(Minghui.org) Soy una practicante de Falun Dafa (Falun Gong) de 72 años de China. Tuve la suerte de conocer Falun Dafa en julio de 2010 y desde entonces he estado cultivándome. Lo siguiente son mis experiencias estando detenida en un centro de detención por participar en los esfuerzos de informar al público sobre la persecución a Falun Dafa.
En el verano de 2017, estaba hablando con personas en un parque sobre Dafa cuando alguien me denunció a la policía. Fui arrestada y puesta en prisión por 20 días. Un policía intimidó a mi hijo diciéndole que yo estaría entre tres y siete años en prisión. Mis hijos pagaron una gran cantidad de dinero para que me liberaran.
El guardia de seguridad de mi área residencial recibió la orden de controlarme todo el día y registrar cuando salía o entraba del edificio. La estación de policía contrató a una persona para seguirme, pero me mantuve contándole a la gente sobre la persecución y pegando carteles sobre Falun Gong en la calle.
Quince días después de ser liberada, fui arrestada nuevamente en mi casa. De inmediato, escribí una carta a mi hijo en el centro de detención, diciéndole que no aceptara el soborno de nadie y que mi deseo era que siguiera con su vida normalmente. Le dije que estaba decidida a mantenerme firme en mis creencias sin importar lo que sucediera.
Al principio me recluyeron en una "sala de transición". La mayoría éramos recién llegadas. A medida que más y más detenidas fueron llegando a la sala, las que entraron primero fueron trasladadas. Aproveché el momento para contar los hechos sobre Dafa. Todas las detenidas estaban muy tristes e hice lo posible por animarlas mientras hablaba con ellas sobre Dafa. De las cuatro personas con las que hablé, tres de ellas estuvieron de acuerdo en renunciar a las organizaciones comunistas. Cuando estaba hablando con la quinta detenida, la reclusa delegada replicó enfurecida mientras me señalaba : "¡Deja de hablar con las recién llegadas! Se lo contaré a los guardias . "No discutí con ella.
Dos días después, la reclusa delegada recibió la notificación de su sentencia a dos años de prisión. Ella estaba desolada y dejó de restringirme. Pasé la mayor parte del tiempo hablando con las recién llegadas, intentando tranquilizarlas y hablándoles sobre Dafa. Estuvieron muy agradecidas y algunas comentaron que se sentían más calmadas. Algunas comentaron que era una gran mentora. Otras dijeron que el haberme conocido suponía un punto de inflexión en sus vidas. Yo les respondí que todo se lo debía a mi práctica en Falun Dafa.
Una de las reclusas de la sala de transición había sido condenada originalmente a cadena perpetua. Apeló ante el tribunal municipal intermedio. Su caso se prolongó durante casi tres años. Los carceleros a cargo y el recluso delegado tenían que hablar con ella con frecuencia, por temor a que fuera a tener una crisis mental.
Ella parecía disfrutar hablando conmigo. Pude contarle sobre los beneficios de Falun Dafa y le enseñé a recitar: "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". A ella le encantaba escuchar esto y recitaba estas palabras todos los días. Poco después, experimentó grandes cambios: sus enfermedades desaparecieron, y su aspecto era más juvenil, también dejó de maldecir. El director y los carceleros se sorprendieron de ver estos cambios y le preguntaron si había aprendido Falun Gong de mí. Todas las demás reclusas también quedaron sorprendidas por ella. Durante su juicio, continuó recitando en su mente, "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno. "Más tarde , me dijo que su mente se había vuelto muy clara, y que fue capaz de responder todas las preguntas de la mejor manera. Estaba emocionada y sorprendida cuando se enteró que su condena había sido reducida a tan solo cuatro años de prisión. Reconoció haber sido bendecida por Falun Dafa.
Un día, una empresaria fue detenida y ubicada en nuestra sala . Tenía activos valorados en cientos de millones de yuanes. Fue detenida por asuntos relacionados con la indemnización por mudanzas. Los funcionarios del gobierno local la prestaron bastante atención porque poseía mucha información sobre ellos por malversación . Le enviaban ropa, comida y dinero, y hablaban con ella de vez en cuando. La mujer me miró con desprecio cuando supo que practicaba Falun Dafa. Cuando se enfermó, traté de atenderla, pero se negó a hablar conmigo.
Sin embargo, pudo apreciar cómo mis acciones seguían los principios de Dafa. Nuestro baño a menudo estaba obstruido. Nadie estaba dispuesto a desatascarlo ni limpiarlo excepto yo. Una reclusa recién llegada padecía de estreñimiento. Pasaba horas hasta que por fin era capaz de hacer de vientre. Sufría hasta el punto de llorar y la ayudé cavando su taburete a mano sin dudarlo. Todas en la sala estuvieron conmovidas.
