(Minghui.org) Antes de comenzar a practicar Falun Dafa en 2013, era una persona bastante egoísta y con un gran ego. Tenía que trabajar duro, todos los días, para conseguir llegar a fin de mes. Mi vida era muy difícil. Para empeorar las cosas, mi esposo caía enfermo a menudo, lo cual no le permitía contribuir en el mantenimiento de nuestra familia. Aunque en aquel entonces su enfermedad era una carga difícil de sobrellevar, le estamos agradecidos porque, a consecuencia de esta, descubrimos este asombroso camino de cultivación.
Presenciando los cambios positivos en mi esposo
Mi marido sufría de diferentes dolencias, desde que era muy joven. Necesitaba tomar varios tipos de medicamentos, y a veces incluso precisaba inyecciones intravenosas. En cierta época, la fiebre no le remitió durante todo un mes. A pesar de que visitamos los principales hospitales de las poblaciones y ciudades próximas, nadie pudo determinar qué enfermedad padecía. Me encontraba muy preocupada.
En 2004 recordé que alguien me había hablado de Falun Dafa, así que le sugerí a mi marido que intentara practicarlo. Unos días después nos visitó su tía, que es practicante. Nos contó más cosas sobre Falun Dafa y nos facilitó un ejemplar del libro Zhuan Falun.
Comenzó a practicar y experimentó grandes beneficios. Me sentí muy feliz al ver la espectacular mejoría que provocó Falun Dafa en su estado de salud. Además volvió a ser capaz de trabajar y de ayudar en la manutención de nuestra familia. Cuando me pidió que practicara, le dije que no: "Siempre estoy discutiendo con los demás. Seguir los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia es demasiado difícil para mí".
Siempre lo animé en su práctica de cultivación. Una vez alguien lo denunció a la policía y fue arrestado. Cuando nuestros amigos y vecinos me dijeron que le prohibiera practicar Falun Dafa, les respondí: "¡De ninguna manera! Falun Dafa lo ha beneficiado mucho a él y a nuestra familia. No podemos vivir sin el Fa".
Comenzando a practicar
En 2013, después de pensarlo mejor, decidí comenzar a practicar. A pesar de mi renuencia, el Maestro no me había abandonado.
Pronto experimenté pruebas en mi cultivación. El año pasado nuestro hijo se fue a otra ciudad para trabajar. Dejó de tener contacto con nosotros, y de visitarnos. Pensé: "Siempre ha sido un buen hijo. ¿Por qué de repente se comporta así?”. No podía controlar mi frustración. En un momento dado llegué a estar tan preocupada que casi me desmayo.
Mi marido comento que se trataba de una prueba. Explicó: "Como practicantes, podemos encontrarnos con tribulaciones que nos dan la oportunidad para mejorar nuestro xinxing".
Animada por mi marido, continué estudiando el Fa y decidí afrontar la situación como una practicante. Todos los días estudiaba el Fa y hacía los ejercicios. En ningún momento he dejado de hacer las tres cosas.
Salvando a la gente
En 2014 mi esposo y yo comenzamos a trabajar para la misma compañía. En este ambiente de trabajo siempre nos recordamos, mutuamente, que debemos seguir las enseñanzas de Falun Dafa, ser buenas personas y empleados responsables.
Mi trabajo es limpiar las seis plantas de un edificio. También cocino para los trabajadores. Hago bien mi trabajo y nunca me quejo. El dueño de la compañía elogió mi honestidad y mi ética de trabajo, dijo que confiaba en mí. Cuando los otros trabajadores también elogiaron mi arduo trabajo, les expliqué que vivo de acuerdo con los principios Verdad-Benevolencia-Tolerancia de Falun Dafa. Les dije la verdad sobre cómo el partido comunista está persiguiendo injustamente a los practicantes. Algunos decidieron renunciar al partido comunista y a sus organizaciones afiliadas.
Debido a que hay más compañías ubicadas en nuestro edificio, todos los trabajadores hablan entre ellos. En poco tiempo mucha gente sabía que mi esposo y yo éramos practicantes. "Los practicantes de Falun Dafa son buenas personas", escuché que decía alguien. “Solo tienes que mirar a esta pareja".
¡Me he iluminado a muchos principios del Fa, pero sé que todavía me queda un largo camino por recorrer en mi cultivación! Sin importar cuán agotador sea mi trabajo, siempre asistiré al Maestro en el proceso de la rectificación del Fa.