(Minghui.org) Tengo 72 años, y he practicado Falun Dafa desde marzo de 2006. De manera habitual, Meimei, que también es practicante, y yo estudiamos las enseñanzas del Maestro antes de salir y aclarar la verdad sobre Dafa a la gente.
Cuando tuvimos problemas para distribuir los folletos, le dije a Meimei: "Los folletos que nos dio Baibai no son lo suficientemente buenos y no son fáciles de repartir. ¡Quizás deberíamos imprimir los folletos nosotras!".
Me indicó que por qué no los hacía yo, lo cual me molestó bastante. En realidad, no tengo ninguna experiencia cuando se trata de imprimir folletos. Cuando regresé a casa, tuve síntomas de enfermedad y la sensación de tener mariposas en el estómago. Pensé: "¡No reconozco la persecución de las viejas fuerzas!".
No quería que los demás supieran de mi problema, por lo que permanecí callada y simplemente continuaba saliendo y hablando con la gente sobre Falun Dafa. Sin embargo, durante más de veinte días mi condición física no mejoró, sino que empeoró. Miré hacia adentro, pero no pude encontrar la razón de los síntomas de mi enfermedad.
Mientras estudiaba el Fa con otro practicante mencioné inadvertidamente que estaba experimentando una tribulación, pero le pedí que no se lo dijera a otros.
Un día cuando fui a casa de Baibai para llevarme los folletos, ella parecía débil y pálida, sin embargo seguía imprimiéndolos. Me sentí culpable y me di cuenta de que estaba mal quejarme a sus espaldas, y decidí no volver a hacerlo. Cualesquiera que sean los folletos que se me entreguen, me esforzaré al máximo para repartirlos.
Los síntomas de mi enfermedad cesaron durante aproximadamente una semana y luego volvieron a aparecer. Estudié el Fa y miré hacia adentro, pero mi condición no mejoró. Incluso mi eficacia al hablar con la gente sobre Falun Dafa no fue tan buena como antes. Empecé a preocuparme.
Entonces Meimei me preguntó: "¿No quieres imprimir los folletos? ¿Cuándo planeas aprender?". De repente comprendí que ese era mi problema.
No quería imprimir los folletos, estaba molesta porque sentía que me estaban tratando injustamente. Le dije: "Esto es grandioso. ¡Encontré mi apego!". Los síntomas de mi enfermedad desaparecieron.
Entonces, tuve un sueño en el que mucha gente gritaba: "¡El examen ha terminado! ¡El examen se acabó!". Pregunté a los demás si había aprobado el examen, pero nadie me respondió. Me dije que debía haber aprobado el examen. Entonces una voz en mi mente citó las palabras del Maestro:
“Tengan mucho cuidado: las fanfarronadas intencionales o no intencionales hasta podrían alarmar a un fo. No pongan obstáculos para su propia cultivación. También tienen que cultivar el habla (xiu kou) en este aspecto. Espero que puedan entender” (Nunca hables desenfrenadamente, Escrituras esenciales para mayor avance).
Rápidamente me disculpé y dije: "Maestro, me equivoqué. He fallado, y tengo que dejar ir mis muchos apegos".
En retrospectiva, el apego fue como una queja. Quería lo mejor para mí, y me indignaba y desconfiaba de los demás cuando no hacían lo que yo esperaba de ellos. Como resultado, sufrí durante treinta y siete días.
Cada uno de nosotros tiene muchas nociones obstinadas y deficiencias, y a menudo no somos conscientes de su existencia. Cuando los conflictos aparecen durante la cultivación, y el yeli (karma) de enfermedad emerge, debemos estar atentos y mirar hacia adentro.
El Maestro dijo:
"Para un cultivador, mirar hacia adentro es una herramienta mágica” (Enseñando el Fa en el Fahui Internacional Washigton DC 2009).
“Siendo un cultivador, xiu es cultivarse uno mismo” (Saludos al Fahui Europeo).
No debemos permitir que las viejas fuerzas se aprovechen de nuestras brechas y dejen que la tribulación dure demasiado tiempo. Cuando sufrimos, otros se sienten angustiados y el Maestro se preocupa por nosotros.
El Maestro dijo:
“Porque la cultivación tiene que nacer de tu corazón y te cultivas por tu propia iniciativa. Sí, entre dolores fuertes que calan hasta los huesos y el corazón, frente a beneficios y fama, y el qing, tú verdaderamente puedes dejar esas cosas, recién entonces te puedes cultivar” (Enseñando el Fa en el Fahui de Nueva York 2010).
En adelante, recordaré mirar hacia adentro. Mejoraré en mi camino de cultivación y seguiré las enseñanzas del Maestro.