Al principio, cuando llegué a la sala, no contaba con tarjeta de comisaría. Una mujer amable me dio una galleta y una manzana y yo se la ofrecí a alguien con más necesidad que yo. Después de obtener mi tarjeta, pude comprar algo de comida para compartir con las demás. Ellas estaban muy conmovidas. En una sala de menos de 20 metros cuadrados, donde la comida era escasa, todas recordaron estos actos generosos.
En invierno se pasaba mucho frío en la sala. La mayoría de la gente tenía que usar tres pares de pantalones y tres pares de calcetines. La propietaria de la empresa llevaba dos abrigos sobre un suéter y un par de pantalones acolchados con algodón sobre las polainas. Sin embargo, yo solo llevaba tres camisas finas, un par de pantalones finos y no usaba calcetines. Presté todas mis otras ropas a quienes las necesitaban. Persistí en meditar durante una hora todos los días sin importar la temperatura.
Una noche, una mujer reclamó que no podía dormir debido al frío. La reclusa que era empresaria dijo: "Si quieres mantenerte caliente, aprende Falun Gong de la tía Deng". Ella no teme al frío ni al sufrimiento. Esta sana y considera primero a los demás. ¡Es genial!", añadió,"Cuando llegué aquí por primera vez, la directora me dijo que encontraría budistas, cristianos y practicantes de Falun Gong. Pregunté qué era Falun Gong y ella repitió las mentiras publicadas en los medios sobre la práctica. Ahora puedo ver que fui engañada”. Todas estuvieron de acuerdo en que Falun Gong era genial. Ellas hicieron votos para aprenderlo una vez que fueran liberadas. ¡Estaba tan feliz de que todas tuvieran una actitud tan positiva sobre Falun Gong!
Cuando fui llevada al centro de detención, encontré que la comida era demasiado mala. Yo y otras más nos vimos obligadas a echarla después de tragar un par de cucharadas. Me sentí mal por desperdiciarla. Un día, estaba recitando "Lunyu" cuando me iluminé a estas oraciones:
"Si las manifestaciones de los seres humanos en el mundo humano hacia Dafa pueden reflejar la debida devoción, respeto e importancia, esto traerá a los humanos, a las naciones o a los países, felicidad, buena fortuna o gloria.". (Lunyu de Zhuan Falun)
Me di cuenta que desperdiciar comida no es respetuoso y no reverencia a Dafa tal como se manifiesta en el mundo. De hecho, va en contra de Dafa, pero ¿cómo podría comer tan mala comida?
Envié pensamientos rectos hacia los empleados del comedor del centro, diciendo: "Nuestras vidas y todo en el mundo son posibles gracias a las bendiciones de Budas y Dioses. Atesoremos la comida entre todas las cosas. Por favor, hagan bien la comida y reduzcan los desperdicios. ¡Gracias! "Envié este pensamiento a las 5 a.m. y la hora del almuerzo, el jefe de nuestra sala dijo: "Hoy sabe bien". Probé un bocado y descubrí que la comida era muy buena. Todas coincidieron en que el almuerzo estaba bueno. Desde ese momento, comí toda la comida sin dejar nada. Otras personas rara vez desperdiciaron nada.
Debido a mis nociones humanas que me acompañaron por décadas, tenía la noción de que mi cuerpo tenía naturaleza fría. Había evitado comer durante muchos años ciertas verduras, especialmente el repollo. Una mañana, recité el poema de Shifu , que dice:
"La bondad del Fo crea de nuevo Cielo y Tierra" ("Bondades entre Shifu y los Dizi” Hong Yin ll)
Me di cuenta de las bendiciones de Shifu presentes en todas las formas vivas y todas al servicio de los seres conscientes. En realidad, cada uno de los tipos de vegetales sirve al propósito de fortalecer nuestros cuerpos físicos y yo debería apreciar cada uno de ellos. Un día resultó que había más repollo que de costumbre en el almuerzo. Tomé un bocado y lo encontré especialmente delicioso. Comí toda la col de mi tazón y me sentí muy bien después de esto. Cuando deje de seleccionar las verduras comencé a sentirme muy bien. ¡Gracias Shifu! Pude sentir cómo cada bocado de comida me reponía y energizaba. Sé en lo profundo de mi corazón que Shifu ha puesto su sabiduría, compasión y trabajo duro en cada una de sus bendiciones. ¡Todo con lo que he sido bendecida es muy valioso!
Estuve detenida durante siete meses y fui condenada a 18 meses de prisión con dos años de libertad condicional. Durante los 210 días que pasé en el centro de detención, Shifu me dio muchas oportunidades para mejorar. Tropecé con algunas pruebas y no me fue bien con todas. Ruego el perdón de Shifu.
Aprendí por mi experiencia que ningún obstáculo puede bloquear a un Dafa dizi, siempre que consideremos a los demás primero en cualquier circunstancia. Este es el tipo de discípulo que el Maestro quiere. ¡Gracias Shifu!