(Minghui.org) Una pareja de ancianos, presentó una denuncia contra 5 agentes de policía, que mutilaron a su hijo, después de su arresto por su fe.
El 28 de diciembre de 2017, el Sr. Li Yongquan, dentista en Tianjin, se encontraba tratando a un paciente cuando irrumpió la policía y lo arrestó. Sus padres, ambos de 90 años, no fueron informados de su arresto hasta que transcurrió más de un mes. Esto les causó tal trauma que su madre perdió el oído y su padre necesitó un marcapasos para su corazón.
En febrero de 2018, su abogado visitó el centro de detención local y se sorprendió al ver que el lado derecho del cuerpo del Sr. Li se encontraba paralizado. Cuando lo condujeron a la sala de reuniones tuvo que usar la mano izquierda para firmar los documentos legales.
El 26 de abril, al enterarse de la discapacidad repentina de su hijo, sus padres presentaron una denuncia contra los cinco agentes que se nombran a continuación:
- Wang Peng y Mei Zefeng, de la oficina de policía de Wuqing.
- Li Bing y Yu Guohui, de la oficina de seguridad nacional de Wuqing.
- Zhang Peng, jefe de la comisaría de Shangmatai.
Todos estos oficiales fueron acusados de cometer infracciones legales que violan el código penal:
Ingreso ilegal en una residencia privada
El 28 de diciembre de 2017, los agentes irrumpieron en la clínica dental del Sr. Li sin mostrar ninguna identificación ni orden de registro. Lo agarraron y lo llevaron a la comisaría de Shangmatai. No hicieron un inventario de los artículos confiscados tal y como lo exige la ley. Tampoco notificaron la detención adecuadamente a su familia.
Interrogatorio bajo tortura
El día de su arresto, le negaron comida y agua. Como se negó a responder a las preguntas de la policía, lo estrangulaban durante períodos prolongados.
El Sr. Li perdió el conocimiento. La policía lo arrojó al suelo y lo dejó allí toda una noche sin prestarle atención médica.
Engañarlo y no proveerle atención médica
El Sr. Li tosió sangre durante 3 días seguidos después de la sesión de interrogatorio. También sentía dolor en su pecho. La policía más tarde lo llevó varias veces para que se sometiera a exámenes médicos. Le diagnosticaron disfunción cerebrovascular isquémica. La policía, sin embargo, se negó a que le proporcionaran asistencia médica. Finalmente contrajo parálisis.
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