(Minghui.org) Enseñaba educación física en la secundaria en la década de los noventa, y siempre tenía muy buena salud. Desafortunadamente, después que nació mi hija en 1998, comencé a sufrir de artritis reumatoide. Cada una de mis articulaciones –verdaderamente, como si fuera cada una de las células en mi cuerp – me dolían todo el tiempo.
Mi esposo me llevó a ver a todos los médicos de nuestra región, e intenté todo tipo de tratamiento médico que pudiera encontrar. Nada ayudaba.
Viviendo en China y escuchando la constante difamación del partido comunista chino en los medios, sabía sobre la persecución a Falun Dafa. Sin embargo, sentí que me había quedado sin opciones, así que en 2005, comencé a practicar.
Solía tener un temperamento explosivo. Por ejemplo, cuando el coordinador de la oficina en el trabajo me culpaba por error de haber llegado tarde, me enojaba tanto que gritaba e incluso golpeaba la ventana. Despreciaba casi a todos, y frecuentemente insultaba y criticaba a mi esposo por cosas pequeñas.
Después de comenzar a practicar Falun Dafa, me di cuenta de que mi comportamiento no estaba en los estándares de Dafa. Estaba tan avergonzada de mi forma de comportarme, que me determiné a seguir las enseñanzas y mejorar mi carácter.
Gradualmente, mi carácter mejoró. Dejé de pelearme con los demás, y dejé de insultar a la gente. Siempre que mi esposo se enojaba, recordaba tener compasión por él.
Shifu dijo:
“Esta vía nuestra apunta directamente al corazón humano; entonces, ante los beneficios personales y en medio de los conflictos de la gente común, poder o no tomar livianamente y con ligereza estos asuntos es el punto clave” (Zhuan Falun).
En 2006, fue reasignada a una posición en una escuela primaria. No estaba contenta al principio, pero recordé que Shifu nos dijo que deberíamos ser buenas personas en cualquier ambiente. Así que hice lo mejor para ser una buena maestra. Además de enseñar a mis estudiantes la educación física básica, les dije cómo ser buenas personas. Los estudiantes y sus padres me querían, y muchos padres intentaban poner a sus hijos en mi clase. Cuando la policía vino a la escuela porque yo practicaba Falun Dafa, los padres les dijeron que yo era una buena persona y le rogaron que no me maltraten.
Superando tribulaciones
Un día, un padre me denunció después que les di a los estudiantes amuletos con información sobre Falun Dafa. Rápidamente hablé con ese padre y le expliqué sobre Falun Dafa y cómo está siendo perseguido. Entendió.
Pero el buró de educación, la comisaría, y la oficina 610 no me perdonaron. Presionaron a mi familia, y cuando me negué a renunciar, mi esposo perdió su temperamento y rompió mi reproductor de música y escondió mis libros de Dafa.
No pude estudiar el Fa y me sentí perdida. Las viejas fuerzas usaron esta oportunidad para perseguirme. En 2015, me empezó a doler la garganta, y encontré un bulto del tamaño de un huevo en mi cuello. Mientras examinaba el bulto, recordé que unos años atrás, un colega tuvo los mismos síntomas. Murió a pesar de haberse sometido a varios tratamientos médicos.
Estaba preocupada. Aunque sabía que Shifu nos enseñó que “la apariencia surge de la mente” (Enseñando el Fa en la reunión de La Gran Época), aun así estaba asustada. En poco tiempo, perdí el habla por el dolor, y no podía esconder mi estado. Mi esposo me llevó a ver tres médicos diferentes, y todos me dieron el mismo diagnóstico: carcinoma nasofaríngeo.
Mi esposo me forzó a quedarme en el hospital especializado en tratamiento de cáncer. Tuve que pasar por un montón de examinaciones dolorosas por una semana, pero solo empeoraron mi estado. Mientras tanto, mi esposo desarrolló síntomas de enfermedad y tenía la garganta seca y con dolor. Parecía como si ambos terminaríamos mal si seguíamos así.
Tenía miedo de fallar esta prueba y manchar el nombre de Dafa. Por otro lado, sabía muy bien en mi corazón que solo Shifu podía salvarme.
Insistí en irme a casa y seguía diciendo: “Tengo que ir a casa a estudiar el Fa y hacer los ejercicios”.
Después de enterarse sobre mi situación, los practicantes locales vinieron a ayudarme. Una practicante me invitó a quedarme en su casa por un mes, para que pudiera estar en un mejor ambiente de xiulian.
