(Minghui.org) Empecé a practicar Falun Dafa en 1994. Cuando comencé a escribir este artículo, me vinieron a la mente muchos momentos milagrosos en mi camino de cultivación. Me hicieron dar cuenta de lo afortunado que soy de haber encontrado Falun Dafa.
El Maestro Li Hongzhi dijo:
"Descansen un momento para la auto reflexión, sumen pensamientos rectos
Examinen las deficiencias explícitamente, avancen con diligencia de nuevo"
(Sean racionales, despierten, Hong Yin (II))
Sentando las bases
Fui una persona enfermiza y sentimental antes de comenzar la cultivación en Dafa. Aunque recibí más atención como el hijo más pequeño de mi familia, a menudo me sentía infeliz debido a mis enfermedades y los muchos medicamentos que tenía que tomar.
Luego, tuve problemas de artritis reumatoidea y estomacales y no podía conciliar el sueño debido a la hinchazón en las articulaciones de mi rodilla. Tuve que depender de medicamentos antinflamatorios para aliviar el dolor. Durante esos años, me sentía culpable por ser una carga para mis padres.
A medida que crecía, frecuentemente me preguntaba sobre el verdadero significado de la vida. Aunque leía libros sobre filosofías budista y taoísta, no podía encontrar la respuesta. Entonces, el qigong se hizo popular y algunos de los miembros de mi familia lo practicaron. Creía que el qigong podía traer salud a las personas, pero sentía que debería practicar solo en una escuela que me permitiera alcanzar el más alto nivel.
Me acerqué al budismo en 1992. Aunque era muy devoto, no sabía cómo cultivar y simplemente pensé que podría mejorarme haciéndome vegetariano. Juraba convertirme en monje y leer muchas escrituras. Sin embargo, lo único que recordé fueron dos frases del Sutra de Diamante: El "Santo Rey que gira la rueda" y cómo "el Falun del Santo Rey es extremadamente poderoso".
Asistiendo a la Lección Séptima del Maestro en Changchun
Una fuerte insatisfacción llenó mi corazón en abril de 1994. No quería nada más de este mundo, y la idea de convertirme en monje se hizo más fuerte. En ese momento, escuché que las conferencias de Falun Gong se llevaban a cabo en una sala de conferencias en la Universidad de Jilin y decidí asistir. También compré el libro Falun Gong. Terminé de leerlo de una vez. También hice los ejercicios como se describe en el libro y experimenté signos de purificación del cuerpo como lo mencionó el Maestro Li.
Cuando estaba aprendiendo el segundo ejercicio, sentí una fuente de energía giratoria y muy caliente girando entre mis brazos. Tuve un sueño esa noche, estaba caminando por los Jardines Clásicos de Suzhou. El pintoresco jardín estaba rodeado de paredes rojas, estanques y puentes. Cuando levanté la vista, un par de dragones dorados y aves fénix bailaron armoniosa y pacíficamente en el cielo. Un monje compasivo y amable se me acercó y le dije: "¡Maestro, lléveme!". Sonrió y respondió: "Nos encontraremos nuevamente si el destino lo permite".
La clase comenzó el 29 de abril. Algunas ideologías religiosas obstruyeron mi mente durante la primera conferencia del Maestro, pero cuanto más escuchaba, más sentía que las palabras del Maestro tenían sentido. Conocía términos como "cultura prehistórica" y "ojo celestial", por lo que podía entender lo que decía. Al día siguiente, los pensamientos obstructivos desaparecieron.
Durante las conferencias del Maestro, vi una luz dorada que irradiaba desde su hombro izquierdo. Shifu también nos permite sentir la presencia de un Falun en nuestras palmas. Sentí grandes ráfagas de viento que soplaban desde la plataforma hacia la audiencia. Me di cuenta que el Maestro estaba purificando nuestros cuerpos. También, que el Maestro es el "Rey Sagrado que gira la rueda" y que ¡este es el Fa que he estado esperando toda mi vida!
Hubo un momento inolvidable durante la clase. Después que el Maestro concluyó la conferencia, tuvimos un breve descanso antes de la sesión de instrucción de ejercicios. El Maestro bajó del escenario y se acercó a los practicantes en las últimas filas, preguntándoles si podían escucharlo claramente. Me sorprendió, aunque no podía ver a través de mi ojo celestial, sentí que el Maestro era realmente grandioso, trascendental y compasivo. ¡Esto es algo que nunca podría volver a verse en los seres humanos!
Mi mente se quedó en blanco, y solo una frase se repitió en mi mente: "¿No es este el Buda? ¿No es este el Buda? "Miré al Maestro mientras Él pasaba junto a mí al fondo del pasillo. De alguna forma, murmuré:
Esto es como Shifu dijo:
"La luz de fo ilumina por doquier,
decoro y justicia rectifican y armonizan todo.
Esforzándose hacia delante juntos,
un futuro brillante se encuentra al frente"
(En armonía con el Fa, Hong Yin).
Después de asistir a la clase, me di cuenta que el monje que apareció en mis sueños era ¡el Maestro! La parte sobre "volver a encontrarse si el destino lo permite", ¿no se refiere eso a la afinidad que tengo con Dafa?
Tuve la suerte de ver al Maestro nuevamente durante una reunión de asistentes de Dafa. Él estaba muy cerca mío. Vi una luz brillante que irradiaba de su rostro, directamente a cada partícula. Cuando entré en la sala de conferencias, me senté en un lugar cerca del Maestro y pensé: "Maestro, ahora me ha visto. ¡Finalmente sabe sobre este discípulo!".
Mejorando mientras se difunde el Fa
Para tener el Fa arraigado en nuestros corazones, algunos practicantes y yo empezamos a memorizar Falun Gong. También memorizamos cada uno de los artículos del Maestro. A pesar de las duras condiciones climáticas, fuimos al parque todos los días para estudiar el Fa y hacer los ejercicios.
Como yo era uno de los más jóvenes del grupo, el asistente de Dafa me asignó para enseñar los ejercicios en los sitios de práctica.
Más personas, incluidas algunas de áreas rurales, aprendieron Dafa. El escenario fue como dijo el Maestro:
"El número de practicantes está incrementándose diariamente y son tan numerosos que es imposible contarlos" (Postrándose ante el Maestro para ser su discípulo, Escrituras esenciales para mayor avance).
Como yo enseñaba los ejercicios casi todas las mañanas, tenía muy poco tiempo para practicarlos yo mismo. Empecé a culpar al asistente de Dafa por ponerme a cargo. Mientras enseñaba los ejercicios, pensé: "Si enseño todos los días, ¿de qué sirve ser asistente de Dafa?".
En mi camino de regreso a casa, me preguntaba: "¿Cuál es mi objetivo de cultivar Dafa? Es asimilarme a los principios universales de Verdad-Benevolencia-Tolerancia y ser alguien que piensa primero en las necesidades de los demás. Debo estar dispuesto a sacrificar mi vida por la verdad del universo. Si eso es así, ¿no estoy ayudando a otros enseñando los ejercicios?".