(Minghui.org) Una nativa de la ciudad de Jingjiang recibió una segunda condena de 3 años de prisión por negarse a renunciar a Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino.
Al poco tiempo de comenzar a practicar Falun Gong en 1996, la Sra. Geng Yingfeng se volvió saludable. Después de que comenzó la persecución en 1999, nunca dudó en contarle a la gente sobre sus experiencias positivas con Falun Gong. Su simple acto de decir palabras justas para Falun Gong la ha puesto bajo custodia policial en numerosas ocasiones.
A fines de 1999 o principios de 2000, la mujer de 81 años fue condenada por primera vez a 3 años de prisión. Sufrió torturas brutales durante su encarcelamiento. Una vez estuvo atada tan fuertemente que la cuerda cortó su carne y expuso sus huesos. Como resultado sangró profusamente y perdió el conocimiento.
Después de que la liberaron de la prisión, su hijo le compró una casa en la ciudad de Nanjing, a unos 120 kilómetros de su ciudad natal. La policía de Jingjiang la rastreó y el 6 de noviembre de 2012, la arrestó en Nanjing. Su madre, que tenía 94 años en ese momento y vivía con ella, estaba tan traumatizada que falleció poco después.
En junio de 2015, presentó una denuncia penal contra el exdictador chino Jiang Zemin por iniciar la persecución a Falun Gong. Recibió más acoso de la policía de Jingjiang, que la arrestó el 15 de agosto de 2017.
La Sra. Geng fue devuelta a Jingjiang y detenida durante 16 días. Después regresó a Nanjing, solo para ser arrestada nuevamente el 7 de diciembre. La policía de Jingjiang la llevó directamente a la corte de Jingjiang para una audiencia no anunciada. La liberaron 20 días después.
El 22 de marzo de 2018, se ordenó a la Sra. Geng que compareciera en la corte de la ciudad de Jingjiang. El juez Wang Pin la sentenció a 3 años al final de la segunda audiencia. La prisión de Taixing se negó a aceptarla debido a su salud y luego fue liberada bajo fianza.