(Minghui.org) Condenaron a 4 años de cárcel y le impusieron una multa de 5.000 yuanes a una vecina de la ciudad de Huludao, de 58 años de edad. La acusaron de “usar una organización sectaria para socavar el orden público”; un pretexto-trampa usado habitualmente por el régimen comunista chino para encarcelar a practicantes de Falun Dafa.
La Sra. Wang Shulan tiene en gran estima a Falun Dafa porque le devolvió la salud. Pero, sus enfermedades regresaron mientras permaneció detenida.
La arrestaron el 22 de julio de 2017, poco después de abandonar su bloque de apartamentos. La condujeron de vuelta a su hogar y lo saquearon.
El 16 de enero de 2018, compareció ante la corte. El tribunal del distrito de Longgang emitió una notificación pública sobre su proceso judicial como requiere la ley. Un importante contingente policial patrulló, ese día, el juzgado y sus inmediaciones. Solo permitieron que asistieran a la audiencia cuatro familiares.
El fiscal Wang Fubiao acusó a la Sra. Wang de haber quebrantado la ley, violando el artículo 300 de la ley penal, el cual estipula que cualquiera que haga uso de una organización sectaria para menoscabar el orden público debe ser llevado ante la justicia.
El abogado de la defensa declaró que no existe ninguna ley en China que penalice a Falun Dafa o que lo tipifique como secta. El fiscal, después de escuchar esta intervención, no acertó a explicar por qué, supuestamente, denominaba secta a Falun Dafa y por qué, supuestamente, la Sra. Wang había quebrantado la ley.
El abogado también testificó en contra de la policía, por haber violado los procedimientos jurídicos. Cuando la detuvieron no le mostraron ninguna identificación. Cuando saquearon su casa tampoco le mostraron ninguna orden de registro. Además, no les hicieron firmar, a ella ni a su marido, una lista con los artículos confiscados como exige la ley. A los familiares de la Sra. Wang tampoco se les notificó oficialmente, o de cualquier otra manera, de su arresto, detención o procesamiento.
El defensor hizo hincapié en que, por encima de todo, la libertad de creencia es un derecho constitucional que ampara a su cliente, y que en ningún caso debería haber sido llevada ante la justicia por practicar su creencia.
El juez Gu Yue interrumpió al abogado durante su alegato de defensa, y levantó la sesión sin emitir ningún veredicto. El 24 de enero, declaró culpable a la Sra. Wang, quien ha presentado un recurso de apelación.