nuestro grupo podemos trabajar bien el uno con el otro. También podemos ajustar nuestra mentalidad para mejorar el compartir en grupo. Esto nos ayudó a aprender de otros donde nos hacía falta.
Elevándonos y eliminando el yeli (karma)
También me he estado elevando constantemente y eliminando mi yeli (karma) a través de las tribulaciones duraderas.
Otra practicante y yo fuimos dejadas en un pequeño pueblo. Allí aclaramos los hechos a todos en aproximadamente media hora. Entonces decidimos caminar al siguiente pueblo.
Los dos pueblos resultaron estar bastante lejanos, y el camino estaba lleno de baches. Sentía mi pierna izquierda muy pesada. Cuando compartí esto con la otra practicante, ella dijo que no se sentía cansada en absoluto. Eso me impulsó a recitar el Fa del Maestro:
“Obtener el estado de fo después de alcanzar la perfección, tomar las penalidades sufridas como gozo” (Templando la mente y el corazón de uno, Hong Yin).
“La materia negra es precisamente yeli, y padecer sufrimientos puede disminuir el ye y transformarlo en de” (Cuarta Lección. Zhuan Falun).
Poco después mi pierna izquierda ya no se sentía pesada.
Cuando veía gente joven, tenía mala disposición a hablar con ellos. Siempre me preocupó que me reportaran. Shifu me ayudó a iluminarme con este apego en un sueño. Cuando desperté, me di cuenta que era poco compasiva y egoísta.
También los jóvenes pueden ser mis seres conscientes esperando que los salve. Después de iluminarme a esto, me sentí en paz.
Shifu dijo:
“Es difícil que el Cielo y la Tierra obstruyan el camino de la Rectificación del Fa. Son solo los corazones humanos de los dizi que lo bloquean” (Molestias, Hong Yin III)
Solía preocuparme por ser reportada a la policía. Ahora, solo sonrío a la persona o digo unas pocas palabras y luego sigo con lo que estaba haciendo con mi corazón impasible.
Shifu ha estado cuidándome todo el tiempo. Cuando cerrábamos los ojos para enviar pensamientos rectos, un practicante nos dijo que nuestro vehículo completo estaba cubierto por una luz roja; eso fue muy inspirador. Shifu nos está protegiendo en todo momento.
Un practicante comenzó a recitar este poema:
“El vehículo va por caminos de miles de kilómetros
La luz divina afuera protege el vehículo
¿Quiénes son los que van adentro?
La gira artística salva a la gente”
(En el camino de la gira artística, Hong yin III)