Me sentí como una niña que estuvo perdida por muchos años. Cuando miré hacia dentro, encontré que esta apariencia de ye de enfermedad venía de mis apegos, los cuales incluían miedo, búsqueda de comodidad, y dependencia de mi esposo. Estaba avergonzada cuando me di cuenta de cuántos apegos no había eliminado.
Shifu nunca se dio por vencido conmigo. Siempre que estudiaba el Fa, enviaba pensamientos rectos, o hacía los ejercicios, podía sentir el Falun rotando alrededor de mi bulto. A veces era tan fuerte que incluso podía escuchar el sonido de los giros. Pronto recuperé mi voz, y cuando estudiaba los libros de Dafa en voz alta, mi garganta dejó de dolerme. Ambos mi cuerpo y espíritu mejoraron.
Cuando regresé a trabajar, mis colegas estaban sorprendidos de que no tenía signos de enfermedad y que incluso lucía más joven que antes.
Mi esposo estaba preparado para renunciar a una posición de liderazgo y tener más tiempo para cuidarme. Después de ser testigo del poder de Dafa, dijo: “¡Estoy bendecido también!” Aunque no se ha convertido en practicante, intenta seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Shifu me protege
“Con los dizi repletos de pensamientos rectos,
el Shifu posee el poder de llevarlos al Cielo” (Bondades entre el Shifu y los dizi, Hong Yin (II)).
Siempre que tengo pensamientos rectos, Shifu me da apoyo sin fin.
Después de esa tribulación, me pareció que sería genial tener un mejor ambiente en el cual estudiar el Fa. Pronto, compramos un departamento en la ciudad, donde pude ponerme en contacto con otros practicantes y participar en algunos proyectos para aclarar la verdad. Sentí que fue un arreglo de Shifu.
Cuando los practicantes comenzaron a presentar querellas en 2015 contra el exlíder del partido comunista Jiang Zemin por ordenar la persecución a Falun Dafa, envié mi querella usando mi nombre real. Sabía que esta era la cosa correcta de hacer a pesar de que tenía algo de miedo. Camino a la oficina del correo, me comenzó a doler la pierna derecha, y no podía doblar la rodilla. Después de eliminar mi miedo y enviar la carta, me dejó de doler la pierna.
En los meses siguientes, la policía acosó a muchos practicantes que habían enviado las querellas. Sabía que esta era otra prueba. Me mantuve firme porque hice lo correcto. Al final, la policía no vino a mi casa. Shifu me protegió otra vez.
Un día, algunos funcionarios del buró de educación local vinieron a mi escuela e intentaron hacerme renunciar a practicar Dafa. El director quería protegerme y me dijo: “Ahí viene de nuevo. Hazte la que lloras y no digas nada”.
Le agradecí su preocupación y dije: “No, no lloraré. Tocaré sus corazones con sinceridad y bondad”.
Yo estaba muy tranquila. Los funcionarios eran amables y me escucharon. Cuando mi esposo vino a buscarme, los funcionarios incluso se postraron ante nosotros, disculpándose por haber causado estrés a nuestra familia.
Sé que Shifu me dio la compasión y coraje para permanecer tranquila.
Estudiando verdaderamente el Fa
Mirando hacia atrás, todas las tribulaciones que experimenté fueron causadas por mí. A veces no me enfocaba cuando estudiaba el Fa. Sin embargo, siempre hubo oportunidades para que mejore.
Fue como dijo Shifu:
“Te digo un principio verdadero: todo el proceso del xiulian del hombre es precisamente un proceso para eliminar continuamente los corazones de apego del hombre” (Zhuan Falun).
Comencé a copiar a mano y memorizar Zhuan Falun. Cuando estaba copiando, limpiaba mi mente y escribía cuidadosamente cada trazo. Sabía que hay seres divinos detrás de cada palabra, y podía sentir cómo mejoraba mi estado de cultivación. Mi escritura también mejoró.
A menudo me recordaba por qué practicaba Falun Dafa, y constantemente deseaba eliminar mis apegos y seguir a Shifu. Ya no me importan la fama y fortuna de la gente común.
“Cuán impredecibles son los cambios en la vida
La alegría siempre acompaña a la pena
Y la felicidad muchas veces se construye con penurias” (El verdadero significado de la vida, Hong Yin IV traducción provisoria)
¡Me siento tan afortunada de practicar Falun Dafa! Espero que más gente llegue a conocer las maravillas de esta sagrada práctica de cultivación.