(Minghui.org) Tengo 54 años y soy trabajador activo. Mi esposa es practicante de Falun Gong. Me gustaría compartir cómo me he beneficiado de Falun Gong (una disciplina espiritual de la Escuela Buda también conocida como Falun Dafa). Espero que más personas se den cuenta de lo maravilloso que es Falun Dafa.
La vida antes de que mi esposa practicara Falun Gong
Cuando me casé, mi esposa aún no había empezado a practicar Falun Gong. En ese momento tenía mal temperamento, siempre estaba infeliz y nada la satisfacía. Siempre pensaba que llevaba la razón. Después de pelearse con alguien, también se enojaba conmigo en casa. Mi hijo y yo teníamos que aguantar sus enfados a diario.
Con el paso del tiempo, contrajo muchos problemas de salud, como artritis, migrañas, dolor cervical, problemas cardíacos, etc. Si llovía o estaba nublado, sus piernas le dolían tanto que no podía conciliar el sueño por la noche. Sus migrañas la torturaban tanto que, a veces, golpeaba su cabeza contra la pared. No podía comer, ni dormir bien y sufría mucho todos los días.
Para encontrar una cura, la llevé a todo tipo de hospitales y gasté toneladas de dinero, pero no mejoraba. Al contrario, a medida que pasaba el tiempo, desarrollaba más dolencias. La vida en familia era, básicamente, una guerra. Peleábamos todos los días, entre nosotros. A menudo miraba al cielo y me preguntaba cuándo terminaría esta vida tan mísera.
La vida cambió en cuanto mi esposa comenzó a practicar Falun Gong
En 1998, mi esposa trajo a casa un libro, Zhuan Falun. Lo leía cada vez que tenía oportunidad. Me alegré de que hubiera encontrado algo que la entretuviera, porque cuando estaba leyendo no nos molestaba ni nos intimidaba. Después de terminar el libro, aprendió a hacer los cinco ejercicios. Empezó a leer el libro y a hacer los ejercicios a diario.
Un día, de repente mi hijo y yo nos dimos cuenta de que mi esposa no nos había maldecido durante bastantes días y que llevaba algún tiempo sin enojarse con nosotros. Esta situación rara vez sucedió durante los, más de 10, años que llevábamos casados. Mi familia nunca había sido tan pacífica. ¿Qué había pasado?
Noté que mi esposa nos trataba muy bien y ya no nos decía cosas hirientes. Además, me di cuenta de que todos sus problemas de salud habían desaparecido. Era una persona fuerte y saludable, que ya ni siquiera se resfriaba en invierno. ¡Me puse tan contento! Le mostré todo mi apoyo para que siguiera practicando Falun Gong.
Comienza la persecución a Falun Gong
Desafortunadamente, nuestra feliz vida no duró mucho. Un año después, en julio de 1999, Jiang Zemin lanzó la persecución a Falun Gong y mi vida cambió por completo otra vez. No porque mi esposa cambiara de opinión, sino porque se negó a dejar de practicar Falun Gong.
Su empleador le ordenó que dejara de practicar Falun Gong. Cuando respondió que no lo haría, la encerraron en una habitación, le anularon el salario y le pusieron bajo estricta vigilancia vecinal.
La enviaron a un centro de detención porque fue a Beijing a apelar por el derecho a practicar Falun Gong. Un policía de la seguridad nacional incluso me amenazó. Me dio una bofetada por no haberle revelado que mi esposa iba a ir a Beijing a apelar.
Estaba confuso. ¿Qué había de malo en ir a apelar a favor de Falun Gong? ¿Qué ley había quebrantado? Al practicar Falun Gong, se había convertido en una mejor persona y había recuperado su salud. ¿Qué había de malo? ¿Cómo podría el partido comunista chino estar haciendo algo tan perverso?
Después de eso, la policía a menudo nos hostigaba en casa. Más tarde, la inculparon y la enviaron a un centro de detención por negarse a renunciar a su creencia. Me enojé mucho. Estaba muy preocupado por ella. La gente me aconsejó que me divorciara porque me había visto obligado a criar a nuestro hijo solo. Sin embargo, yo sabía que mi esposa no hizo nada malo, ni incorrecto. Todo lo que hizo fue tratar de ser una buena persona. Yo sabía que no debía traicionarla. Creo firmemente que Falun Gong es bueno. Decidí esperarla.
Han pasado 18 años desde que comenzó la persecución. Mi esposa no pudo encontrar un trabajo por muchos años y no disponía de una fuente de ingreso regular. Tuve que ingeniármelas para ganar lo suficiente para mantenernos y pagar la matrícula universitaria de nuestro hijo. Cuando llegó el momento de que nuestro hijo se casó, no pudimos comprarle un apartamento.
Uno de mis colegas dijo que me vendería una de sus casas a bajo precio. Le creí, pero más tarde, cambió de opinión porque alguien más le ofreció una oferta mejor. Mi cuñado me dijo que le ofrecería a mi hijo un departamento por debajo del valor de mercado, pero acabó fijando el precio en un valor superior al del mercado. Me enojé mucho y decidí dejar de intentar comprar un apartamento.
Hoy en día, la gente es muy egoísta cuando se trata de dinero. Lo único que les importa es ganar dinero, y olvidan ser considerados con sus amigos, familiares o parientes. Una promesa carece de valor.
En ese momento, una de las compañeras practicantes de mi esposa se enteró de nuestra situación y nos ofreció una de sus casas a muy buen precio. No lo podía creer. ¡El precio que estaba pidiendo era mucho menor que su valor real en el mercado!
Desde la experiencia, he aprendido cuán bondadosos son realmente los practicantes de Falun Dafa. Tratan a todos con compasión. Son las mejores personas en el mundo. ¡Daré todo mi apoyo a Falun Gong, creeré en Verdad-Benevolencia-Tolerancia y me opondré al partido comunista chino!
Gracias Maestro Li Hongzhi, gracias practicantes de Falun Gong. ¡Aprecio a Falun Gong desde el fondo de mi corazón!