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Un sueño apocalíptico me ayudó a eliminar mi apego al tiempo

Feb. 25, 2018 |   Por un practicante en China

(Minghui.org) He practicado Falun Dafa y he aclarado la verdad durante muchos años. Y creí que lo estaba haciendo bien.

Sin embargo, perdí el interés en la cultivación y la vida cotidiana. Todas las tareas y actividades parecían estar bebiendo agua insípida. Al principio, pensé que era un reflejo de mi estado de cultivación. Varias veces, a duras penas, escapé de problemas mientras distribuía materiales informativos de Falun Dafa. Sentí que algo estaba mal.

Una noche, mientras meditaba, me serené y miré hacia adentro. Encontré que mi apego al tiempo estaba causando los problemas.

Pensando en retrospectiva, he estado esperando que la persecución termine desde que comenzó, el 20 de julio de 1999. Después de escuchar todo tipo de profecías, tuve pensamientos especialmente fuertes justo antes del 19.° congreso nacional del partido comunista (PCCh). Sin embargo, el gobierno no mejoró como yo lo había previsto. Me sentí perdido, preguntándome cuándo finalizaría todo esto. Entré en desesperación.

Después que encontré este apego, inmediatamente mi mente se volvió mucho más clara. De repente volví a encontrar mi rumbo y estaba energético.

Sueño espantoso

A media noche, después en enviar fuertes pensamientos me quedé dormido y soñé vívidamente.

En el sueño, nosotros, los practicantes y algunas personas que conocimos la verdad sobre Falun Dafa, estábamos ubicados en un lugar muy elevado. Estábamos en una gran nave similar a un arca. Podíamos ver un área muy extensa y a continuación grandes metrópolis sobre el suelo. Era como mirar hacia abajo desde un avión. Las casas parecían pequeñas cajas de fósforos.

Un sentimiento sombrío estaba en el aire. En el fondo, sentimos que la "gran eliminación" estaba llegando. Miramos muy nerviosos el piso. Todo se encontraba extremadamente tranquilo. El aire estaba calmo, como si en cualquier momento, la guerra estuviera a punto de estallar.

De repente, a lo lejos, un rayo cayó sobre una alta montaña, y un trueno ensordecedor rompió el silencio. Una gran tormenta siguió y un diluvio inundó el suelo. El agua no vino del mar ni de la lluvia. Tampoco emergió de la tierra. Parecía filtrarse desde otra dimensión y se elevó cientos de metros, venía de todas las direcciones.

En segundos todas las ciudades fueron sumergidas y destruidas. El agua se tragó las altas montañas. A la vez algunas colinas fueron aplastadas por sus enormes olas. Una fuerte corriente de aire succionaba los autos y otros grandes objetos en el cielo como el polvo. Ni siquiera en las películas vi escenas tan espantosas.

Mi hijo estaba asustado; apoyó su cabeza sobre mi pierna y no se atrevió a mirar. Todos quedaron asombrados por lo que vieron y se sintieron terribles. Sentimos tristeza y dolor porque tantas personas habían sido eliminadas. Los practicantes nos arrepentimos y nos culpamos por no haber sido más diligentes en salvar a más gente.

Luego mi sueño terminó. Mi mente estaba perturbada e inquieta. No pude calmarme y volver a dormir.

Despertar

Me di cuenta que mi esperanza en que la persecución terminara pronto era terrible y egoísta. Fue un pensamiento pecaminoso que ignoró a mucha gente. Viendo incontables vidas destruidas, aquellos que sobrevivieron no pudieron ser felices. Todo lo que tenían era un dolor infinito y mucha pena. Al ver el lugar donde uno vivía y practicaba la cultivación destruidos, nos arrepentimos con mucho dolor de no haber hecho todo lo posible para salvar a más gente.

Un practicante dijo en su artículo de intercambio de experiencias: "Si alguien me pregunta si quiero que termine ahora, pienso que diría que no. Todos los días hay alrededor de 100.000 personas que renuncian al PCCh y a sus organizaciones afiliadas. Esa tasa equivale a alrededor de 36.000.000 de personas en un año. Si la rectificación del Fa finaliza ahora, todos perderán la posibilidad de ser salvados.

El año pasado la persecución empeoró. A pesar que más de 1.000 practicantes fueron condenados a prisión en el último año y continúan sufriendo, 36.000.000 de personas se salvaron a cambio. ¿Cómo podría uno elegir que termine en esta etapa de la historia?

Indudablemente, si alguien me pregunta si quiero que la persecución termine ahora mismo, también diría que no. Deseo seguir los arreglos del Maestro y continuar con nuestros esfuerzos para salvar a más gente.

Espero que todos los practicantes no presten mucha atención a los vaivenes de la sociedad. Deben trabajar tan duro como lo hicieron cuando por primera vez comenzó la persecución, y enfocarse completamente en hacer bien las tres cosas. Necesitamos hacer nuestro mejor esfuerzo para salvar a las personas.