(Minghui.org) Mientras se manifestaban pacíficamente esperando la llegada del presidente Xi Jinping a Buenos Aires para la Cumbre del G20 de 2018, los practicantes de Falun Dafa se vieron asediados tanto por la policía argentina como por un grupo organizado por la embajada china. La policía arrebató a los practicantes sus banderas, algunas de manera violenta, e incluso arrestó a varios ilegalmente.
Los practicantes de Falun Dafa que se concentraban en la calle pacíficamente se vieron rodeados, en primer lugar, por gente con atuendos rojos que portaban banderas, también rojas, de la china comunista. Este grupo había sido organizado previamente por la embajada china y grupos del partido comunista pro-chino (PCCh). A continuación, varios policías argentinos tomaron la iniciativa y, precipitadamente, les arrebataron las banderas a los practicantes sin mediar explicación.
Los practicantes de Falun Dafa sostienen banderas que dicen: "Detengan la persecución a Falun Gong en China" y "Lleven a Jiang Zemin ante la justicia" frente al Hotel Sheraton, donde se alojó el presidente chino Xi Jinping.
Un testigo indicó que, después de que un funcionario militar de la embajada china habló con un policía vestido de civil, la policía comenzó a confiscar, por la fuerza las banderas de los practicantes.
Intentando proteger sus banderas, los practicantes las abrazaron con fuerza. En ese momento, varios agentes de policía más se acercaron apresuradamente y comenzaron a agarrar las banderas. Algunos agentes de policía incluso utilizaron la violencia en su intento por agarrarlas. Un oficial de policía usó una porra para golpear a los practicantes, y también les pisó los pies. Otro oficial de policía usó su bastón para estrangular a un practicante.
Al mismo tiempo, un grupo de chinos con banderas rojas bloquearon a los practicantes por la espalda con sus banderas y comenzaron a romper los volantes de Falun Gong que caían de las mochilas de los practicantes.
Algunos oficiales de policía simpatizaban con los practicantes de Falun Dafa. Una agente de policía dijo a los practicantes: "No podemos ayudarlos. Nuestras órdenes vinieron de oficiales de alto nivel. Hay muchos funcionarios corruptos aquí. Conozco a algunos practicantes de Falun Gong. Sé que están aquí para hacer el bien. Los veo a menudo en el Barrio Chino".
Otro oficial de policía les dijo a los practicantes que se les ordenó reprimir a las personas con ropa amarilla o banderas amarillas (practicantes de Falun Gong), pero no a las personas con ropa roja o banderas rojas (personas organizadas por la embajada china para dar la bienvenida a la delegación china).
Añadió que no entendía por qué. Cuando un practicante le entregó un volante amarillo, el policía le dijo nerviosamente: "Guárdalo rápido. Es amarillo".
Mientras agarraba las banderas de los practicantes, un oficial de policía con traje señaló a un practicante que tenía una mochila y espetó una mentira, diciendo: "Hay una bomba dentro". Otro policía se llevó al practicante.
Un abogado de los practicantes de Falun Dafa llegó rápidamente e interrogó a la policía. Declararon que solo habían detenido a varios temporalmente y que los soltarían si no se encontraba nada inusual.
Sin embargo, tan pronto como el abogado se fue, la policía esposó a los practicantes y los detuvo durante toda la noche. No se les permitió contactar a nadie mientras permanecían detenidos. No fueron puestos en libertad hasta las 17:00 horas del día siguiente después de ser trasladados a la fiscalía.
La Sra. Liwei Fu, de la Asociación de Falun Dafa de Argentina, mencionó que nueve practicantes habían sido detenidos ilegalmente. Al principio no se sabía dónde los habían detenido. Un grupo de practicantes fue de comisaría en comisaría hasta averiguar el paradero de los detenidos. Después de buscar durante tres horas, encontraron el lugar.
La Sra. Fu señaló que el incidente había sido instigado por la embajada china. Exigió a los funcionarios de la embajada que pusieran fin a la persecución y que no siguieran siendo cómplices del PCCh.
Los practicantes de Falun Dafa continuaron levantando banderas pidiendo el fin de la persecución en China del 30 de noviembre al 1 de diciembre, durante la Cumbre del G20. Mantuvieron su protesta pacífica al borde de la carretera que conduce al Hotel Sheraton, donde se alojó el presidente chino Xi.