(Minghui.org) Durante varios años, he experimentado interferencias severas con yeli (karma) de enfermedad. Sin embargo mis problemas se solucionaron cuando dejé antiguas nociones, y comencé a considerar más a los practicantes.
Trabajé fuera de la ciudad por más de siete años y permanecí todo ese tiempo distante del cuerpo principal de practicantes. No era diligente y descuidé hacer las tres cosas que nos requiere Shifu. Mi estudio del Fa era insuficiente y llegué a obviarlo por completo debido al exceso de trabajo. En ocasiones no controlé mi xinxing y no estuve a la altura de un practicante.
Con el periodo menstrual me sobrevenían dolores intensos que me hacían permanecer en cama con náuseas y vómitos a pesar de no ingerir alimento alguno en días. Una vida como esta, no merecía la pena. Cuando no controlaba mi xinxing, tenía sangrados antes de tiempo.
Mi esposo y mis hijos insistían en llevarme al hospital, y yo les contestaba: "El hospital puede curar enfermedades, pero no puede curar las raíces de yeli (kármicas) de una vida. Si los hospitales pudieran curar las enfermedades, entonces las personas no morirían". Mi hijo y mi hija me entendieron.
En poco tiempo, un bulto se formo en mi abdomen propagándose hasta la espalda. No pude realizar ningún trabajo pesado, y se me hacía complicado caminar. Fue insoportable. Sentí que mi vida estaba en manos del Maestro. Sabía que el crecimiento de este tumor, podría acabar con mi vida. Si no me esforzaba diligentemente, la gran multitud de seres que dependían de mí, perderían su oportunidad de ser salvadas; ellos habían esperado tan incalculable tiempo para tener noticias sobre Falun Dafa. ¿Qué crimen tan grande sería este? Me preguntaba qué debía hacer. Pensé en regresar a mi ciudad natal para conectarme con los practicantes, pero mi esposo no estuvo de acuerdo.
En 2013 insistí nuevamente. Mis hijos apoyaron mi decisión y se pusieron de acuerdo en cubrir los gastos de mi mantenimiento. Pude establecer un sitio de producción de materiales con la cooperación y ayuda desinteresada de algunos practicantes. El sitio estuvo operativo por varios años sin problemas y ayudó a salvar a muchas personas. Todo esto se debió a la gran compasión de Shifu y arreglos meticulosos. Él me apoyó y me protegió todo el tiempo. Me dio la oportunidad de seguir cultivándome aun cuando no había sido diligente hasta entonces. Me permitió seguir participando en la rectificación del Fa, hacer las tres cosas, honrar mis votos, completar mi sagrada misión y prepararme para regresar a casa.
Muchos de mis síntomas desaparecieron después de estudiar el Fa diligentemente y enviar pensamientos rectos. Sin embargo los síntomas a veces reaparecían con la recurrencia de los apegos. Las interferencias disminuían cuando enviaba pensamientos rectos, pero la raíz del problema aun seguía estando.
Sentía mucho cansancio después de caminar largo tiempo fijando materiales de aclaración de la verdad por las noches, y me llevaba tiempo recuperarme. Fueron varios años en los que sentí falta de confianza para revertir mi estado.
Recientemente compré algo de carbón que descargaron fuera de mi almacén. El practicante que solía ayudarme a mover el carbón estaba demasiado ocupado y me avergonzaba pedirle ayuda. Pensé que yo debía almacenar el carbón por mi cuenta, pero ¿podría hacer un trabajo tan pesado? Todavía estaba experimentando interferencia, y temía que el esfuerzo me postrara en la cama durante días. Entonces me di cuenta de que esta actitud era muy egoísta. ¿Por qué iba a tener miedo y depender de otros practicantes?
Sin darme cuenta, estaba eliminando mis nociones. Mi cuerpo está compuesto por materia de alta energía. Es un cuerpo indestructible de Vajra que no conoce el cansancio. Mantuve estos pensamientos en lo profundo de mi corazón. Luego me cambié de ropa y salí al almacén. Escuché dos lecciones de Shifu, en mi reproductor de audio, y con su ayuda pude terminar el trabajo.
Después de esto, me sentí muy cómoda. El dolor físico que había padecido durante años desapareció. Al día siguiente no tuve restos de cansancio y no necesité reposo en cama. Fue un milagro de Shifu, eliminar mi enfermedad después de ser capaz de cambiar mis nociones.
Exactamente como Shifu escribió en Nueva vida en Hong Yin:
"...cambiando las nociones,
eliminando la decadencia,
la luz brillante aparece".
Gracias Shifu, por su gran compasión y soportar tanto por mí.