(Minghui.org) Empecé a aprender Falun Dafa en 2001, cuando los medios de comunicación del estado chino difamaban a Falun Dafa. La persecución atravesaba por su peor momento. Debido a que, en aquellos momentos, encontré muchas tribulaciones y obstáculos dejé la práctica.
La retomé en 2008, aunque a causa del yeli y de los apegos mi estado de cultivación sufría de constantes altibajos. Sin embargo, a partir de entonces no he vuelto a pensar en abandonar mi camino de cultivación. Estoy seguro que el Maestro nunca ha dejado de protegerme.
Mirando hacia dentro
Mi cultivación dio un giro decisivo el día que accedí a la página web Minghui y leí un artículo sobre mirar hacia dentro. Entendí que necesitaba hacerlo, sin importar lo que encontrara.
El Maestro nos enseñó en Zhuan Falun:
“…las dos razones por las cuales el gong no crece cuando se refina gong: si no se sabe el Fa dentro de los niveles altos, no hay Fa para cultivarse; si no se cultiva hacia el interior y no se realiza el xiulian del xinxing, el gong no crece”.
Acabé comprendiendo la importancia de mirar hacia dentro para encontrar los apegos. Aunque enviaba pensamientos rectos para eliminar los apegos, encontraba que acababa teniendo incluso más apegos. Me sentía frustrado y pensaba que el Maestro había dejado de cuidarme. A pesar de que leía el Fa, no me estaba cultivando. Por lo tanto, mi estado no mejoraba.
El Maestro dijo en ‘Sean racionales, despierten’, Hong Yin (II):
“Descansen un momento para la autorreflexión,
sumen pensamientos rectos
Examinen las deficiencias explícitamente,
avancen con diligencia de nuevo”.
Las enseñanzas del Maestro lograron tranquilizarme. Entonces miré hacia dentro con todo mi corazón y resolví cómo lidiar con algunas dificultades.
El Maestro, también, explicó:
“Un ser humano es como un recipiente; es justamente lo que él contiene” (‘Fundiéndose en el Fa’, Escrituras esenciales para mayor avance).
“Si quieres volver al origen y retornar a la verdad y elevarte con el xiulian, tienes que actuar según este criterio” (Zhuan Falun).
Al final, acabé por comprender que si creo en el Maestro y el Fa, y sigo los principios de Falun Dafa de Verdad-Benevolencia-Tolerancia, todo cambiará y podré solventar cualquier tipo de problema.
Cuando padecía los síntomas del yeli de enfermedad, recitaba el Fa de Shifu:
“Para un cultivador, todas las frustraciones que él encuentra entre la gente común le son ordalías para atravesar y todos los elogios le son pruebas para pasar” (El cultivador naturalmente es parte de ello, Escrituras esenciales para mayor avance).
Cuando alguien me hacía enojar, recitaba el poema del Maestro:
"¿Qué es un humano? Cuerpo lleno de qing y deseos.
¿Qué es un dios? Quedar sin corazones humanos.
¿Qué es un fo? Benevolencia y virtud en abundancia.
¿Qué es un dao? Persona verdadera y tranquila"
(Distinción entre humanos y seres iluminados, Hong Yin).
Repetir alguno de los poemas de Shifu me ayudaba a sobreponerme a las dificultades:
“Una persona malvada es dominada por el corazón de la envidia. A raíz de su egoísmo y despecho personal, se queja que no le tratan justamente.
Una persona virtuosa siempre mantiene un corazón de compasión. Sin ninguna queja ni odio, toma la dificultad como alegría.
Un ser iluminado no tiene ningún apego en el corazón. Él contempla tranquilamente a la gente mundana extraviándose en las ilusiones”
(Grado de conciencia, Escrituras esenciales para mayor avance).
A pesar de que mi mejoría era lenta, el Maestro no paraba de darme pistas y de ayudarme a realizar avances superando obstáculos.
Impulsado a trabajar más duro
Recientemente, me uní al grupo de estudio del Fa; lo que me ha ayudado a avanzar a pasos agigantados en mi cultivación. Aunque mi estado de cultivación, en comparación con el de mis compañeros, no era muy bueno, no me desalenté sino que me sentí impulsado a trabajar más duro.
El Maestro expuso:
“Mientras tengas algún apego, será como una cerradura, un paso, o como una cuerda que te impide zarpar. Tienes que romper con todos ellos” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).
El Maestro me ha ayudado impulsando mi cultivación, aunque todavía tengo una gran cantidad de apegos que no he eliminado. Pero, cuanto más miro hacia dentro, más fácil me resulta avanzar, y cuanto más se fortalecen mis pensamientos rectos, más fácil me resulta eliminar los apegos.