(Minghui.org) La Sra. Chen Lijun, de 62 años de edad, quedó incapacitada tras su estancia en el centro de detención de mujeres de Jinzhou. Recientemente, el tribunal del distrito de Guta, de la ciudad de Jinzhou, le ha impuesto una condena de 2 años de reclusión. Se le acusa de practicar Falun Gong, una disciplina espiritual de la Escuela Buda que persigue el régimen comunista chino, desde hace 19 años. Deberá cumplir dicha pena en la cárcel de mujeres de la provincia de Liaoning,
El 9 de agosto de 2017, la Sra. Chen, junto a otras dos practicantes ancianas (las Sras. Zhang Fengyun y Pei Ruifen), repartían materiales informativos sobre Falun Gong cerca del observatorio meteorológico de Jinzhou cuando las denunciaron a la policía. Oficiales de la comisaría de Zhongtun y de la subcomisaría de Guta las arrestaron y las condujeron al centro de detención de mujeres de Jinzhou, después de interrogarlas.
La policía allanó y saqueó la casa de la Sra. Chen. Posteriormente, su marido descubrió que le habían desaparecido 3.000 yuanes de la vivienda. Al día siguiente, fue a la subcomisaría a interesarse por el estado de su esposa. Le devolvieron el celular, el documento de identidad y los 500 yuanes que llevaba encima su esposa, en el momento de la detención.
El marido de la Sra. Zhang Fengyun también se presentó en la subcomisaría, para exigir que liberaran a su esposa. Expresó: “He sido policía durante 40 años. Jamás me hubiera imaginado que la policía arrestara a una anciana de 80 años y la encerrara en un centro de detención por repartir unos cuantos folletos”. Debido a las fuertes presiones que ejercieron sus familiares, la policía se vio obligada a liberarla 37 días después.
La procuraduría del distrito de Guta imputó a las Sras. Chen y Pei, el 1 de diciembre de 2017. El tribunal del distrito de Guta las procesó en el centro de detención de Jinzhou, la mañana del 15 de diciembre. Condenaron a la Sra. Pei a 3 años de cárcel, y a 4 de libertad vigilada.
La antigua dolencia renal que padecía la Sra. Chen reapareció cuando se encontraba recluida en el centro de detención. Necesitaba la ayuda de dos personas para caminar. A pesar de su precaria condición, las autoridades aún planean enviarla a la cárcel de mujeres de la provincia de Liaoning.