(Minghui.org) El colgar coplas en las puertas de entrada con buenos deseos durante la festividad del Año Nuevo Chino, es una tradición que guardan muchas familias chinas.
Nuestros practicantes locales las colocaron en sus puertas conteniendo información de Dafa. Decidí ofrecerme como voluntario para escribir algunas para no practicantes.
Esperando que la gente se beneficie de Falun Dafa
Después de descargar los versos del sitio web Minghui, tomé papel, pinceles y tinta; fui a un área pública y escribí coplas para los peatones en forma gratuita.
Difícilmente la gente podía creer que alguien no cobrara por escribir coplas, ya que solo el papel cuesta alrededor de 30 yuanes. Temían que fuera un engaño, ya que en la China actual las estafas ocurren con frecuencia.
"Hoy en día, las personas harán lo que sea por ganancias", dijeron algunos, "y los funcionarios corruptos del gobierno intentan por todos los medios obtener más de nuestro dinero. ¿Por qué no cobra por escribir las coplas? ¿Qué consigue al hacer esto?”.
Les conté sobre los beneficios que obtuve al practicar Falun Dafa:
"Soy un practicante de Falun Dafa", les manifesté. "Tuve una grave enfermedad cardíaca y me recuperé después de comenzar a practicar. Por lo tanto, estoy haciendo esto para difundir las buenas nuevas y espero que más gente se beneficie de la disciplina. Ya estoy jubilado, y mi pensión es suficiente para poder pagar el papel y la tinta".
Hubo quienes dijeron: "Independientemente de lo poco que cuestan el papel y la tinta, aún es difícil entender por qué está haciendo esto. Ahora nadie haría nada sin recibir algo a cambio".
Las personas se reunieron a mi alrededor, pero estaban llenas de sospechas. Dudaban y no estaban seguras si confiar o no en mí en que escribiera las coplas para ellos. Entonces les conté una historia que sucedió un año atrás.
El buen o mal resultado proviene del primer pensamiento de una persona
Mientras iba camino a casa desde un almacén, una camioneta me chocó y me arrastró fuera de la acera por más de diez metros. Sin embargo, no estaba herido. El conductor se ofreció a llevarme al hospital, pero le dije que no era necesario. Pensó que quería su dinero, y le manifesté que tampoco lo quería. Para él fue increíble.
Cerca de 200 personas estaban observando, por lo que dije en voz alta: "Soy practicante de Falun Dafa y tengo 78 años. Si no fuera un practicante de Dafa, y si el Fundador de Falun Dafa, el Maestro Li Hongzhi, no me protegiera, hoy no hubiera podido levantarme después del accidente".
Luego le dije al conductor que el Maestro Li no solo me salvó, sino que también lo salvó a él. Si la persona a la que golpeó no fuera practicante, tendría que pagar una gran cantidad de dinero en compensación, y su licencia hubiera sido revocada. Tomados de la mano, gritamos: "¡Falun Dafa es bueno!", como muestra de agradecimiento al Maestro por salvarnos.
Alguien dijo: "Viejo, está bien ahora, pero eso no significa que estará bien después de llegar a casa. ¿Qué pasa si tiene problemas más tarde?”.
Le respondí: "Nuestro Maestro dice que el buen o mal resultado proviene del primer pensamiento de una persona. No se preocupe por mí, estaré bien".
El conductor estaba muy conmovido. Algunos de los espectadores pensaron que debía haber perdido la cabeza por no aprovechar la oportunidad para obtener mucho dinero. Sin embargo, más personas quedaron profundamente impresionadas, y elogiaron mi integridad. Comentaron que Falun Dafa era indudablemente muy bueno, y que los practicantes eran muy amables. Cuando estaba a punto de irme, la multitud estalló en un aplauso entusiasta. Me observaron mientras comenzaba a caminar y a despedirme con la mano.
Después que terminé mi historia, dije: "Hoy en día, las personas buscan oportunidades para obtener ganancias financieras. Algunas serán lastimadas intencionalmente por otras para exigir una indemnización. Podría haberle pedido al conductor miles de yuanes, pero preferí no hacerlo. Soy practicante de Falun Dafa y el dinero para mí no es importante".
Escribiendo coplas para aclarar los hechos sobre Falun Dafa
Después de escuchar mi historia, la gente dejó de preocuparse. Estaba ansiosa por recibir mis coplas. Les dejé elegir lo que querían que yo escribiera. Como no había mesa, lo hice sobre un banco de piedra al lado de un árbol.
Se dieron cuenta que, aunque tenía 80 años, mis dientes estaban intactos y no necesitaba lentes para escribir. Quedaron impresionados de mi escritura debido al difícil estilo que elegí para los caracteres. Más y más personas se acercaron para llevar sus coplas escritas. Estuve ocupado hasta que fue la hora de ir a casa y cocinar para mi familia.
Estoy agradecido por la protección del Maestro, ya que no tuve ninguna interferencia durante todo ese tiempo.