(Minghui.org) Mi madre, practicante de Falun Dafa, me llevó a Sichuan en la segunda mitad de julio de 2016. Me puso un amuleto con las palabras "Falun Dafa es bueno" en el bolsillo. Ella me contó algunos hechos sobre esta práctica de cultivación y aclaró la verdad a los turistas de nuestro grupo durante el viaje.
El autobús se vio involucrado en un grave accidente camino a casa. Estaba lloviendo, y nuestro conductor intentó adelantarse a un vehículo. Ambos casi chocaron, por lo que nuestro conductor pisó los frenos.
Como el camino estaba resbaladizo, el autobús dio una vuelta, chocó con la valla del lado derecho, luego se estrelló contra la barrera central de la izquierda y giró hacia la izquierda. Terminé tirado en el pasillo, con el cuello torcido y la cabeza habiendo golpeado el asiento.
Gritos y maldiciones llenaron instantáneamente el autobús. Muchos estaban heridos. Mi madre me llamó. Vio que mis orejas estaban un poco magulladas, pero aparte de eso estaba bien. Mis gafas seguían puestas. Dijo que el Maestro Li nos había protegido y me pidió que recitara: “¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!".
Una ambulancia nos llevó a un hospital local. Un médico ordenó una tomografía computarizada ya que me había golpeado la cabeza. Mi madre recitó: “¡Falun Dafa es bueno! Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". Le pidió a Shifu que me salvaguardara. Una hora después, el médico miró la imagen del estudio y dijo que la cabeza y el cuello estaban bien. También comentó que fuimos afortunados.
Habíamos comprado asientos de primera fila, detrás del conductor. Pero, los asientos estaban ocupados por otros, así que nos sentamos en la segunda. Todos los pasajeros que nos rodeaban, especialmente los de la primera fila, resultaron gravemente heridos y fueron hospitalizados durante tres meses.
A una señora sentada frente a nosotros que escuchó la aclaración de la verdad de mi madre y renunció al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones juveniles no le paso nada, pero el hombre que estaba sentado a su lado sufrió una lesión en la columna.
El autobús de turismo resultó destrozado, pero nadie murió. El Maestro no solo protegió a una practicante de Falun Dafa y su familia, sino también a las personas en el colectivo.